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Un
Corredor de Energías Limpias es la nueva apuesta de América Central para hacer
más sostenible su red de transmisión eléctrica de 1.800 kilómetros que
atraviesa seis países de la región, en una iniciativa sin parangón en el mundo.
Autoridades y especialistas centroamericanos contaron a
IPS cuáles son los objetivos de este Corredor, acordado en 2015 y destinado a
fortalecer la infraestructura eléctrica regional, para dinamizar el intercambio
de electricidad generada con fuentes renovables, más baratas y amigables con el
ambiente.
“Cada
uno de los países está haciendo lo posible por generar con energía limpia (…) y
si hay más generación de lo que se consume, es ilógico que no se pueda utilizar
en otros países que están haciendo uso de energías térmicas, allí es donde
viene el Corredor de Energías Limpias”, dijo desde Panamá el director de
Electricidad, de la Secretaría (ministerio) de Energía de ese país, Fernando
Díaz.
La
iniciativa fue promovida por la Agencia Internacional de Energías Renovables
(IRENA, en inglés), que adelanta esfuerzos similares en África y el Sudeste
Asiático. La red eléctrica interconectada surgió dentro del Sistema de
Integración Centroamericana, el SICA, y da vida Mercado Eléctrico Regional,
vigente desde el año 2000.
Más
de 50 por ciento de la energía transada es provisto con plantas
hidroeléctricas, un 35 por ciento con térmicas y 15 por ciento con geotérmicas,
fotovoltaicas y eólicas, explicó el
nicaragüense René González, director ejecutivo del Ente Operador Regional,
administrador de las transacciones de energía en el mercado eléctrico.
La
iniciativa del Corredor va en sintonía con los propósitos planteados en la
Estrategia Energética Sustentable Centroamericana 2020, acordada por los
gobiernos del área en 2007, que intenta superar la dependencia de energía
fósil, y fomentar las renovables, señaló a IPS el director ejecutivo de la
Secretaría General del SICA, Werner Vargas.
“La
idea (del Corredor) es inyectar energías limpias en el sistema eléctrico de
Centroamérica, pero garantizando que no haya demasiada variabilidad”, explicó
el máximo funcionario del sistema de integración de una región con 48 millones
de personas.