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Diario Lider / AP.
La Confederación de Béisbol Profesional del Caribe
asignó a Panamá la sede de la próxima edición de la Serie del Caribe tras
retirar el evento a Venezuela ante las tensiones políticas que sacuden ese país
y la ruptura de relaciones entre Caracas y Washington.
El comisionado de la confederación, Juan Francisco
Puello, en una rueda de prensa transmitida a través de Facebook Live, indicó
que la llamada pequeña serie mundial del béisbol caribeño se disputará del 4 al
10 de febrero en el estadio Nacional Rod Carew de Ciudad Panamá.
“Van a ser seis equipos salvo que ocurra un
inconveniente imprevisto, como es lógico, incluyendo a Panamá”, dijo Puello.
Estaba previsto que Panamá se incorporase a la Serie del Caribe el próximo año.
“Fue muy duro para nosotros, pero realmente hemos
logrado armar lo que es esta edición de la Serie del Caribe”, acotó el
comisionado caribeño, destacando que “ya están trabajando codo a codo” con las
personas que han nombrado en Panamá para organizar este evento.
El anuncio se produjo un día después que la oficina
del comisionado de la confederación caribeña retiró la sede de la Serie del
Caribe a la ciudad occidental de Barquisimeto.
En previsión además “hemos preparado también un
calendario con cinco y seis equipos, en caso que por alguna razón, alguna de
estas ligas o estos equipos, no puedan participar”, resaltó.
“Ha habido una premura, pero eso no va a bajar la
calidad de lo que es el torneo”, agregó el comisionado. “Fue un evento
traumático encontrar una sede alterna, pero gracias a Dios el trabajo dio sus
frutos. Hemos aprendido una lección: Tenemos más plazas de las que
considerábamos anteriormente”.
La Serie del Caribe reúne a los campeones del
béisbol invernal de México, Puerto Rico, República Dominicana, Cuba y
Venezuela. Panamá, como país anfitrión, regresa al evento del que formó parte
entre 1949 a 1960 durante la llamada primera etapa del torneo. Panamá fue el
anfitrión en los torneos de 1952, 1956 y 1960, mientras el equipo panameño
Carta Vieja Yankees se coronó en 1950 en Puerto Rico.
Cuba, por su parte, regresó al clásico del Caribe
tras 54 años de ausencia.
Horas antes, el gobierno del presidente Nicolás
Maduro condenó la decisión de la Confederación de retirar a Venezuela la sede y
acusó al organismo de ceder a las presiones de Grandes Ligas que, según las
autoridades venezolanas, se suman a las acciones de Estados Unidos para
derrocar al mandatario.
El ministro de Juventud y Deporte, Pedro Infante,
indicó que la decisión de la CBPC “obedece a las presiones generadas por la
Major League Baseball (las Grandes Ligas) como una acción que se suma al golpe
de Estado contra nuestra patria dirigido en el gobierno de Estados Unidos para
derrocar a un gobierno legítimo y constitucional”.
En rueda de prensa, el ministro aseveró que la Serie
del Caribe podía realizarse “sin ningún inconveniente” en el país, pese a las
tensiones políticas en Venezuela y la ruptura de relaciones entre Caracas y
Washington.
“No es correcto politizar un evento como este, luego
de que se han realizado diversos eventos deportivos de carácter internacional
en el país” en días recientes, como el partido por la Copa Libertadores de
fútbol entre el local Deportivo La Guaira y el Real Garcilaso de Perú,
enfatizó.
La MLB recomendó “en los términos más enérgicos” que
los jugadores y demás personal de los clubes no viajen a Venezuela para el
campeonato regional, que debía disputarse en territorio venezolano entre el 2 y
9 de febrero.
Al explicar las razones que llevaron a la CBPC al
tomar la decisión, se señaló como uno de los argumentos la situación de tensión
política que enfrenta Venezuela reconocida por el Ejecutivo que ha denunciado
un golpe de Estado. La organización sostuvo que tales hechos “escapan al
control e influencia” de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional y del comité
organizador del torneo.
Además la organización subrayó que la decisión de
Venezuela de romper relaciones con Estados Unidos representa una “imposibilidad
material de obtener visas de entrada” al país suramericano para los
estadounidenses que forman parte de la mayoría de los equipos eventualmente
participantes en el campeonato caribeño.
Es la segunda ocasión consecutiva que a Venezuela le
retiran la sede del torneo caribeño.
Barquisimeto iba a ser anfitriona del torneo en
2018, pero la confederación le arrebató la sede por la anterior agitación
política en Venezuela y la reprogramó para este año. Las dos ediciones previas
se han disputado en las ciudades mexicanas de Culiacán y Guadalajara.
Los Cardenales de Lara, que el domingo conquistaron
su quinto título de campeones del béisbol venezolano al superar a los Leones
del Caracas, tendrán todo el apoyo de las autoridades venezolanas para acudir a
la serie, resaltó el ministro. Desde el gobierno “todo el apoyo necesario a los
campeones, para que participen en la cita donde se defina efectuarse”, reiteró
Infante.
Los otros cinco equipos participantes son los
Leñadores de Las Tunas, de Cuba; Estrellas Orientales, de República Dominicana;
Cangrejeros de Santurce (Puerto Rico) y Toros de Herrera (Panamá). El
representante de México surgirá entre los Charros de Jalisco y los Yaquis de
Ciudad Obregón, serie por la Liga Mexicana del Pacífico que se reanuda el lunes
con los Charros en ventaja de 3-2.
Las autoridades añadieron que están evaluando sus
opciones para exigir que sean compensadas las pérdidas ocasionadas con el
retiro de la sede. Más de 23 millones de euros fueron destinados por la
corporación estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa) para la organización del
evento, acotó el ministro.