Las
aprehensiones de inmigrantes indocumentados en la frontera sur y oeste de
Estados Unidos, la que lo separa de México, bajaron un 12 por ciento en enero
respecto al mes anterior, aunque es la segunda cifra más alta en un primer mes
del año desde 2013, informó el Departamento de Seguridad Nacional.
Prensa. Mundo
Hispánico.
El
total de detenciones que se practicaron entre el 1 y el 31 de enero fue de
35,822, una cifra inferior a la de diciembre, cuando fueron detenidas 40,511
personas tratando de cruzar la frontera hacia la Unión Americana. Sin embargo,
el registro de enero de 2018 es el segundo más alto en un primer mes del año
desde 2013, únicamente superado por el enero de 2017, cuando se arrestaron a un
total de 42,463 personas.
De
enero a enero, 376,883 inmigrantes indocumentados fueron detenidos en esa
frontera, que incluye los estados de California, Nuevo México, Arizona y Texas.
Las autoridades fronterizas estadounidenses arrestaron a 3,986 menores de edad
sin acompañantes en enero de este año, una cifra inferior a los 4,991
aprehendidos en el mes anterior.
“Una
vez más, este mes vimos una cantidad inaceptable de menores de edad sin
acompañantes y unidades familiares inundando nuestra frontera debido a las
lagunas de nuestro sistema”, señaló en un comunicado Tyler Houlton, secretario
de prensa en funciones de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP,
por sus siglas en inglés).
Houlton
subrayó que para hacer que Estados Unidos “sea más seguro”, el Congreso debe
actuar para cerrar unos vacíos legales que “han creado incentivos” para los
inmigrantes indocumentados, que pueden entregarse a las autoridades en la
frontera y ser liberados a la espera de que un tribunal de inmigración
determine su futuro.
“Estos
inmigrantes están siendo explotados por organizaciones criminales
trasnacionales peligrosas como la MS-13”, añadió el funcionario. En los últimos
cuatro meses, 7,303 menores guatemaltecos no acompañados fueron detenidos en la
frontera estadounidense, más del doble que los 3,278 mexicanos que fueron
arrestados.
Los
menores llegados de México y Centroamérica están siendo detenidos en mayor
medida en el puerto de Big Bend, Texas, un 70 por ciento más que en el año
fiscal anterior, mientras que las aprehensiones en el puerto de Río Grande,
también en Texas, disminuyeron un 60 por ciento en el mismo periodo.