Prensa. Nuevo
Herald.
El
gobierno de Donald Trump no pinta un panorama cabal al justificar su decisión
de preguntarle a las personas por su ciudadanía en el censo del 2020. La
portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, estuvo totalmente
equivocada al decir que la pregunta sobre la ciudadanía figura en los censos
desde hace décadas. Y no dio el contexto apropiado al afirmar que hace falta
más información sobre la ciudadanía de la gente para cumplir con los requisitos
de la ley de derechos electorales.
La
decisión de incluir la pregunta en el censo del 2020 inquieta a sectores que
piensan que va a intimidar a los inmigrantes, haciendo que muchos no sean
contados y disminuyendo la representación política de las zonas donde viven,
que generalmente tienden a votar por los demócratas.
El
secretario de comercio Wilbur Ross, que promovió el cambio, pareció ignorar la
información conocida sobre el tema al decir que el impacto de la pregunta sobre
la ciudadanía estaba “bien comprobado”.
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Aquí
algunas de las declaraciones erradas:
SANDERS:
“(La pregunta sobre la ciudadanía) Es algo que se ha incluido en todos los
censos desde 1965, con excepción del 2010, en que fue eliminada… Esto es algo
que ha sido parte del censo por décadas y que el Departamento del Comercio
consideró que era importante incluir de nuevo”.
DEPARTAMENTO
DEL COMERCIO: “Entre 1820 y 1950, casi todos los censos realizados cada diez
años preguntaron de algún modo acerca de la ciudadanía” (declaración del lunes
26 de marzo).
LOS
HECHOS: Sanders está equivocada. Y la afirmación del Departamento de Comercio
también es problemática.
La
oficina del censo no incluye la pregunta de la ciudadanía desde 1950. Se supone
que el censo debe contar a toda persona residente en el país –ciudadanos y no
ciudadanos– y ser usado para determinar cuántos representantes recibe cada
distrito en la Cámara de Representantes.
La
pregunta de la ciudadanía no figuró en el censo de 1960, según una copia del
formulario sacada del portal de la Oficina del Censo. En 1965 no hubo un censo.
De
1970 al 2000, la pregunta de la ciudadanía estuvo incluida en un formulario más
amplio, recibido solo por una parte de los hogares. A partir del 2000, la
pregunta figuró en una Consulta sobre la Comunidad Americana de la Oficina del
Censo.
La
aseveración del Departamento de Comercio de que el tema de la ciudadanía figuró
en “casi” todos los censos realizados de 1820 a 1950 también tergiversa un poco
la realidad. Según la Oficina del Censo, la pregunta no figuró en cuatro
consultas, las de 1840, 1850, 1860 y 1880.
Entre
1820 y 1950 hubo 14 censos. Ello quiere decir que más de uno de cada cuatro
consultas durante ese período no preguntaban por la nacionalidad.
SECRETARIO
DE COMERCIO WILBUR ROSS: “La Oficina del Censo sigue preguntando por la
ciudadanía hasta nuestros días. En el 2000, el formulario largo, entregado a
una de cada seis personas, incluía la pregunta. A partir del 2000, el
formulario largo fue reemplazado por el Estudio de la Comunidad Americana, que
incluye la pregunta de la ciudadanía desde el 2005. Es así que la pregunta de
la ciudadanía ha sido bien comprobada”. Memorando del lunes explicando la
decisión de incluir la pregunta de la ciudadanía.
LOS
HECHOS: Es cierto que la pregunta fue hecha antes en consultas enviadas a parte
de los hogares. Pero es cuestionable el que el impacto de la pregunta esté
“bien comprobado” en formularios que cuentan a todos los residentes de Estados
Unidos. Estados, comunidades y negocios dependen del censo para tomar decisiones
acerca de dónde construir escuelas, hospitales, negocios y otras cosas,
información que está disponible solo a través de un conteo amplio.
En
una carta enviada a Ross en enero, seis ex directores de la Oficina del Censo
bajo gobiernos tanto republicanos como demócratas cuestionaron los elementos
que sustentaron esa decisión, subrayando que el efecto de incorporar la
pregunta de la ciudadanía en la era moderna es “totalmente desconocido” y
“aumentaría el riesgo” de que no se tome a todo el mundo en cuenta.
Indicaron
que el Departamento de Comercio no había revelado el año pasado sus planes de
incluir el tema de la ciudadanía en la consulta, como exige la ley. Los ex
directores del censo señalaron asimismo que el cambio de último minuto genera
un “grave peligro” porque ya hay una planificación en marcha sobre personal,
oficinas y campañas informativas que no incluyen ese elemento.
SANDERS:
El gobierno quiere preguntar por la ciudadanía “para proteger a los votantes y
ayudarnos a cumplir mejor con la ley de derecho al voto”. Conferencia de prensa
del martes.
LOS
HECHOS: El Departamento de Justicia ha estado haciendo cumplir esa ley con
información sobre la ciudadanía ya disponible en estudios del gobierno. El que
el gobierno federal realmente necesita detalles adicionales no está tan claro
como plantea Sanders.
La
Oficina del Censo recaba información sobre la ciudadanía de la gente para
cumplir con la ley de 1965, aprobada para proteger los derechos políticos de
los grupos minoritarios. Lo hace con formularios enviados a una parte de la
población.
Ross
sostiene que el actual nivel de información es “insuficiente en cuando a su
alcance, los detalles y su certidumbre” como para ayudar a identificar
violaciones al derecho al voto. El Departamento de Justicia, no obstante, viene
haciendo cumplir la ley de derechos civiles en base a esa información desde
1970.
Por
otro lado, organizaciones defensoras de los derechos civiles temen que se
cercenen los derechos políticos de los grupos minoritarios si la pregunta sobre
la ciudadanía disuade a los inmigrantes de participar en el censo, con la
consiguiente pérdida de representación en la cámara baja.
Al
menos 12 estados planean acudir a los tribunales para bloquear la inclusión de
la pregunta sobre la ciudadanía en el censo del 2020, aduciendo que hará que
mucha gente no sea contada. California ya radicó una demanda.
Las
demandas podrían generar un impasse que haría imposible incluir la pregunta en
el censo del 2020 por falta de tiempo para imprimir los formularios y modificar
el software.
El
reportero de la Associated Press Cal Woodward colaboró en este despacho.