Prensa.
Aarón Rodríguez.
Para el dirigente del partido Voluntad
Popular en el estado Carabobo, Aarón Rodríguez Moro, el gobierno de Nicolás
Maduro ha cerrado todas las posibilidades de salidas democráticas a la crisis
que atraviesa el país, a la vez que intenta generar un caos que justifique
mayor represión a la disidencia, y mayor control sobre la vida de los
ciudadanos y las instituciones del país.
Rodríguez dice no entender cómo el
gobierno de Maduro, en forma testaruda e irresponsable, bloquea las salidas
políticas a la peor crisis que ha atravesado el país en su historia,
insistiendo en mantener sometido bajo el poder de la represión a la población
que padece una de las peores crisis humanitarias de su historia.
“No hay explicación alguna para que el
gobierno, viendo que la gente está muriendo de hambre; donde han aparecido
importantes índices de desnutrición en la población; donde la gente fallece por
no recibir atención médica o porque no consiguen las medicinas; donde la
inflación ha empobrecido a la mayoría de los venezolanos obligándonos a vivir
en la miseria y a comer de la basura; insista en mantenerse en el poder ‘a
costa de lo que sea’, cuando ha sido su culpa la situación actual, a pesar de
haber manejado la mayor cantidad de recursos económicos de la región”.
El dirigente del partido naranja
calificó a la revolución bolivariana como una de las peores dictaduras del
mundo, pues está fundamentada sobre el hambre, la muerte de muchos y sobre la
miseria y la desgracia de un pueblo que debería vivir en mejores condiciones y
que hoy tiene que –incluso- huir del país para garantizar su propia
subsistencia, pues el Estado venezolano no puede, en los actuales momentos,
garantizar ninguno de los derechos fundamentales de los ciudadanos.
“Se burlan de los venezolanos. Llaman a
un diálogo para resolver la situación y patean los acuerdos, las negociaciones,
e irrespetan a sus interlocutores dejando sinsabor y desconfianza. Invalidan
partidos políticos, tuercen las leyes para condicionar la participación
política, usan la ilegítima Asamblea Constituyente para validar todos sus
desmanes y convocan a fraudes electorales en los que nadie cree y luego, cuando
la gente sale a protestar, utilizan a las fuerzas armadas para reprimir, siendo
capaces –incluso- de ir contra la vida de su gente”.
El activista político considera que la
estrategia de todo este cuadro creado por el gobierno ha sido provocar la
inacción y el desaliento de la gente por la pérdida de la confianza y la
esperanza a una salida pronta, y lo que es peor aún, por miedo.
“Esta es la manera cómo los regímenes
comunistas han sometido a los pueblos donde se han instaurado. El gobierno se
encarga de que la gente desconfíe de todos y de todo, a la vez que pierdan toda
esperanza a una salida que pueda cambiar la fría realidad. Entonces los
sometidos se acomodan para, por lo menos, recibir el cobijo de las
instituciones con las migajas de miseria que reparten, pues si es imposible
mejorar la realidad, por lo menos es necesario obtener lo mejor de ésta. Una
vez sin esperanzas, el espíritu de la sociedad se adormece y se acaban los
conflictos que pudiesen propiciar los cambios. Entonces el régimen se instituye
como una instancia que controla todos los espacios de la vida, tanto pública
como privada, perpetuándose para siempre con el sueño de todo tirano: la
sumisión absoluta de su gente”.
Rodríguez piensa que uno de los mayores
retos que la oposición tiene en los actuales momentos es recobrar la confianza
de su gente, que es la mayoría de los venezolanos, pues, aunque todo parece
indicar que el gobierno siempre se sale con las suyas y logra imponer su
retorcida visión de la democracia, la realidad es que el concierto de
acontecimientos nacionales e internacionales es desfavorable para la revolución
chavista que sólo se mantiene por la fuerza.
“Es necesario que los venezolanos nos
reagrupemos y retomemos la lucha pacífica, no violenta, que está consagrada en
la Constitución. No podemos permitir que nos roben la esperanza, ni los sueños,
somos mayoría y juntos podemos lograr el cambio. Muchas voces se han levantado
a favor de los venezolanos, apoyo de países, así como de intelectuales y de la
iglesia. Debemos dejar de pensar que alguien nos solucione el problema y
cambiar eso de: ‘algo tiene que pasar’, por una frase más activa como: ‘debo
hacer algo para que esta realidad cambie’. El país nos necesita a todos y no
podemos demorar más tiempo en tomar nuestras trincheras de lucha”.