Prensa.
El Nuevo Herald.
Dos posturas dividen al gobierno colombiano sobre el
tratamiento que debe darse a la crisis en Venezuela, la cual ha desatado un
éxodo de más de un millón de venezolanos a Colombia en los últimos años. Mientras un sector liderado por el ex presidente
Álvaro Uribe se inclina a favor de una intervención militar en Venezuela, el
presidente Iván Duque ha reiterado que la postura de su gobierno está muy lejos
de respaldar una confrontación bélica en el vecino país. Francisco Santos,
embajador de Colombia en Washington, dijo que no se debe descartar una vía
militar para sacar a Maduro del poder.
“Se escuchan voces que hablan de operaciones
militares unilaterales [... ] Pero creemos, y déjenme ser bastante claro, que
todas las opciones deben ser consideradas”, dijo Santos en un foro que se
realizó en Washington sobre la crisis de los refugiados venezolanos. Santos, quien fungió como vicepresidente durante los
dos gobiernos de Uribe, agregó que el gobierno colombiano “no va a observar la
situación de manera pasiva” y que las acciones regionales que se han tomado
hasta el momento “no son suficientes”.
Pocas horas después de estas declaraciones, el
presidente Duque reiteró que su gobierno seguirá concentrado en presionar la
salida de Maduro a través de los “canales diplomáticos y multilaterales”. “Yo
he mantenido una línea. Mi línea no es belicista”, enfatizó el mandatario
colombiano en declaraciones entregadas a los medios en Bogotá.
Con esta declaración, Duque reafirmó la postura que
ha expresado desde hace varios meses, cuando ha aclarado que no es
“patrocinador” de una intervención militar en el vecino país. Las declaraciones
del recién posesionado embajador de Colombia en Washington se producen dos
semanas después de que el ex presidente Uribe afirmó ante el pleno del Senado
colombiano que llegó el momento de considerar una intervención de la región en
el vecino país.
“Se necesita que la comunidad internacional busque
los caminos legales para la intervención en Venezuela”, dijo el senador del
Centro Democrático a principios de este mes, argumentando que el éxodo de
venezolanos a Colombia supera todas las capacidades del país. Intervenir
militarmente Venezuela es una propuesta que el ex presidente Uribe ha puesto
sobre la mesa desde hace más de un año. En agosto del año pasado dijo que no se
trata de un golpe de estado para que los militares tomen el poder.
“Lo que pedimos es que los soldados y policías
obliguen al dictador a hacerse a un lado, se convoque a elecciones y se
recupere el rumbo democrático”, afirmó Uribe en un video compartido en su
cuenta de Twitter. El secretario general de la OEA, Luis Almagro, dijo
también el viernes desde Cúcuta, en la frontera entre Colombia y Venezuela, que
“no se debe descartar una intervención militar para derrocar al régimen de
Maduro del poder”. Tras las declaraciones de Almagro, el Grupo de Lima
manifestó su rechazo a cualquier intervención militar en Venezuela, pero
Colombia no firmó esa declaración porque no hubo una “coincidencia total” en
sus términos, según explicó el canciller colombiano Carlos Holmes Trujillo.
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