Los
precios de los bienes de uso cotidiano en Venezuela: alimentos, ropa y
medicinas; se han disparado hasta el punto de que incluso una vida sencilla
allí es inasequible. La economía venezolana sufre de hiperinflación, que se
produce cuando la moneda de un país pierde valor muy rápidamente,
convirtiéndose esencialmente en algo sin valor. Debido a la corrupción y la
mala gestión de Nicolás Maduro, el ilegítimo exdictador de Venezuela, la
hiperinflación ha destruido el valor de la moneda del país, el bolívar.
Aunque
Maduro y su red ilegítima no han publicado datos económicos, Bloomberg ha
desarrollado el “índice café con leche” (en inglés) para rastrear el precio del
café en una panadería de Caracas. Esto proporciona una visión no oficial de la
inflación. En los últimos 6 meses, el precio de una taza de café en la
panadería ha pasado de 20 bolívares a 1.700 bolívares. (Bloomberg informa que,
en agosto de 2018, Venezuela denominó el valor del bolívar, quitándole cinco
ceros. Eso haría que el precio de 1.700 bolívares nuevos equivalga a
170.000.000 de bolívares antiguos).
Esta
hiperinflación ha provocado hambre, pobreza y una crisis de salud. Para apoyar
a los venezolanos en estos tiempos de extrema necesidad, el secretario de
Estado Mike Pompeo anunció recientemente 20 millones de dólares en asistencia
humanitaria para los venezolanos, además de los 140 millones de dólares en
ayuda humanitaria y de desarrollo para los países vecinos para ayudar a los más
de 3,6 millones de venezolanos que han huido de la tiranía de Maduro.
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