Prensa. El Nuevo
Herald.
América
Latina lanzó el martes un llamado al gobierno de Nicolás Maduro para que acepte
ayuda humanitaria, con el fin de “descomprimir” la crisis que está tras el
éxodo de venezolanos. La cita, en la que once gobiernos reunidos en Quito
firmaron una declaración que exhorta a Maduro a recibir cooperación, fue
tildada de “vergüenza” por Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea
Constituyente que rige en Venezuela.
“Qué
pena, qué vergüenza con Ecuador, hicieron un comunicado, palabras más, palabras
menos, (en el que) terminan pidiendo plata”, expresó el dirigente chavista. En
el documento, los países firmantes “hacen un llamado a la apertura de un
mecanismo de asistencia humanitaria que permita descomprimir la crítica
situación, brindando atención inmediata en origen a los ciudadanos afectados”.
En
la denominada Declaración de Quito, las naciones también acordaron continuar
trabajando individualmente en la provisión de asistencia humanitaria y el
acceso a mecanismos de permanencia regular, que incluyen procesos de
regularización migratoria. En la cita técnica, que terminó tras dos días de
deliberaciones, participaron 13 países. Bolivia, aliado de Venezuela, se
abstuvo de suscribir, mientras República Dominicana señaló que lo haría
después, pues estuvo representada por un consejero de la embajada.
Con
este nuevo pronunciamiento, la región tomó mayor distancia frente a la visión
que tiene Maduro sobre lo que ocurre en su país. El lunes el gobierno chavista
acusó a funcionarios de Naciones Unidas de justificar una “intervención
internacional” mediante la exageración del número de migrantes venezolanos, que
Maduro cifró por primera vez en 600,000 en los dos últimos años.
Sus
datos difieren de los que maneja Naciones Unidas. Según el organismo, unos 2,3
millones de venezolanos viven en el exterior, de los cuales 1,6 millones
abandonaron su país desde 2015, cuando empeoró la escasez de medicinas y
alimentos en medio de una hiperinflación que pulveriza los salarios. Caracas
insiste en que no se trata de una crisis humanitaria, aun cuando sus vecinos
alertan cada vez más sobre el grave coletazo externo de la situación en el país
con mayores reservas de petróleo en el mundo.
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Todos o ninguno -
El
encuentro regional se desarrolló en vísperas de la sesión extraordinaria de la
OEA que se llevará a cabo este miércoles en Washington, para tratar la crisis
migratoria. Los países reunidos en Quito, entre ellos Colombia, Perú y Ecuador
que están desbordados por la llegada masiva de venezolanos, también acordaron
apoyarse mutuamente en la atención de sus nacionales en Venezuela.
Además
le plantearon a Maduro que garantice a sus ciudadanos que migran el acceso a
documentos de identidad y de viaje, como el pasaporte que es difícil de
conseguir en Venezuela debido a la escasez de papel. “Creo que mandamos un
mensaje importante a los millones de venezolanos que andan recorriendo nuestro
continente (…), les decimos que vamos a reconocer los documentos vencidos para
efectos migratorios”, señaló el director de Asuntos Consulares e Inmigración de
Chile, Raúl Sanhueza.
En
conferencia de prensa, remarcó que “salimos juntos de esta crisis, que es la
crisis más importante que ha tenido la región, o no va a salir nadie indemne de
ella”. Además de Bolivia y República Dominicana, en la reunión tomaron parte
Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Chile, Ecuador, México, Panamá,
Paraguay, Perú y Uruguay. Las naciones también se comprometieron a combatir la
trata de personas, el tráfico ilícito de migrantes, la discriminación y la
xenofobia.
Durante
sus largas travesías a pie o en autoestop, los venezolanos han recibido ayuda,
pero también en algunos lugares se han visto envueltos en choques con población
local. Brasil debió enviar tropas al limítrofe estado de Roraima, tras algunos
episodios violentos.
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Recursos indispensables -
En
el encuentro en Quito, los gobiernos también clamaron por ayuda financiera para
regularizar a los migrantes. Duro crítico del gobierno de Maduro, Estados
Unidos ha entregado ayuda a Colombia y Brasil para atender a los venezolanos,
mientras el jefe del gobierno español, Pedro Sánchez, anunció la semana pasada
recursos europeos por 35 millones de euros.
“Hemos
coincidido en que es muy difícil que los Estados podamos afrontar (…) los
requerimientos en los servicios públicos que estamos obligados a brindarles”,
declaró el director de Asuntos Consulares de Perú, César Bustamante. Ante la
oleada de venezolanos, Ecuador mantiene desde agosto pasado una emergencia
migratoria para provincias fronterizas con Colombia, adonde llegan desde
Venezuela, y Perú, al que van atraídos por mejores condiciones para obtener empleo.
Mientras
se movilizan para encarar conjuntamente la situación, varios gobiernos arrecian
sus cuestionamientos contra al gobierno de Maduro, al que califican de
dictadura. El lunes el presidente colombiano, Iván Duque, afirmó que la
“presión internacional” tiene que llevar a que “el mismo pueblo venezolano,
incluidas sus instituciones -o lo que queda de ellas- puedan permitir esa
transición” hacia un nuevo gobierno.
Fuente: AP.