Prensa.
EFE
El número de solicitudes de asilo
presentadas por venezolanos en los primeros seis meses del año es casi el doble
que en todo 2016, alertó hoy viernes 14 de julio la Agencia de Naciones Unidas
para los Refugiados (Acnur). El año pasado, 27.000 venezolanos presentaron
solicitudes de asilo en el mundo entero, una cifra que ha ascendido hasta los
52.000 de enero a junio de este año.
“Estos datos representan solo una fracción
del total de venezolanos que pueden necesitar protección internacional, dado
que muchos no se registran como solicitantes de asilo, a pesar de que huyeron a
causa de la violencia y la inseguridad, así como su incapacidad de poder
sobrevivir”, afirmó en rueda de prensa William Spindler, portavoz de Acnur.
“Gracias a una larga tradición de
solidaridad” en los países latinoamericanos, los ciudadanos venezolanos pueden
residir en los países limítrofes bajo distintos tipos de residencia temporal,
explicó el vocero.
Aunque alertó de que “a causa de obstáculos
burocráticos, de periodos de espera muy largos, y del alto precio de las tasas,
muchos venezolanos optan por quedarse en una situación irregular en lugar de
usar los procedimientos de asilo o migratorios para regularizar sus situación”.
Según Acnur, muchos de los 300.000
venezolanos que residen en Colombia, de los 40.000 en Trinidad y Tobago, y de
los 30.000 de Brasil “pueden estar en esa situación”. De los que sí han
solicitado asilo, los principales países de destinos son Estados Unidos
(18.300), Brasil (12.960), Argentina (11.735), España (4.300), Uruguay (2.072)
y México (1.044).
Spindler especificó que Acnur pide a los
países que rechacen una solicitud de asilo que “no expulsen a esa persona a Venezuela,
dado que entendemos que su retorno puede exacerbar la situación”. Joel Millman,
portavoz de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM), especificó
que en las fronteras entre Venezuela y sus vecinos, especialmente con la
colombiana, se da lo que denominan “migración pendular”, cruces constantes de
ida y vuelta.
“Sí que hay gente que emigra de verdad,
pero lo que se da muchos son cruces de unas horas o de unos días para comprar
comida y medicamentos del otro lado de la frontera a causa de la escasez que
reina en Venezuela“, afirmó.
No usar justicia militar
La Oficina del Alto Comisionado de
Naciones Unidas para los Derechos Humanos pidió hoy al Gobierno venezolano que
no use la Justicia militar para juzgar a civiles, una práctica a la que han
sido sometidos casi medio centenar de personas y a la que el Gobierno no parece
querer renunciar. “Urgimos al Gobierno a que inmediatamente deje de usar la Justicia
militar para juzgar a civiles, algo que es contrario a la ley internacional de
derechos humanos, particularmente con respecto al debido proceso y a la garantías”,
afirmó Elizabeth Throssell, portavoz de la Oficina en rueda de prensa.
El vicepresidente ejecutivo, Tareck El
Aissami, advirtió ayer de que la Justicia militar encarcelará a aquellos que
obstaculicen la elección de la Asamblea Constituyente, proceso que tendrá lugar
el próximo 30 de julio y a la que se opone la oposición. Sobre la situación en
general del país, Throssell dijo que “les preocupaba mucho” y urgió a todos los
venezolanos a “usar medios pacíficos para hacer oír su voz”.
Con respecto a la consulta pública que
la oposición ha organizado para este domingo, el Alto Comisionado urgió al
Gobierno a “respetar los deseos de todos aquellos que quieren participar y a
garantizar el derechos de la población a la libertad de expresión, asociación y
asamblea”. Denunció que las fuerzas del orden hayan sido excesivas en sus
acciones para reprimir manifestaciones, y que el Gobierno haya utilizado tácticas
“represivas” para intimidar a la población. Throssell recordó que desde abril
92 personas han muerto y 1.500 han resultado heridas en relación con las
protestas ciudadanas contra el Gobierno y sus planes de modificar la Constitución.