Prensa. AFP.
Casi
un tercio de los latinoamericanos pagaron sobornos en el último año para
acceder a servicios públicos como salud o justicia, en una práctica que no
diferencia género ni clase social, según una encuesta de la ONG Transparencia
Internacional difundida este lunes. El sondeo, realizado a domicilio a más de
22.000 personas de 20 países de América Latina y el Caribe, revela un cuadro de
rampante corrupción en la región, con especial recelo de los ciudadanos hacia
su policía y los políticos, y ante el cual la respuesta gubernamental es
considerada insuficiente.
El
sistema termina arrastrando a parte de la población. Un 29% de los ciudadanos
que usaron seis servicios públicos (educación, atención médica, adquisición de
documentos de identidad, policía, servicios básicos y tribunales) pagaron algún
soborno en los 12 meses anteriores, según TI.
La
organización calcula que ello representa unas 90 millones de personas, sin
mayores diferencias entre género, edad y clase social, aunque acotó que los
pagos de sobornos pueden ser una carga desproporcionadamente mayor para los más
pobres. “El soborno representa un modo de enriquecerse para unos pocos y un
gran obstáculo para acceder a servicios públicos clave, en especial para los
sectores más vulnerables de la sociedad”, dijo el presidente de Transparencia
Internacional, José Ugaz, citado en un comunicado.
El
reporte destacó que a pesar de las recientes manifestaciones anticorrupción en
Brasil, Guatemala y Venezuela, casi dos tercios (62%) de los encuestados
afirmaron que la corrupción había aumentado. ¿Los más corruptos? Policías y
políticos, según 47% de los consultados. En el caso de la policía, se eleva a
73% en Venezuela, y 69% para los políticos en Paraguay.
También,
más de la mitad de los encuestados reprueba la respuesta de los gobiernos,
especialmente los venezolanos y los peruanos, con 76% y 73% respectivamente. “Los
latinoamericanos y caribeños están siendo defraudados por sus gobiernos, su
clase política y los líderes del sector privado”, dijo Ugaz, destacando que el
escándalo brasileño del Lava Jato “demuestra que la corrupción está ampliamente
extendida” en la región.
Por
el contrario, la gran mayoría (70%) confía en que los ciudadanos pueden tener
un papel positivo en la lucha contra la corrupción, especialmente en Brasil
(83%), donde los escándalos millonarios tienen acorralada a prácticamente toda
la clase política.
Aún
así, menos de uno de cada diez denuncian las irregularidades. “No es
sorprendente” pues la “amenaza de una represalia violenta constituye un riesgo
real”, dijo TI. De hecho, un 28% dijo haber sido sancionado tras hacer una
denuncia por soborno.
“El
soborno es una experiencia demasiado habitual” en la región, según la ONG. Varía
sustancialmente según los países. Un 51% en México y un 46% en República
Dominicana afirman haber pagado sobornos, cifras que contrastan con el 6%
registrado en Trinidad y Tobago y el 11% en Brasil. La mayor incidencia cae en
la atención médica, con un quinto de los encuestados afirmando que pagaron
sobornos para obtener el tratamiento adecuado, seguido de la educación y los
trámites en tribunales.
Pero
al analizarlos por país, los sobornos a la policía son los más comunes en
Venezuela: más de 40%, y también son elevados en los tribunales (36%). En
México, la corrupción está más arraigada en escuelas, hospitales y entes que
emiten documentación personal. Los resultados del sondeo tiene un margen de
error de +/- 3,1 puntos porcentuales y un nivel de confiabilidad de 95%.