En
Venezuela, alrededor del 50% de los pacientes que acuden a consulta de
Retina-Vitreo tienen diabetes, y pueden
desarrollar esta complicación de la visión por mal control de la enfermedad
Prensa. Comstatrowland.
La retinopatía diabética ocupa el segundo lugar
entre las enfermedades de la visión, después del glaucoma, la primera causa de
ceguera mundial. En Venezuela, hay un porcentaje bastante elevado de personas
con esta condición, que ocurre cuando la diabetes daña a los pequeños vasos de
la capa más interna del globo ocular, conocida como la retina.
La doctora Carolina Clemente, retinóloga y jefe de
la Unidad Oftalmológica del Grupo Médico Santa Paula (GMSP), que será
inaugurada próximamente, señaló que en el país existe un subregistro muy grande
en cuanto al número de casos, tanto a nivel público como privado. Sin embargo,
se ha observado un ascenso, con una manifestación mucho más marcada, por el
hecho de las carencias existentes actualmente.
Con base a su experiencia en un hospital público de la capital, Clemente señala que
más del 50% de los pacientes que acuden a la consulta oftalmológica para casos
de retina, tienen diabetes y, por tanto, pueden desarrollar problemas visuales
severos con riesgo de perder la visión de forma irreversible, por no tener un
control adecuado de la enfermedad.
La especialista explicó que en los pacientes
diabéticos bien controlados, el déficit visual en primera instancia se va a
deber a catarata, porque la desarrollan más temprano que otras
personas. “Si están mal controlados, van a sufrir en corto tiempo o súbitamente
una pérdida de visión, porque ya hay una retinopatía diabética establecida que
desconocían”.
La ceguera repentina ocurre por los daños causados
en los vasos sanguíneos del ojo y la isquemia,
que conlleva a que se formen neovasos, los cuales pueden producir
hemorragias, y esos nuevos vasos anormales en
la retina producen fugas de
líquidos, ocasionando edema, comenzando a provocar un déficit visual.
Tratamiento y pronóstico
La jefa de la Unidad Oftalmológica del GMSP indicó
que el tratamiento y pronóstico del
paciente con retinopatía diabética, va a depender del estadio en que se
encuentre la enfermedad, ya que hay diferentes grados.
En un estadio
leve, el manejo es meramente metabólico, bien sea con pastillas hipoglicemiantes,
insulina, dieta y ejercicio, con la obligación del control regular, para el
debido e seguimiento de la enfermedad.
En estado más
avanzado, se puede complicar con
desprendimientos de retina traccionales, glaucoma secundario. En ese caso, se
realiza cirugía y se recomiendan gotas hipotensoras y otros medicamentos, muy
difíciles de conseguir hoy en el país.
“Si el grado de isquemia no es alto, la capacidad de
recuperación visual es de casi un 50%. Cuando el cuadro está mucho más
avanzado, el porcentaje de ganancia
visual puede ser desde cero hasta un máximo de 20%, indicó.
La Dra. Clemente señaló también que esta patología
debe manejarse de manera multidisciplinaria, es decir, trabajar en equipo con
otras especialidades, porque puede ser que paciente nunca se haya visto por un
endocrino y un buen día vaya al oftalmólogo con una retinopatía diabética.
“Lo interesante del Grupo Médico Santa Paula es que
este aspecto lo trabajamos en conjunto con otras especialidades, estando en la
misma institución y sin que la gente tenga de estarse desplazando a otro lado”,
expresó.
Con la nueva Unidad Oftalmológica de la clínica,
ubicada en la urbanización Santa Paula del Municipio Baruta, los pacientes podrán ser evaluados y operados
de la retina, cataratas, glaucoma, estrabismo, vías lagrimales y hacerse
cirugía plástica ocular, por profesionales altamente capacitados. El área
cuenta con 3 consultorios perfectamente equipados, un quirófano y un área para
estudios paraclínicos o complementarios.