La
Federación de Estudiantes de Derecho de Venezuela alerta que el Ejecutivo ha
recurrido al encarcelamiento, asesinato y tortura de los estudiantes
contestatarios del proyecto político oficial, pero su valor para resistir el
asedio continúa.
Prensa.
Transparencia Venezuela.
En la lucha que los venezolanos han
afrontado por el restablecimiento de la institucionalidad democrática, la
reconstrucción del Estado de derecho y de un orden de libertades, los
estudiantes universitarios han tenido una contribución determinante.
Por ello, la represión para
silenciarlos, no es una tarea que el Gobierno le ha encargado exclusivamente a
los cuerpos de seguridad. “En ella participan coordinadamente los tribunales,
la Fiscalía General y la Defensoría del Pueblo, los cuales renunciaron a sus
tareas y deberes constitucionales y se sumaron al propósito de atemorizar,
perseguir y procurar impedir cualquier manifestación o acto, que a juicio del
Gobierno ponga en peligro la continuidad del proyecto socialista en el país”,
denunció la Federación de Estudiantes de Derecho de Venezuela (Fedeve) en el
ensayo: Débil separación de los poderes públicos y el sector estudiantil en
Venezuela, publicado en el libro Muchas instituciones, un jefe, producido por
Transparencia Venezuela.
La razón alude a que mientras el
Gobierno del difunto presidente Hugo Chávez, primero, y de Nicolás Maduro,
después, se ha concentrado en persuadir o forzar a los ciudadanos a aceptar la
ideología socialista, los estudiantes se han resistido a un tipo de vida que
está muy lejos de reflejar las aspiraciones, deseos y valores que varias décadas
de vida democrática sembraron en la conciencia social.
El Gobierno ha recurrido a la amenaza
abierta, la persecución judicial, el encarcelamiento, el exilio, el asesinato y
la tortura de muchos de los estudiantes contestatarios del proyecto político
oficial. Aunque ciudadanos de todos los sectores, clases sociales, edades y
profesiones, han sido víctimas de la represión en sus distintas formas, son los
estudiantes el objetivo central de la persecución. Sin embargo, también continúa
la determinación de la comunidad estudiantil de resistir el asedio.
La Fedeve señala en el texto que, en
otros momentos de la historia reciente, también la participación de los
estudiantes fue crucial y por ello no dejan de estar en el radar del Gobierno
opresor. Destacando tres períodos como
decisivos: la resistencia contra la toma de Consejo Universitario de la
Universidad Central de Venezuela en el año 2001. La campaña contra el proyecto de reforma
constitucional que se sometió a referéndum en el año 2007 y la desobediencia de
la Ley Orgánica de Educación Universitaria de 2010.