Opinión. Fredy Yesid Guzmán.
Las bases políticas del País al ver
avanzando preocupadas una oscura iniciativa del gobierno, de casi forzadamente
aplicar una transformación no requerida, a destiempo y sin argumento válido
alguno a nuestra Constitución; esa base que puede estar sobrepasando el 80% de
la posición y opinión pública, ha asumido una meta clara y definida en consenso
social, su objetivo, el defender la base original del legado y sueño del
presidente Chávez, la niña de sus ojos, su logro más importante alcanzado a
costa de sacrificios y de su propia vida, al consumirse en hacer todo lo
posible para hacerla cumplir y sacar el máximo provecho de una Constitución que
gano el reconocimiento como la más perfecta, completa y moderna del mundo;
después de esta razón original ya descrita, presentare en este artículo más
argumentos que apoyan esta iniciativa mayoritaria de decir NO a este proceso
constituyente, lo hare con bases sólidas y lejos de hacerle el juego a una
oposición distraída y sin norte, segada por la violencia, este articulo obedece
a solo realizar un aporte al debate nacional:
Hasta ahora nuestra república tiene una
constitución amplia y garante de todos los derechos esenciales, deberes
individuales y colectivos, así como también dicta pleno apoyo y garantía a la
organización popular como nivel de participación protagónica ciudadana, razón
por la cual esta iniciativa de constituyente por motivo de darle carácter
constitucional a los Claps y a las misiones se hace innecesaria, porque nuestra
actual carta magna prevé y garantiza estos derechos.
Los Venezolanos contamos en nuestra
constitución con todos los mecanismos, reglamentos y leyes que fijan claramente
la construcción de la paz, la convivencia, el reencuentro, la tolerancia y el
respeto mutuo, sin necesidad de llamar a sacrificar nuestra hermosa
constitución, solo es necesariamente vital aplicar un contraste profundo al
sistema de manera intensiva y justa, para lograr cumplir y hacer cumplir los
planes ya existentes de desarrollo y prosperidad dejados como legado del
gigante Chávez.
La situación política actual está
marcada por los más crueles eventos violentos causados por una oposición sin
criterio ni proyecto político alguno, solo obediente a las elites burguesas de
la más regia derecha, y en contraparte pero no menos culpable esta un estado
dispuesto a defender a toda costa sus espacios de poder, aplicando políticas y
medidas alejadas de la voluntad y conveniencia del pueblo, capaz de ejecutar
abuso en la actuación de la fuerza pública y la violación a la propia
constitución al centralizar el poder integral de la nación a conveniencia; en
toda esta revuelta la principal víctima es el pueblo noble, es la gran mayoría
que vive de su trabajo; y en la opinión mayoritaria la solución plena está en
lograr un gran acuerdo nacional democrático, que ofrezca una salida electoral
al país como solución a la crisis; a lo que este inconveniente proceso
constituyente privaría de lograrlo y su riesgo principal seria la profundización
de las confrontación nacional al realizarse bajo términos que obstruyan la
participación de las mayorías, convirtiéndola en un proceso que concebiría una
constitución a la medida del gobierno de turno.
Lo antes descrito solo nos deja en el
consenso popular de que nuestra constitución por ahora no merece ni debe ser
sacrificada, ni modificada, y usar todos esos esfuerzos políticos y económicos
en enrumbarnos todos hacia un proceso profundo que nos lleve a repensar la
patria como principio para refundar la república, esto nos lleva a construir un
espacio para el reencuentro en paz, usando el perdón como vacuna contra la
violencia y la confrontación política, a constituirnos definitivamente en un
movimiento alternativo, capaz de crear una nueva tendencia política amplia, que
promueva como Desafío De Todos el trazarnos el camino hacia un mejor país
reconciliado y enrumbado hacia el desarrollo integral.