Prensa. Efecto
Cocuyo.
El
Observatorio de Ecología Política de Venezuela alertó sobre la muerte de las
poblaciones indígenas en el país, debido a enfermedades prevenibles o
controlables como la malaria, difteria, sarampión y hasta el VIH que atacan a
los pueblos aborígenes en estados como Amazonas, Apure, Bolívar y Delta
Amacuro.
Esta
organización emitió un comunicado en el que destacó la desatención generalizada
de la que son objeto los indígenas venezolanos, pero que en los últimos meses
se ha convertido en un “acelerado deterioro de la salud pública entre los
pueblos y comunidades originarias en distintas regiones y zonas de la geografía
nacional”.
El
Observatorio responsabilizó al Gobierno nacional porque “en estos últimos años
se ha dado un retroceso inaceptable e injustificable, fruto de la negligencia
absoluta y la falta total de voluntad política para lograr revertir una
catástrofe multiétnica, cuya amenaza hace muchísimos años creíamos haber
superado”.
Señalaron
que la falta de respuestas institucionales a brotes de malaria en Apure,
sarampión, difteria y VIH en Delta Amacuro y más recientemente por sarampión de
los yanomamis en Amazonas, los hace aún más vulnerables.
“Estamos
llegando a un punto límite: tiene que haber una respuesta inmediata y sistémica
por parte del Estado, principal responsable de garantizar los derechos a la
vida, salud y nutrición de toda la población. La situación descrita representa
un peligro extremo para la sobrevivencia de los pueblos indígenas y de sus
aportes extraordinarios –todavía poco conocidos– para un gran diálogo pluri e
intercultural en pos de la salvación del Planeta”.
Entre
los casos más resaltantes señalaron la muerte de waraos por sarampión en Delta
Amacuro y Amazonas, donde las cifras oficiales de la Organización Panamericana
de la Salud hablan de 33 en el Delta, mientras que las autoridades venezolanas
solo reconocen siete casos de yanomamis al sur del país.
A
pesar de ello, la misma OPS “se encuentra en investigación otras 53 muertes
notificadas en comunidades yanomami. Sin embargo, los testimonios in situ
señalan que la cantidad de decesos puede ser aún mayor”.
Indígenas
afectados
Mencionaron
los casos de severos brotes de malaria en comunidades indígenas de los estados
Bolívar y Amazonas “que vienen acaeciendo desde hace unos 2 o 3 años, lo cual
ha provocado defunciones en comunidades joti, eñepa y wotjuja. Esta situación
se despliega en diferentes grados en gran parte del territorio nacional”.
No
dejaron por alto la militarización de las comunidades indígenas de Amazonas y
Bolívar o la migración de estos pueblos a Brasil, así como una enfermedad
desconocida pero letal entre los yukpa y barí en Perijá.
Gobierno
debe actuar
Ante
esto exigieron a los ministerios de Salud y de los Pueblos Indígenas, a la
Defensoría del Pueblo, así como a la OPS en Venezuela a “dar prioridad a la problemática de salud y
alimentación de los pueblos indígenas e implementar con urgencia acciones
adecuadas y efectivas”.
También
pidieron a organizaciones sociales, a los académicos y a la opinión pública a
visibilizar estos temas, además de pedir se contrarreste al auge de la minería
ilegal en Amazonas y Bolívar.
“Los
pueblos originarios constituyen una parte esencial de nuestra identidad y
patrimonio como nación; son los principales defensores de las aguas y la
biodiversidad del país; y encarnan modos de vida y saberes de los cuales
podríamos aprender para salir de la crisis profunda que vive la sociedad
venezolana en la actualidad”.