Prensa.
Expresión Libre.
Después
de casi dos décadas de atropellos y de un sofocante cerco a la labor de los
periodistas y de los medios de comunicación, el Día Mundial de la Libertad de
Prensa ha devenido en Venezuela en una fecha luctuosa en la que el balance del
período en materia de retrocesos de la libertad de expresión y del derecho a la
información empeora cada año y revela una situación dramática, de dimensiones
trágicas, sin paralelos en el continente.
El
periodismo profesional e independiente, libre, plural lucha por sobrevivir en
Venezuela. La avasallante hegemonía comunicacional con la que se amenazó hace
varios años desde el Poder Ejecutivo a la sociedad venezolana es hoy un hecho
constatable.
Medios
impresos del sector privado han dejado de circular o se refugian en la
plataforma digital, once medios en lo que va de año, y sin posibilidades de ser
auto sostenibles debido a la destrucción de la economía nacional y por tanto de
las fuentes de inversión publicitaria.
El acceso a los insumos básicos, como el papel, se ha hecho
prácticamente imposible por el control monopólico que ejerce la nefasta
Corporación Maneiro.
Los
medios audiovisuales privados laboran bajo constante presión gubernamental o se
han plegado por conveniencia a las líneas del ministerio de propaganda. Los
medios de Estado fueron convertidos en propiedad exclusiva del partido de
gobierno y de otras organizaciones afines.
El
uso y abuso del control de los medios es mucho más abusivo durante los eventos
electorales, y son parte principalísima de un ventajismo descomunal, ante la
mirada cómplice del Consejo Nacional Electoral.
Los
periodistas venezolanos siguen siendo blanco de la violencia que se ejerce
desde el poder central y sus partidarios: vejados, maltratados físicamente,
estigmatizados como “enemigos de la revolución”, a veces detenidos por ejercer
su labor informativa, destruidos o robados sus equipos de trabajo. En ese marco
de abusos y retaliaciones el nuevo blanco es el periodismo de investigación, al
que se pretende acallar mediante escandalosas medidas de un aparato judicial
cómplice y amañado.
Todas
estas violaciones a la libertad de expresión y de prensa, así como del derecho
de información se contabilizan a lo largo de dos décadas en miles y han sido
debidamente documentadas y denunciadas ante los organismos internacionales por
los gremios periodísticos y las organizaciones no gubernamentales. Es una lucha
dura y desventajosa en la cual nos mantenemos fieles a nuestros principios.
La
implosión de las libertades en Venezuela fue una deriva antidemocrática gradual
pero persistente y que, lamentablemente, no fue detenida pese a todas las
denuncias, protestas y alertas que se hicieron desde Venezuela y en varios
continentes.
Que
el caso venezolano sirva de ejemplo para otros países de la región y del mundo.
Las libertades públicas no pueden ser sacrificadas en nombre de ninguna
ideología. Que los periodistas se mantengan prestos a denunciar y enfrentar
cualquier presión autoritaria, en la certeza de que estarán defendiendo todos
los valores del sistema democrático.
En
el Día Mundial de la Libertad de Prensa, desde Expresión Libre, Comunicadores
por la Paz y la Democracia, saludamos al mundo del periodismo libre, al cual la
sociedad democrática de Venezuela lucha por reintegrarse y lo que confiamos
alcanzaremos con la unidad y capacidad de lucha de todos nuestros ciudadanos.
Junta
Directiva de Expresión Libre