El testimonio de
Enrique Ariza hunde más a José Miguel Narváez el cerebro del grupo G-3 que
persiguió e intimidó a periodistas, sindicalistas, activistas de derechos
humanos y opositores en Colombia.
Prensa.
nuevatribuna.es / MARVIN DAVID DEL CID.
La
hora llegó. El momento en el cual uno de los hombres con más poder en los
servicios de inteligencia de Colombia declaró ante el juez. No es común ver
detenido a un exfuncionario que tuvo
tanto poder durante muchos años, pero el 19 de diciembre de 2017, finalmente se concretó el testimonio.
Con
un semblante serio y acompañado de agente de presidios ingresó a la pequeña
sala de los Juzgados Especializados de Bogotá el exjefe de la inteligencia de
Colombia Enrique Alberto Ariza Riva, para dirigirse de inmediato al lugar que
le fue designado para hablar.
En
esa misma sala se encontraba en calidad de detenido otro de los hombres fuertes
de la policía secreta de Colombia José Miguel Narváez quien al ver a Ariza
Rivas no pudo ocultar su malestar, durante varios meses tuvieron un férreo
enfrentamiento cuando trabajaron en el Departamento Administrativo y de
Seguridad (DAS). Ahora, ambos son señalados de torturar a la periodista
colombiana Claudia Julieta Duque Orrego.
Ninguno
de los dos cruzó mirada. La tensión fue evidente en la sala y los abogados
presentes en la audiencia solo murmuraron cuando los dos detenidos pasaron uno
a la par del otro. Los asistentes al debate tampoco perdieron detalle.
Aunque
no era la primera vez que se veían las caras en el juicio. En junio de 2017,
Ariza fue presentado ante el tribunal para que rindiera testimonio, pero una
nueva práctica dilatoria de los abogados de Narváez lo evitó.
Duque
Orrego fue secuestrada el 23 de julio de 2001 en Bogotá por agentes del DAS.
Luego de ello, se tuvo que ir al exilió en varias ocasiones por amenazas e
intimidaciones contra ella y su hija, un calvario que han vivido por más de 18
años. Hoy varios ex agentes de la inteligencia colombiana enfrentan proceso
penal por torturas psicológicas en contra de la comunicadora.
En
la audiencia estaban varios familiares de Ariza para ser testigos de lo que
dijo ese día. De igual manera integrantes de Brigadas Internacionales de Paz y
de la Federación Internacional de Periodistas (IFJ, por sus siglas en ingles),
entidad que la ha dado cobertura al caso.
Como
era de esperarse la defensa de Narváez de nuevo hizo de las suyas y con una
batería de argumentos quiso evitar la declaración. El abogado Luis Carlos Hoyos
Quimbayo tomó la palabra a los pocos segundos que inició la audiencia.
Su
argumento fue que Duque Orrego utiliza las redes sociales para hacerle daño y
difamar a su cliente.
“Quiero
insistir en algo que no nos parece. Yo quiero que se imparta instrucción a la
representación de víctimas. El escenario correcto donde se ventila los casos es
en la sala de audiencia, rechazo que se hagan valoraciones en la tribuna
periodística. Estoy en total desacuerdo en que se ventilen las minucias del
proceso (…) en las redes sociales y en cuanta columna política puede escribir
la señora Claudia Julieta Duque”, dijo casi gritando Hoyos Quimbayo.
El
abogado aseveró que Duque miente en redes sociales, como Twitter, al hacer
comentarios sobre el caso y que eso afecta a su defendido.
Agregó:
“El señor José Miguel Narváez goza de presunción de inocencia. Para esta
defensa pública es reprobable que se trate de llevar un juicio paralelo en los
medios de comunicación y yo solicito que por lo menos se modere por parte de la
señora Claudia Julieta Duque ese aspecto. Además vamos a ventilar temas de
seguridad nacional y de orden público, por lo que habrá necesidad que usted
adopte medidas”.
El
juez a cargo del caso, Sergio León Martínez, llamó al orden al abogado en
varias ocasiones “es una ponderación como usted mismo lo dice señor defensor,
por lo pronto hasta que no se advierta que no hay un desbordamiento, no se
pueden tomar medidas”.
“Además,
este es un juicio público”, le respondió León.
Hoyos
Quimbayo pidió que no se permitiera a los periodistas tomar fotografías en el
juicio, pero también fue rechazado por el juez.
Luego
de más de 15 minutos de retraso se inició la declaración de Ariza Rivas. El
testigo y procesado en el caso sacó de una maleta que llevaba un voluminoso
expediente, el cual puso sobre la mesa y esperó las preguntas del juez.
El
inicio
¿Cuándo
ingresó al DAS?, fue la primera pregunta de León a Ariza: “Antes de tomar
posesión en el DAS hice un curso, que tuvo lugar en el mes de mayo de 1994,
vimos inteligencia básica, análisis y seguimiento. El 4 de julio de 1994 me
posesiono en el grado de auxiliar de inteligencia (…) me recibió el coronel
Jorge Echeverría Pinto”.
Durante
más de una hora contó cuales fueron sus principales funciones en el DAS en los
primeros meses, entre ellas, investigar acciones y al grupo guerrillero Fuerzas
Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
En
1995 aseguró que los subieron de puesto a auxiliar de inteligencia nueve. Ya en
1996 su trabajo consistió en hacer análisis y de recolección de información,
pero no dio más detalles.
Para
el 18 de noviembre de 2002 es nombrado como subdirector de análisis de la
Dirección General de Inteligencia del (DAS). Antes de ello también estuvo
designado en otras ciudades de Colombia para investigar el tráfico de armas y
realizar análisis, como él lo llamó en varias ocasiones.
Luego
de ello vinieron otros cargos hasta convertirse en director del DAS.
Ariza
Rivas utilizó las más de siete horas que estuvo frente al juez en donde contó
algunas de sus funciones en el DAS y para algunos tuvo muy buena memoria, pero
para muchas de las interrogantes más complicados evitó dar respuesta a
profundidad o dijo no recordarse.
En
2006 huyó a Estados Unidos en donde intentó buscar asilo político alegando
persecución en Colombia, pero el mismo le fue negado. Luego de ser detenido en
marzo de 2016 en Miami, lugar en donde residía, fue deportado el 24 de abril de
2017.
Ariza
Rivas ya había cumplido una condena de 96 meses de prisión por concierto para
delinquir impuesta por la Corte Suprema de Justicia, que en octubre pasado
confirmó su participación en el espionaje (chuzadas) contra más de 300 personas
opositoras al gobierno de Álvaro Uribe Vélez (2002-2010).
La
creación del G-3
Ariza
Rivas reafirmó lo que ya se sabía desde hace muchos años, que el creador del
G-3, grupo integrado en el DAS, fue organizado y manejado por Narváez, cuyas
funciones principales eran intimidar, perseguir y amenazar a cientos de
personas en Colombia, los cuales a criterio de ese grupo eran considerados como
enemigos del Estado.
El
1 de abril de 2004 Ariza es nombrado como subdirector de inteligencia y relata
que a los 15 días después de esa fecha llegan a su oficina Jaime Fernando
Ovalle Olaz (falleció en diciembre de 2009) y Juan Carlos Sastoque (prófugo),
para comentarle que están investigando a varias ONGs.
“Imagínese
que estamos haciendo un trabajo en el cual recopilamos información de unas ONGs
que están siendo infiltradas por la subversión y están adquiriendo recursos
económicos de las demandas ganadas al Estado colombiano”, asegura que le
expresaron Ovalle y Sastoque.
Luego
de ello se reunió con Giancarlo Auqué de Silvestri, quien era director de
inteligencia, para comentarle lo anterior y quien asegura le respondió:
“Estamos organizando ese grupo y se les debe prestar toda la colaboración”.
A
la postre se conoció que tanto Ovalle Olaz como Sastoque eran parte del G-3.
“Por qué es muy importante esa fecha, se dice que yo participé en la reunión de
la creación del grupo G-3, ni sabía que lo habían creado, ni tenía el cargo, ni
designación para asistir a esa reunión”, resaltó Ariza quien trató desligarse
de ese tema.
Las
palabras de Ariza causaron sorpresa en la periodista Duque, quien ha señalado
constantemente la participación de él en las torturas de las que fue víctima.
Se
encuentra documentado el uso de gastos reservados de inteligencia por parte del
G‐3 para seguir a los denominados “blancos”
del DAS, como la hija de Claudia Julieta Duque y otros defensores de derechos
humanos; la infiltración en organizaciones; la realización de escuchas ilegales
y amenazas directas; la circulación de panfletos desestabilizadores contra
periodistas críticos y ONGs, así como muchas más acciones cuyo objetivo, según
las pruebas existentes, era “neutralizar las acciones desestabilizadoras de las
ONGs de Colombia y el mundo”. En el caso de Duque, el G‐3
fue más allá y realizó actividades de “inteligencia ofensiva” que la
desestabilizaron y han sido calificadas como tortura.
El
cerebro detrás del G-3
La
Fiscalía de Colombia y grupos de derechos humanos califican a José Miguel
Narváez como uno de los cerebros detrás del paramilitarismo en Colombia, además
de ser uno de los cabecillas en la creación del G-3.
Ha
sido procesado por los homicidios de Jaime Garzón y el senador Manuel Cepeda,
el secuestro de la senadora Piedad Córdoba, las escuchas ilegales del DAS y la
tortura contra Duque. Siempre ha negado su participación en todas las
imputaciones en su contra y hasta ha llegado declararse como un perseguido
político.
En
una nota que publicó la Federación Internacional de Periodistas el 3 de febrero
de 2017 y titulada Colombia: periodista frente a sus torturadores se detalla
parte de las funciones de Narváez en el DAS y su vínculos con grupos
paramilitares.
También
se describen sus vínculos con el Ejército de Colombia, entre ellos, que fue
profesor durante más de 25 años de brigadas, batallones y varias escuelas
militares de Colombia en temas como “operaciones psicológicas”, “guerra
política”, inteligencia e ideologías políticas.
En
la declaración que dio Ariza Rivas el pasado 19 de diciembre de nuevo quedó en
evidencia la participación de Narváez en operaciones contra integrantes de la
sociedad civil.
“En
2004 comienzo a conocer al doctor Narváez. Él se me acercaba y me hacía
críticas y que no había suficiente información. Algo que me quedó grabado era
que me decía que la información del DAS era basura, él estaba de asesor en ese
entonces”, dijo Ariza.
Desde
el G-3 Ariza comentó que Narváez quería monopolizar la información que se
procesaba dentro el DAS, “Yo le pedía explicación al doctor Noguera, pero me
decía que dejará trabajar a Narváez, porque él sabía lo que estaba haciendo”.
“No
sabía quién realmente estaba detrás de ese grupo, si era el doctor Ovalle o
Noguera (…), la situación en 2005 fue muy tensa, ya que ellos omitían el
conducto regular para solicitar información, eso genero muchos problemas con
Narváez”, aseguró Ariza, quien recalcó que el accionar del G-3 era casi en
secreto.
Jorge
Noguera, fue director del DAS entre 2002 y 2006. En septiembre de 2009 lo condenaron
a 25 años de cárcel, luego que fue encontrado culpable del homicidio del
profesor Alfredo Correa de Andreis. Una nota de la revista Semana resaltó que
Noguera era el buen muchacho del expresidente Álvaro Uribe Vélez, además de sus
vínculos con el paramilitarismo en Colombia.
A
Jaime Fernando Ovalle Olaz, la Fiscalía de Colombia lo señala de haber dirigido
el G-3, luego que fue recomendado por Narváez al exdirector del DAS, Jorge
Noguera. Entre las funciones de Ovalle se encontraban hacer seguimientos a
integrantes de la sociedad civil y quienes consideraban enemigos del Estado
colombiano.
Ovalle,
también fue testigo clave en las denominadas “chuzadas” (interceptaciones
telefónicas y seguimientos ilegales realizados a periodistas, opositores,
activistas de derechos humanos, entre otros).
Fue
detenido el 24 de septiembre de 2009 y recluido en la Cárcel La Picota ubicada
al sur de Bogotá, sus abogados trataron de evitar su captura debido a que
padecía de cáncer, falleció a finales de diciembre de ese mismo año, sin haber
enfrentado a la justicia.
Tanto
Ovalle como Noguera y Narváez fueron las principales cabezas del G-3, pues
Ariza resaltó que ellos daban órdenes para que cumpliera todas las peticiones
que le hacían los integrantes del G-3.
Entre
los miembros de ese grupo se encontraban Jaime Fernando Ovalle, coordinador del
G-3, y los detectives Juan Carlos Sastoque, Lina Romero Escalante, Mario Ortiz
Mena, Astrid Fernanda Cantor Varela , Blanca Cecilia Rubio y Harbey Rivera
Rodríguez, este último también detenido por la torturas contra Duque Orrego.
Narváez
pide que se vigile a la CIDH
Otro
dato revelador en la audiencia de declaración de Ariza Rivas fue su testimonio
sobre un viaje que hicieron él junto a Narváez y Juan Carlo Sastoque
(actualmente asilado en Estados Unidos y con orden captura internacional de la
Interpol).
En
ese periplo Ariza aseguró que Narváez le dijo que tenían que hacerle vigilancia
a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), extremó que supuestamente
nunca se cumplió.
“Yo
le pedí una explicación a Narváez y le comente a Noguera. Para mi sorpresa el 1
de junio de 2005, Narváez es nombrado como subdirector del DAS”, destacó Ariza.
Vínculos
con los paramilitares
Conforme
Ariza se adentró en el testimonio se conocieron más datos reveladores de Narváez
y su pasó por el DAS.
“En
Octubre yo recibo una llamada del director seccional del Casanare (del DAS),
Orlando Rivas (...) me dice que el coronel Leonardo Barreno, comandante del
Ejército de Colombia en el Casanare, estaba altamente preocupado del nombramiento
de Narváez como subdirector del DAS, pues cuando Barreno era comandante del
Meta, Narváez le había ofrecido dinero para que no operara en contra de las
autodefensas del Casanare, específicamente del Bloque Centauros de Martín
Llanos”.
Agregó:
“Además que me cuidará porque la Autodefensa Unidas de Colombia querían atentar
en mi contra. Ojo con su escolta, ojo (…) en ese momento, no sabía yo que
pensar, el doctor José Miguel Narváez había dado instrucciones para que me
grabaran cualquier cosa que me pudiera comprometer, eso me los dijo Sastoque.
El G-3 además de buscar cosas en contra de la ONGs, se estaba volviendo un
grupo de contrainteligencia, se estaba formado un pequeño DAS dentro del DAS
(…) toda una trama de controles y vigilancia”.
De
nuevo el abogado de Narváez, Luis Carlos Hoyos Quimbayo, trató de evitar que su
defendido siguiera declarando; sin embargo, el juez rechazó la petición.
“En
agosto de 2005 el director del DAS me dice que hay que ir a Santa Fe de Ralito
para hacer un diagnóstico, porque estaba la información que las autodefensas
iban a romper la mesa de negociación (…) a mí me tocó volver nuevamente, ahí es
donde yo conozco al señor Macaco”, dijo Ariza.
“En
Santa Fe de Ralito conozco a Mono de Leche a Diego Vecino y a varios cabecillas
de los paramilitares. Ellos me dicen que el doctor Narváez es muy afín a
nuestra causa, a mí me causó mucha inquietud y me alarmó. Luego de eso el
doctor Narváez me dijo: por qué no le informe del viaje, esa confrontación
agudizó mi relación con Narváez”.
Santa
Fe de Ralito se ubica en el municipio de Tierra Alta, Córdova, Colombia, lugar
de negociaciones entre el Gobierno de ese país y las Autodefensas Unidas de
Colombia (Auc) 2003-2006. En los últimos
años también conocida como la Zona de Ubicación.
En
la audiencia el abogado de Narváez interrumpió varias veces. Durante la mañana
en dos ocasiones y al reiniciar el juicio por la tarde argumentó que se sentía
hostigado en redes sociales por las publicaciones de Duque Orrego.
“Mi
seguridad está en juego, no voy a permitir que lo sepa muy bien la señora
víctima, no voy a permitir que me atropelle a través de los medios de
comunicación”, dijo a gritos Hoyos Quimbayo.
El
juez León le respondió: “Si usted tiene alguna inconformidad acuda a las
instancias correspondientes, aquí debo de continuar con el juicio.”
Pese
a los llamados al orden el abogado continuo retrasando el desarrollo del
debate: “Soy un defensor público, no tengo ningún interés diferente, yo al
señor Narváez hasta ahora que lo vengo a conocer. No puedo permitir que me
pongan en tela de juicio a través de las redes sociales, y que manipule los
medios de comunicación o es periodista o es víctima”, resaltó el abogado al
referirse a Duque Orrego.
El
interrogatorio del juez
Luego
de que Ariza Rivas dio su testimonio sobre el trabajo del G-3 y quienes estaban
detrás de ese grupo, vinieron las preguntas del juez, Sergio León Martínez.
¿Cuándo
se enteró de la existencia del G-3?
-Yo
vengo a tener conocimiento en abril de 2004 que existe el G-3. Era el Grupo
Especial de Inteligencia, nombre que fue distorsionado por los medios de
comunicación.
-Fernando
Ovalle y Juan Carlos Sastoque suben a mi oficina y me dicen que estaban
recolectando información, ya que algunas ONGs fueron infiltradas por la
subversión con el objetivo de obtener
recurso a través de las demandas que le ganaban al Estado-.
¿Usted
qué hizo cuando le requirieron esa información?
-Yo
le preguntó a Giancarlo Auqué, él me ratifica que se había reunido para
organizar ese grupo. Ellos se hicieron inicialmente en una oficina pequeña
oficina del piso decimo, luego pasan a la sala de junta del piso decimo, que es
donde quedaba la Dirección General de Inteligencia. El doctor Narváez siempre
fue bien insistente que necesitaban una oficina más grande y por ello se pasan
al piso octavo-.
¿Giancarlo
Auqué le dijo cómo estaba conformado ese grupo?
-No,
me dijo que hay que apoyar ese grupo porque estaban haciendo un trabajo bien
importante-.
¿Le
solicitaron información sobre el Colectivo de Abogados?
Inicialmente
no fue el colectivo, fueron de otras ONGs y de otras personas. Yo del Colectivo
del Abogados vengo a enterarme en la reunión que tuve con Narváez y Sastoque en
Costa Rica.
¿Le
pidieron información de algún miembro del Colectivo de Abogados?
-No,
señor-.
¿Cuál
era el objetivo del G-3?
-Neutralizar
las acciones desestabilizadoras de la ONGs en Colombia y el mundo, en
específico el esclarecimiento de vínculos con organizaciones terroristas en
busca de su judicialización-.
¿El
G-3 era un grupo legal dentro del DAS?
-Era
un grupo informal. Informal quiere decir que no hubo acto administrativo para
su creación, había muchos grupos informales creados también en la Policía
Nacional como en inteligencia-.
¿Qué
se hacía con la información del G-3?
-Yo
no tuve acceso. El grupo existió y por eso fue mi sorpresa. Siempre que yo
pedía información me decían que lo estaba manejando el doctor Narváez-.
¿A
cargo de quién estaban?
De
la Dirección General de Inteligencia que dirigía Giancarlo Aunqué.
Si
usted era una de las personas bien calificadas, como es que en ese tema queda
fuera…
-Siempre
me decían que dejara el doctor Narváez y que yo me dedicaran a la inteligencia
estratégica. A mí no me retroalimentaban, solo pedían información. Ese grupo
fue aparte de todo el resto de la subdirección análisis-.
¿Cuándo
conoció al Fernando Ovalle?
-Lo
conocí en 1994, él ya estaba en el DAS, era el coordinador del frente
delincuencial. Fernando Ovalle estaba en sus temas, el trato era normal y
laboral-.
¿Trabajaron
algo juntos?
Tendría
que ver el año. Yo vine con él, cuando la división de inteligencia interna y
externa, ya pasa a ser subdirección de análisis en donde Fernando Ovalle estaba
a cargo de tema políticos y yo de subversión.
¿Qué
solicitudes tuvo del Fernando Ovalle?
-Sobre
la doctora Claudia Julieta jamás me llegó un requerimiento-.
¿Giancarlo
Auqué de Silvetri tuvo que ver con el G-3?
-Él
fue quien me confirmó que Fernando Ovalle y Juan Carlos Sastoque, estaban
trabajando el tema de las ONGs.
¿Usted
sabe que hay una víctima que es Claudia Julieta? Usted aparece como acusado,
¿qué tiene que decir sobre eso?
-Yo
no sabía, no supe, yo vine a saber a través del expediente que le estaban
haciendo interceptaciones a la doctora Claudia Julieta.
Sobre
el modo de operar por la experiencia que tuvo, ¿Si pudo haber salido del DAS
todas esas actividades?
-Es
muy osado decir eso. Al leer uno el expediente la percepción cambia, son cosas
muy tangibles por más que yo quiera una institución en la que duré mucho
tiempo, yo no puedo ocultar esas cosas, pero en el año que sucedieron los
hechos, yo estaba ajeno a esa situación-.
¿Es
posible que ese grupo de inteligencia G-3 tuviera que ver en las actividades
con Claudia Julieta?
-Hay
información que es muy contundente, yo no puedo pelear contra eso. Tuvo que
haber hecho un trabajo alguien o algunos-.
¿Quién
le daba órdenes a Fernando Ovalle?
-El
doctor José Miguel Narváez tenía el canal desde que se inició el grupo,
prácticamente la interacción era entre ellos dos y a veces estaba Juan Carlos
Sastoque-.
Durante
casi una hora de interrogatorio del juez, Ariza insistió que el responsable
directo del G-3 era el Narváez, apoyado muy de cerca por Ovalle. Aseguró, que
él siempre estuvo al margen de las investigaciones que se hacían y que le
ocultaban información, pese a tener un cargo alto dentro del DAS.
Ariza
destacó que se reunió en varias ocasiones con Narváez para hablar sobre el
trabajo del G-3, pero principalmente para abordar temas por la falta de
comunicación entre ambos.
El
interrogatorio de la Fiscalía
La
fiscal Gilma Amparo Duarte también cuestionó a Ariza sobre el trabajo que
realizaba en el DAS y las funciones que cumplía el G-3.
“El
G3 se convirtió en un DAS chiquito, seguían gente, hacían contrainteligencia
(…), yo quede admirado, cada vez que iba a donde el director me decía déjelo,
deje a Narváez que él está aquí para esa situación. El doctor Narváez atemorizó
a todo el DAS, al decir que iba de la presidencia, todo el mundo le tenía temor
y respeto”, fue una de las respuesta de Ariza a la fiscal.
Ariza,
fue muy escueto y evasivo en las preguntas formuladas por Duarte al indicar que
no sabía quién daba realmente las órdenes en el DAS, aunque en otras respuesta
destacó que era Narváez.
De
igual manera, la fiscal utilizó varios minutos para preguntar a Ariza sobre las
declaraciones realizadas por Jaime Fernando Ovalle Olaz exdirector del G-3 en
la Fiscalía de Derechos Humanos el 12 de agosto de 2009 y en la cual dio
detalles sobre el funcionamiento del DAS y del G-3.
Incluso,
le hizo la siguiente pregunta: ¿El señor Jaime Fernando Ovalle señala que los
asuntos del G-3 siempre fueron tratados por el director del DAS (Noguera), por
Narváez y por director generales de Inteligencia Silvestri y Arisa?
La
respuesta de Ariza no fue clara: “Lo que dijo Ovalle no tuvo consistencia. Hubo
algunos espacios que se organizaron para presentar aspectos sobre cómo estaba
avanzando el tema de Transmilenio (…) yo pensaba que el tema del Transmilenio
eran unas pocas ONG, cuando veo toda esa cantidad informativa, yo veía
presentaciones, nombres, datos personales, vínculos subversivos, pero eso no
fue permanente ni completo”.
Ariza,
confirmó lo que dijo el 11 de septiembre 2017 el exdirector del Desarrollo
Tecnológico del DAS, Jorge Armando Rubiano Jiménez, durante su declaración en
el juicio que se sigue al exjefe de Contrainteligencia Rodolfo Medina Alemán y
al exdetective del DAS Ronal Rivera Rodríguez por la tortura contra Duque, que
existió una persecución contra integrantes de ONGs en Colombia por parte del G-3.
Duque
Orrego fue parte del Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo una de las ONGs
más investigadas por el G-3.
¿Señor
Rivas usted conoció acerca de la operación Transmilenio?
“Sí,
precisamente el objetivo era neutralizar las acciones desestabilizadoras de las
ONGs en Colombia y el mundo. El objetivo específico era encontrar vínculos con
organizaciones narcoterroristas en busca de su judicialización”.
La
FIP publicó el 20 de octubre de 2017 la nota: Persecución contra periodistas y
defensores en Colombia: la Conexión DAS-Uribe. En el mismo se detalla que la
persecución del DAS contra periodistas, sindicalistas, defensores de derechos
humanos y opositores tuvo su origen en los discursos y señalamientos del
expresidente, Álvaro Uribe Vélez.
En
Junio de 2017 Ariza empezó su declaración ante el juez, pero fue suspendida a
petición del mismo detenido, la audiencia fue corrida para 18 de septiembre,
pero esa vez también fue trasladada para el pasado 19 de septiembre, la cual
duró más de nueve horas.
Ariza
se encuentra detenido en la Cárcel La Picota en Bogotá desde el 1 de junio
2017, es procesado junto a Narváez y al exjefe de Inteligencia del DAS
Giancarlo Auqué (prófugo) por la tortugas en contra de Duque Orrego.
Se
trató de entrevistar a Ariza en la sala de audiencias, pero no fue posible,
debido que su abogado Jaime Horacio Mogollón Torres dijo que por la etapa en
que se encuentra el proceso era imposible y que talvez más adelante el detenido
pueda brindar declaraciones.
Ese
no es el único proceso penal que sigue en Colombia contra los torturadores de
la periodista también se encuentran aprehendidos y en debate judicial los
exintegrantes del DAS: Ronal Harbey Rivera Rodríguez y Rodolfo Medina Alemán
caso en el que se realizaron los alegatos finales el pasado 23 y 24 de
noviembre, la sentencia se conocerá en el transcurso de 2018.
Jorge
Molano el abogado de Duque Orrego confía en la condena de todos los procesados,
debido a las pruebas contundentes que hay contra ellos.
Por
Marvin David Del Cid Enviado especial a Bogotá de la Federación Internacional
de Periodistas (FIP)