Prensa.
Nuevo Herald.
Los cuatro cuerpos hallados por las autoridades
colombianas en una zona selvática en el suroeste del país llegaron hoy a la
ciudad de Cali, en donde se les practicarán análisis forenses para determinar
si corresponden al equipo periodístico ecuatoriano secuestrado por disidentes
de las FARC en marzo pasado y posteriormente asesinados.
Los ataúdes, envueltos en bolsas blancas, fueron
transportados en un avión de la Policía Nacional que aterrizó esta mañana en el
aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón, confirmaron fuentes oficiales. Posteriormente,
las autoridades condujeron los cuerpos hacia la sede local del Instituto
Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses en donde se hará el proceso de
identificación.
El presidente colombiano, Juan Manuel Santos,
informó ayer del hallazgo de los cadáveres en Tumaco, localidad ubicada en el
departamento de Nariño, en la frontera con Ecuador, y que “pueden corresponder
a los cuerpos de los tres periodistas secuestrados y asesinados por alias
‘Guacho'”, líder de una de las disidencias de las FARC.
La Policía halló un cuarto cadáver que también será
identificado en Cali. “El tiempo para la identificación de los cuerpos
dependerá de la técnica que se utilice, del estado de los cadáveres, y puede
variar entre las 24 horas si es con ADN o un poco más si se quieren hacer
proyecciones o cultivos”, dijo a periodistas el secretario de Salud de Cali,
Alexander Durán.
Según el funcionario, el equipo de expertos
designado cuenta con “laboratorios de ADN, carta dental, antropometría y
diseño” para hacer el proceso de inspección de los cuerpos “en el centro de
mayor complejidad de Medicina Legal en el suroeste de Colombia”. Sin embargo, Durán aclaró que el tiempo que tarde la
identificación “depende de dónde estuvieron los cuerpos, la disposición de los
mismos y si fueron afectados por animales”, por lo que la tarea puede tardar
incluso “hasta tres días”.
Familiares del equipo periodístico del diario
ecuatoriano El Comercio viajaron esta mañana a Colombia para confirmar si los
cadáveres corresponden a los de sus parientes. El equipo del diario ecuatoriano, compuesto por el
periodista Javier Ortega, el fotógrafo Paúl Rivas y el conductor Efraín
Segarra, fue secuestrado el 26 de marzo en una zona rural de la parroquia de
Mataje, cantón de San Lorenzo, provincia de Esmeraldas, fronteriza con
Colombia, a donde se habían desplazado para cubrir la inseguridad creciente en
la zona.
Poco después el grupo disidente autodenominado
“Frente Oliver Sinisterra”, liderado por Walter Patricio Arizala, alias
“Guacho”, asumió la autoría del secuestro y posterior asesinato del equipo de
El Comercio. El 13 de abril, el presidente ecuatoriano, Lenín
Moreno, confirmó la muerte de las tres personas a manos de ese grupo disidente
de las FARC que no devolvió los cadáveres.