Prensa. Efecto Cocuyo.
Silencio
informativo. Las principales televisoras y radios privadas del país han evadido
su responsabilidad noticiosa frente a los acontecimientos políticos que vive
Venezuela en este mes de enero de 2019.
Así opinan
expertos consultados, por Efecto Cocuyo, sobre la cobertura informativa de la
juramentación del gobernante Nicolás Maduro ante el Tribunal Supremo de
Justicia (TSJ), el pasado jueves 10 de enero, para un nuevo periodo
constitucional y el desconocimiento de este acto por parte de la oposición y la
comunidad internacional.
Las diferentes
reacciones de este acto no ha sido reflejada en las televisoras privadas del
país ni en las radios o los periódicos que aún circulan con dificultades en el
interior del país. Mucho menos la detención y posterior liberación del
presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, quien 48 horas antes, el
viernes 11 de enero, anunció que se apegaba a los artículos 233, 333 y 350 de
la Constitución para reclamar las competencias de la Presidencia de la
República y rescatar el orden constitucional.
Ese 11 de enero,
posterior a un cabildo abierto frente a la sede de Naciones Unidas en
Venezuela, cuando Guaidó anunció que asumía las competencias presidenciales,
Venevisión transmitía el programa infantil “Atómico”; Globovisión, el único
canal de noticias en el país, hablaba sobre temas de salud; mientras que
Televen emitía un programa de niños cantantes. El canal del Estado, Venezolana
de Televisión, en ese momento, se enfocaba en la falta de gasolina en México.
Solo Canal I, un
medio que se ve a través de televisión por cable, sí reportaba información
sobre la situación política con Guaidó y la Presidencia de la República.
La coordinadora
de libertades informativas del Instituto de Prensa y Sociedad Venezuela
(Ipys-Venezuela), Mariengracia Chirinos, se refirió a estos casos. “Los medios
están evadiendo la responsabilidad noticiosa y privilegiando el
entretenimiento. Y esto afecta todos los entornos como el televisivo, el radioeléctrico
y a esto se suma la realidad de los medios impresos”, explicó.
Recordó que al
cierre de 2018 solo quedaban 30 periódicos circulando en el país, de al menos
100 que lo hacían cuando Nicolás Maduro asumió la Presidencia de la República
en el año 2013.
“Ya no estamos
viendo en Venezuela que el periodismo sea una fuerza de contrapoder o perro
guardián de la democracia, como es su deber ser. Estamos ante un ecosistema de
medios muy debilitado para informar sobre el interés público”, dijo Chirinos.
Mencionó que
existe mucho temor a las represalias que desde el Poder Ejecutivo se vienen
aplicando con más fuerza en los últimos cinco años contra los medios
audiovisuales, pero que en el caso de los impresos se agravó con la asignación
de papel monopólica por parte del Complejo Editorial Alfredo Maneiro.
“Hay mucho temor
y es la consecuencia de la política del gobierno. Y creo que lo ocurrido en
estos últimos días se debe a ese miedo a la represalia que puedan tomar contra
los medios con voces críticas o disidentes”.
A los venezolanos
les ha tocado informarse a través de medios digitales, redes sociales como
Twitter, Facebook e Instagram o los canales por Internet. Pese a esto, Chirinos
recordó que los bloqueos contra estas plataformas también han evolucionado en
los últimos dos años por parte de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones
(Conatel) que regula el comportamiento de los medios del espacio radioeléctrico
y también los digitales.
“La censura en el
entorno digital también afecta. Cinco medios fueron bloqueados en el año 2018 y
en los últimos dos años, desde 2017, suman nueve los que son bloqueados y
censurados en Venezuela”, dijo la representante de Ipys-Venezuela.
Añadió que se trata de “medidas sistemáticas de
controlar toda la oferta informativa de parte del Gobierno y, a esto, se suma
la crisis económica en la que están operando los medios, con el mínimo de
esfuerzos y recursos para la cobertura. Todo esto está afectando a los
ciudadanos y los medios tratan de mantenerse a la retaguardia y no cumplen su
rol de servicio público que es informar a los ciudadanos”, señaló Chirinos.
Hegemonía
comunicacional
El periodista
Andrés Cañizalez, quien es investigador titular de la Universidad Católica
Andrés Bello (Ucab) y fundador de la organización Medianálisis que hace
seguimiento a la labor de los medios de comunicación, en su artículo de Efecto
Cocuyo este martes 15 de enero también se refiera a cómo están operando las
empresas informativas en este contexto.
En el artículo de
opinión “Otras tareas para el periodismo“, Cañizalez recuerda que la estrategia
del Ejecutivo en los últimos 20 años ha hecho su efecto. “En Venezuela se vive
el resultado palpable de una política oficial, definida en su momento como
hegemonía comunicacional”.
Para el
investigador “el chavismo desde el poder impulsó la desaparición acelerada de
la prensa escrita en el país, el control sobre los contenidos en la radio y la
televisión, junto al entramado que nos coloca como la nación con el peor
Internet de las Américas, con una notable desactualización de los equipos de
telefonía móvil, siendo estos dos últimos aspectos clave para entender el
impacto reducido que tienen los nuevos emprendimientos periodísticos en
Venezuela”.
Este silencio
informativo lo cuestionó incluso el presidente de la Asamblea Nacional, Juan
Guaidó el pasado sábado 12 de enero, durante su participación en un encuentro
de la Plataforma Nacional del Conflicto.
Queja de Guaidó
“Mucha gente de
Tucupita, por ejemplo, no sabe qué ocurrió el 5 de enero ni el día de ayer
(viernes 11 de enero)”. Con esto se refirió a la instalación de la AN y el Cabildo Abierto que se realizó este 11
de enero en Los Palos Grandes.
Además, criticó a
los medios tradicionales, y reconoció que las redes sociales “no son
suficientes” para convencer a quienes no están de su lado de la necesidad de un
cambio político en Venezuela.
Cañizalez
manifestó que “la televisión con impacto nacional está sencillamente bajo
control estricto del poder político, dado el impacto que sigue teniendo en el
país”.
Censura y
autocensura
Incluso este
lunes 14 de enero se denunció que durante la homilía del administrador
apostólico de la Arquidiócesis de Barquisimeto, monseñor Víctor Hugo Basabe, la
televisora regional Promar censuró las palabras del obispo cuando se pronunció
a favor de la libertad en Venezuela y pidió “el fin de la pesadilla” que a su
juicio vive el país.
Lo hizo la ONG
Espacio Público, que alertó sobre la censura de este canal regional de
televisión. Los canales regionales venezolanos, Promar TV y Somos TV,
censuraron al Monseñor Víctor Hugo Basabe, cuando estaba hablando en su
discurso sobre la situación del país.
Chirinos
manifestó que otro de los resultados de esto, es que los medios se quedan sólo
con la versión oficial de lo que ocurre.
“Mostrar la
diversidad y pluralidad de voces que es lo fundamental no está ocurriendo. Los
medios se quedan con la versión oficial o las informaciones menos incómodas
para el gobierno sin generar debate y confrontación que es lo que deberían
tener actualmente los ciudadanos para generarse su propia opinión”.
Pero además “el
efecto que surge sobre la ciudadanía es la desinformación y el aislamiento en
el que es difícil tomar decisiones y estar informados, lo que abona ese terreno
de noticias falsas y rumores que contaminan la agenda pública”, recordó.
Cañizalez
reflexiona que ante la situación de los medios “la nueva época en Venezuela, de
ciudadanos necesitados de información, ha tenido respuestas de diverso tipo.
Desde nuevos emprendimientos, que tienen a la cabeza a periodistas reconocidos
y con credibilidad en el público, hasta portales que representan otra tapadera
para negocios turbios”.
Por lo que a su
consideración es necesario que “los nuevos medios digitales surgidos en los
últimos años deben pasar a ser referencia informativa. Eso implica mirar la
realidad venezolana sin anteojeras, para entender que debe brindarse
información por todos los espacios y medios que estén a su alcance”.