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Lider.
Sumida
en un inverosímil caos, España no puede encontrarse con un adversario más
exigente para su debut en la Copa del Mundo: la Portugal de Cristiano Ronaldo. Para
el partido señalado como el más atractivo de la primera ronda de Rusia 2018,
España enfrenta el viernes a los campeones de Europa con un entrenador con
apenas dos días en funciones. Fernando Hierro, un ex defensor de la selección
que tenía el cargo de director deportivo del equipo, conducirá a la Roja tras
la impactante decisión de la Federación Española de despedir a Julen Lopetegui
el miércoles.
“No
tenemos tiempo para lamentarnos”, afirmó Hierro. “El objetivo es pelear por el
Mundial… hay que ser maduros y los chicos lo son”. “Tenemos que afrontarlo
desde la responsabilidad. El equipo va a salir igual y en eso vamos a insistir.
Hay que cambiar el chip. Tenemos el primer partido de un Mundial que llevamos
dos años esperando”, añadió.
Hasta
el estallido de la crisis española, Portugal era el equipo aturdido por
distracciones ajenas a su entorno cuando Cristiano sugirió tras la final de la
Liga de Campeones que podría irse del Madrid. El cinco veces ganador del Balón
de Oro ha dicho que anunciaría sus intenciones al sumarse a su selección
nacional, enfocando los reflectores directamente hacia él, en lugar de
Portugal, pero aún no ha dicho nada.
Pero
la novela sobre Cristiano ni se acerca a lo que ha acontecido con España.
“Es
una situación difícil, muy dolorosa”, declaró Luis Rubiales, el presidente de
la federación española. “Nos habría gustado terminar lo más posible con Julen
aquí, pero no hemos sido nosotros los que hemos determinado la forma de actuar.
Se ha actuado de una manera que nos obliga a actuar. No hemos podido mirar para
otro lado”.
Todo
marchaba a pedir de boca para España. Lopetegui había guiado al equipo a una
racha invicta en sus 20 partidos al mando y el equipo había recuperado su
aureola de candidato tras sus prematuras eliminaciones en el Mundial de 2014 y
la Eurocopa de 2016.
Pero
Rubiales, recientemente electo como presidente de la federación, se irritó con
el inesperado anuncio hecho por el Madrid el martes, al filo de inicio del
Mundial, y decidió tomar la drástica medida de despedir al entrenador. Su
argumentación se sustentó en que había hacer respetar los valores de la
federación por encima de las victorias.
“Es
la situación más compleja que me podía encontrar”, dijo Rubiales. “He hablado
con los jugadores y puedo garantizar que van a hacer todo lo que esté a su
alcance para llevar a la selección lo más lejos posible”.
Hierro,
ex capitán del Madrid, su bautismo como técnico al más alto nivel se dará
ahora. Fungió como asistente de Carlo Ancelotti en el Madrid, luego que
Zinedine Zidane dejó el puesto en 2014 y dirigió al Real Oviedo de la segunda
división hasta hace dos temporadas.
“Sólo
tengo un año de experiencia en el Oviedo. Un año de entrenador, pero 30 años
detrás de un balón”, sostuvo Hierro.
¿Y
qué piensan los portugueses de la anarquía en España?
Según
el volante Bernardo Silva, “los jugadores de la selección española tienen
demasiada experiencia como para que les afecte” el despido de Lopetegui.
Pero
mencionó que si algo similar se produjera con su entrenador Fernando Santos,
“eso sí que sería un problema para nosotros y una razón para estar
preocupados”.
FAVORITO
VS. CANDIDATO
Santos
insiste que Portugal deberá comulgar la misma mesura que le surtió efecto en la
Euro 2016. Su visión es que Portugal es un mero candidato al título, pero no un
favorito por su condición de vigente campeón de Europa. El primer partido es
una pulseada entre el “favorito y el candidato”.
Nueva
de los jugadores que fueron titulares en la final de la Euro 2016 contra
Francia repiten en el Mundial. Las ausencias más notables son las del veterano
delantero Nani y el juvenil volante Renato Sanches. En total, 13 jugadores del
plantel de la Euro 2016 están en Rusia.
RIVALES
IBÉRICA
Será
apenas la segunda vez que los dos vecinos de topen en un Mundial. El único
antecedente fue la victoria de España por 1-0 en los octavos de final de la
edición de 2010.
También
se midieron en las semifinales de la Euro 2012, con España imponiéndose por
penales. Pero Portugal superó a su rival en la etapa de grupos de la Euro
20024, al ganarle 1-0. El otro duelo en una cita de envergadura fue la Euro
1984, cuando empataron 1-1 en la fase de grupos.