Poco efectivo y
pago en billetes de baja denominación son las quejas más comunes que presentan
los pensionados cada vez que van a cobrar su beneficio por vejez. Gerentes de
instituciones bancarias argumentan que la poca disponibilidad de efectivo
depende del BCV.
Prensa. El
Universal /José Silva.
El
pago de la pensión se ha convertido en un vía crucis para muchos adultos
mayores, pues estos argumentan que durante los dos últimos meses han tenido que
recurrir en más de una ocasión a las entidades bancarias, tanto públicas como
privadas, para poder retirar completamente dicho beneficio que normalmente les
cancela el Estado los días 20 de cada mes.
Poca
disponibilidad de efectivo, pago fraccionado, colas de hasta cinco horas y
molestia por pagos con billetes de baja denominación fueron algunos de los
testimonios que obtuvo el equipo reporteril de El Universal durante un
recorrido por los distintos bancos ubicados al oeste de Caracas donde se
entrevistó a una veintena de personas.
Francisco
Martínez –un vendedor ambulante de café que otrora trabajó como obrero en
distintas constructoras– relató que ya le falta un año para recibir la pensión,
pero manifestó su temor a llegar a ese día. “Yo he visto cómo los abuelitos
madrugan para cobrar y muchas veces se quejan porque no reciben el monto
completo y los mandan a ir el día siguiente”, acotó.
Desde
el 1 de julio de este año el ingreso de los pensionados se ubicó en Bs. 126 mil
790,3 que se distribuyen en Bs. 97.531 –monto equivalente al salario mínimo–,
además de un bono especial de guerra económica de Bs. 29.259,3. Según cifras
del Gobierno, más de 90% de los adultos mayores en Venezuela reciben el beneficio
de la pensión, unas 3,3 millones de personas.
“Estamos
pasando las de Caín, por un vía crucis que se repite cada mes, nunca habíamos
vivido algo así”, expresó Elvia desde las afueras de una entidad financiera en
el Centro Comercial San Martín tras asegurar que entre agosto y septiembre ha
tenido que ir más de cuatro veces al banco porque solo le dispensan un máximo
de 30 mil bolívares por día “y a veces me dan puros billetes de 10 y 20
bolívares”.
La
septuagenaria añadió que padece de hipertensión arterial, pero dejó de
preocuparse por adquirir los medicamentos para dicha enfermedad “porque no hay
de ningún tipo” en las farmacias y que, cuando no está en las colas del banco,
utiliza el dinero que recibe para comprar pan todas las mañanas. “El bono ese
de guerra económica se me va en un cartón de huevos”, subrayó.
Hace
dos semanas la Superintendencia de las Instituciones del Sector Bancario de
Venezuela (Sudeban) publicó en Twitter una circular enviada a las instituciones
financieras donde se insta, entre otras cosas, a no limitar la cantidad de
retiro de efectivo a los adultos mayores pensionados, jubilados y personas con
discapacidad.
Pese
a esta decisión, la gerente de un banco del centro de la ciudad –quien pidió no
ser identificada– le comentó a El Universal que las entidades financieras
trabajan con la disponibilidad de efectivo que les asigna el Banco Central de
Venezuela (BCV).
“En
el país hay problemas de efectivo, eso todo el mundo lo sabe, pero nosotros les
pagamos a los pensionados su monto completo aunque en cantidades fraccionadas
por día dependiendo de nuestra disponibilidad de billetes”, acotó, quien
también sugirió que tanto la Sudeban como el BCV deben crear políticas para
permitirle a la banca disponer de efectivo. Esta declaración coincidió con la
de otros agentes de la banca privada.
La
gerente afirmó que muchos de los adultos mayores que cobran en esa institución
poseen tarjetas de débito, pero prefieren esperar en las afueras de la entidad
desde las 5:00 a.m., los días de cobro, para retirar el efectivo dado que
muchos de ellos no están familiarizados con las transacciones electrónicas.
Durante
un recorrido realizado este lunes por distintas sedes de la banca pública, se
constató que dos de ellas no tenían disponibilidad de efectivo por taquilla. Elvira,
de 89 años, quien además presentaba problemas para movilizarse, comentó que
toda su pensión se le va en la compra de medicina importada para el tratamiento
de su artritis. “Con la tarjeta esa (de débito) gasto 90 mil bolívares en medicamentos”,
dijo.
Desde
la plaza de La Candelaria añadió que desde el año pasado se encuentra esperando
que cancelen el bono de alimentación porque también debe comprar pañales para
adultos “y el paquete de seis unidades cuesta entre 35 y 50 mil bolívares”.
“Uno en este país no tiene derecho a envejecer”, ironizó.