Prensa. Una
Ventana a la Libertad-Apure.
La
mala alimentación en los centro de detención preventiva (CDP) en Apure, al sur
de Venezuela, refleja no solo pérdida de peso, sino un deterioro de la salud tanto emocional como
física de los privados de libertad en lo que va de año 2017. Los familiares
llaneros de los detenidos tienen que sufragar los gastos de la comida y
productos de higiene personal diariamente porque algunos organismos reclusorios
no cuentan con partida para la alimentación e higiene personal de los privados
de libertad. Tal es el caso de los CDP del Comando Nacional Antiextorsión y Secuestro (CONAS-GBN)
y Sub-Delegación del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y
Criminalísticas (CICPC), de San Fernando
de Apure.
No
así en el Internado Judicial de San Fernando, que depende del Ministerio de
Asuntos Penitenciarios donde si hay una partida para alimentación. Pero no
cubre a toda la población penal como es debido. Algunos familiares prefieren
llevarles la comida a sus parientes por deficiencia en los alimentos
suministrados y otros presos bajo los caminos verdes consiguen los alimentos
bajo la extorsión. Las proyecciones que
maneja una Ventana a la Libertad-Apure es que se puede pasar en algunos CDP de
la entidad llanera de la desnutrición leve registrada durante este 2017 a una
desnutrición severa en el año 2018, si continua agudizando la crisis económica
en Venezuela.
Sub-Delegación
del CICPC San Fernando.
Se
logró entrevistar a una familiar de un
privado de libertad de la Sub-Delegación del Cuerpo de Investigaciones
Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC), San Fernando, quien pidió la reserva de su nombre. La llamaremos
Carmen. Ella refirió que gasta en comida y pasaje un aproximado de 40mil Bs. diarios y semanalmente 280mil Bs.
Le permiten llevar la comida una sola vez por día en un recipiente transparente
y también le llevan agua natural solamente. No le permiten llevar ningún otro
tipo de bebidas, café u otro líquido. Cabe destacar, que el agua debe ser
suministrada por los familiares en bolsa transparente.
Carmen
destacó que les permiten ingresar cualquier tipo de comida siempre y cuando no
contenga huesos. Dijo también que solo comen la alimentación que les llevan los
familiares y que no se cumplen las tres comidas diarias, sino menos de 2
comidas. Antes le permitían cocinar, ahora no. También, indicó Carmen que se le
hace difícil llevarle la comida diariamente por la situación económica del
país, donde todo aumenta cada día y por eso ha perdido peso su pareja. Ha visto
a otros de sus compañeros de celda más flacos porque no se alimentan bien.
Carmen
manifestó que por la llegada de un nuevo funcionario a la dirección del CICPC,
le quitaron algunos beneficios que tenían los presos, como dormir en
colchonetas con ventiladores, chinchorros. Contó que la higiene de los
detenidos es pésima, ya que se han visto afectados por erupciones en sus
cuerpos porque sólo les permiten asearse
y cambiarse de ropa los viernes para el sábado, para que puedan recibir
visitas, aunque estas se mantenían
suspendidas desde hace 15 días aproximadamente. Señaló que en el mes de
septiembre del presente año se produjo una protestas en ese recinto porque le
quitaron los beneficios, traslados y se
cortaron en el cuerpo produciendo una huelga de sangre y de hambre los privados
libertad.
CONAS-GNB
en San Fernando.
Se
entrevistó a un familiar de un privado de
libertad que salió recientemente de los calabozos del Comando Nacional Antiextorsión y Secuestro
(CONAS-GNB), ubicado en la avenida primero de mayo de la ciudad de San
Fernando. Para ello, pidió que se resguardara su nombre. Por lo cual, le
colocaremos Carlos, quien dijo que la comida que consumen ahí los presos es
sufragadas en su totalidad por los
familiares. Señaló que hay más de 100 privados de libertad en el recinto que se
encuentra hacinados, al igual que en la Sub-Delegación del CICPC de la capital
apureña.
Carlos
destacó que pueden llevar todo tipo de comida una vez al día. Así pueden
obtener el desayuno que es casi el almuerzo y la cena. Contó que no
les permiten almacenar alimentos
para el siguiente día. Los familiares todos los días tienen que llevarles la
comida a sus detenidos y si el familiar no le lleva los alimentos un día otros
privados de libertad comparten la comida. De paso, algunos privados de libertad
comparten la comida con los custodios, porque estos funcionarios no manejan una
partida para su comida y por ello a
veces tienen que pedirle a ganaderos y comerciantes para la alimentación de la
custodia.
Carlos
indicó que en el CONAS-GNB-San Fernando hay pérdida de pesos en la mayoría de
los recluidos, que existe desnutrición porque pasan hambre “pareja”, al igual
que el resto de los venezolanos por los altos precios de los alimentos.
Asimismo, refirió esta persona que sólo existe un baño para todo los privados
de libertad en el CONAS-GNB de San Fernando y que también tienen que llevarle
los artículos de higiene personal y hasta el agua que consumen es llevado por
los familiares. En cuanto al presupuesto para la comida,
comentó que este se ajusta a la alimentación diaria de cada familia y que a
veces a algunos no le llevan nada, por carecer de recursos económicos tanto
para la comida como para el transporte diario de la misma.
Carlos
tiene carro y comentó que tenía un estimado para la preparación de la comida
entre 50mil bs a 70mil bs diarios y que
semanalmente su gasto rondaba entre; 350mil bs y 490mil bs para suministrarle a su familiar el desayuno,
el almuerzo y la cena, sin incluir los gastos de higiene personal que están más
caro que la comida.
Internado
Judicial de San Fernando.
Todos
los días, desde las ocho de la mañana hasta las cuatro de la tarde, familiares
de privados de libertad se acercan al Internado Judicial de San Fernando de
Apure, ubicado en la calle Diana y al lado del Paseo Libertador, para traerle a
su hijo, hermano, esposo o cónyuge una de las tres comidas diarias, en algunos
casos las tres comidas. La situación de nuestro país no escapa ni siquiera para
quienes están tras las rejas, para ellos que no tienen una manera de subsistir
y tienen que depender de sus familiares, la alimentación es algo muy difícil de
conseguir.
Marian
Espinoza, quien tiene a su hermano y su esposo recluidos en este centro penitenciario
comenta que se ha visto en la necesidad de revender cosas para poder vivir y
llevarles comida a sus familiares. Ella es una de las muchas mujeres que hacen
fila en la puerta del internado judicial por media hora y a veces una hora
completa hasta que los oficiales de seguridad la dejan ingresar para darle los
alimentos a los privados de libertad.
La
señora Espinoza también nos dice que ha visto como la salud de su esposo y la
de su hermano ha decaído debido a la falta de alimentos y a la situación de
hacinamiento que hay dentro del internado. Acota que el agua dentro de las
instalaciones está contaminada y que hay algunos presos que venden agua
potable.
Katerine
Caraballo, quien le lleva comida a su pareja, nos dice que debido a la lejanía
entre su hogar y el internado solo puede traerle comida una vez al día a su
pareja y que muchas veces no consigue alimentos para llevarle por la falta de
dinero. Nos repite los mismos detalles acerca del agua potable siendo vendida
por los presos dentro del internado.
La
situación no es igual para todos los familiares. Una señora comenta que solo
puede llevarle comida a su familiar cada 8 días, pero señala que dentro del
internado les dan comida, aunque deficiente, por ejemplo, nos dice que la
semana pasada les dieron sopa de sardina con zanahoria. Para otros familiares
es cuesta arriba llevarles comida por el aumento de los costos, tanto de los
alimentos como de los pasajes para trasladarse hasta el centro penitenciario.
Dentro
de la normativa para llevar la comida no hay ninguna restricción en cuanto a
algunos alimentos. Los familiares pueden traer lo que deseen para el privado de
libertad, pero sí hay ciertos lineamientos para poder ingresar la comida. Entre
ellos están: los envases deben ser transparentes, si traen bolsas estas deben
ser claras de forma que lo que haya dentro sea visible para los guardias, no
pueden ingresar envases de hierro o aluminio.
Los
fines de semana, en especial los domingos, hacen acto de presencia distintas
iglesias evangélicas en el internado judicial, éstas llevan comida y predican
la palabra de Dios a los presos con la buena voluntad de hacerlos cambiar y
buscar una vida mejor.
Un
trabajador del Internado Judicial de San Fernando, que reservamos su nombre,
como contra parte indicó que le permiten a los familiares la entrada de víveres
y enlatados, frutas, verduras y hortalizas. Poca comida congelada. Los
alimentos se empaquetan en bolsas plásticas corrientes de uso diario y normal.
Comen balanceadamente las tres comidas con jugos naturales. Los alimentos que
ingresan son de tipo no perecedero. En cualquier parte se pueden guardar.
Consumen agua potable. Mantienen una higiene normal, los familiares les llevan
artículos de limpieza e higiene personal.
Equipo
UVL Apure.
http://unaventanaalalibertad.org/reporte-uvl/familiares-sufragan-alimentacion-de-privados-de-libertad-en-centros-de-detencion-preventiva-en-apure/