Prensa. EFE
El
ex secretario ejecutivo de la CIDH Santiago Cantón espera que los países de la
OEA actúen si el panel de expertos, al que pertenece, decide que hay base para
denunciar al Gobierno de Venezuela ante la Corte Penal Internacional (CPI) por
crímenes contra la humanidad.
“Esperemos
que haya Estados que, en caso de que se decida que hay delitos graves de lesa
humanidad, se comprometan con este tema y, si no, que sea la Secretaría General
(de la OEA, dirigida por Luis Almagro) quien haga la denuncia, pero que se abra
una investigación en la CPI”, dijo en una entrevista con Efe en Washington.
El
abogado argentino es uno de los tres expertos que han moderado las audiencias
de la Organización de los Estados Americanos (OEA) sobre Venezuela y elaborarán
en el próximo “mes o mes y medio” un informe con su opinión sobre si hay
fundamento para llevar a las autoridades chavistas ante el tribunal con sede en
La Haya (Holanda) por crímenes contra la humanidad.
“Es
importante, en caso de que existan este tipo de delitos, que no continúen en la
impunidad, nosotros lo hemos visto en la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos (CIDH), la impunidad por violaciones de derechos humanos en América
Latina es enorme”, señaló.
“Las
audiencias de Venezuela en la OEA son un mecanismo más para poner fin a esa
impunidad y esperemos que los Estados se lo tomen en serio”, afirmó, después de
que este jueves concluyera la tercera y última ronda de sesiones en el
organismo regional.
Ninguno
de los países miembros ha expresado voluntad de denunciar al Gobierno de
Nicolás Maduro ante la CPI y la acogida que han dado a la iniciativa es, cuando
menos, fría.
Estas
audiencias, un proceso insólito en la OEA, son una idea del secretario general,
Luis Almagro, una de las voces internacionales más críticas con Maduro y quien,
de no hacerlo ningún Estado, podría llevar este caso ante La Haya.
En
las sesiones, celebradas una vez al mes desde septiembre, la ausencia de
embajadores de la OEA ha sido casi total: solo los de Costa Rica, Panamá y
Canadá se han dejado ver en alguna, y ninguno ha tomado nunca la palabra para
hacer preguntas a las víctimas y testigos.
“No
me sorprende, los Estados de la OEA siempre han preferido mirar al costado en
general, pero creo que en esta oportunidad hay un cambio de paradigma. Almagro
ha decidido que, independientemente de la opinión de algunos Estados, a los que
informa e invita, la Secretaría General puede tener una opinión propia en las
materias fundamentales de derechos humanos y democracia”, indicó Cantón.
“Almagro
ha decidido que es importante que haya una voz de la OEA y la Secretaría
General está llevando adelante esa voz. Esto es un cambio de paradigma que
eleva la vara de lo que deben hacer los secretarios generales a partir de este
momento”, subrayó.
Preguntado
por qué diría a los Estados, no sólo Venezuela, que cuestionan que la OEA acoja
estas sesiones sin precedentes, el abogado llama a pensar en las víctimas.
“Que
piensen en las víctimas, me hubiese gustado que estén acá escuchando el clamor
de esas madres y padres, que se enfrentan a una pared todos los días en
Venezuela, que no les dan respuesta. La OEA tiene la obligación de encontrar
respuestas a las personas de América y es la encargada de velar por la
democracia y los derechos humanos en la región”, sostuvo.
“Me
pregunto, ¿los Estados quieren que la OEA sea una institución que, ante graves
violaciones de derechos humanos mira para otro lado? No, yo creo que no, que
los Estados democráticos que surgieron a partir de la década de los ochenta
queremos que haya una OEA que realmente mire estas cosas y tenga dientes para
resolverlas”, añadió.
Cantón,
que conoce muy bien los entresijos de la OEA tras sus más de diez años en la
CIDH y sus treinta en Washington, considera que en las cancillerías de los
países miembros “se ve más positivamente” de lo que expresan sus embajadores en
Washington.
“Muchos
Estados no hablan, pero sí quieren que lo que se hace se siga haciendo”,
aseguró. A la pregunta de si su trabajo en las audiencias supone una vuelta a
la OEA, Cantón sonríe y deja claro que no, que seguirá en su puesto de
secretario de Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires.
Cristina García Casado/EFE