Moscú
es la capital de Rusia, un lugar muy lejos de mi patria Venezuela, y es el
lugar más lejano que he visitado.
Como
latinoamericana, siempre había sentido alguna cercanía con la cultura de los
países europeos, puesto a que, por ejemplo, la Torre Eiffel la ves en la TV, en
la ropa, en los perfumes, en los bolsos… ¡prácticamente en todas partes! sabes
que hasta en Las Vegas (USA) hay una réplica. La comida italiana la conoces,
especialmente la pasta con salsa napolitana, boloñesa; y ni hablar de la “Madre
Patria” España, sabes que los españoles son parte de tu historia, porque
colonizaron Venezuela.
Pero…
¿Que conoces de Moscú? Es muy difícil responder. Podría decir que he oído de la
ruleta rusa, los Kaláshnikov, legendario fusil de asalto soviético, las montañas
rusas, pero la verdad es que se muy poco sobre la cultura de esas tierras
lejanas.
Muchas
han sido las ocasiones que les he contado a mis familiares y amigos la anécdota
de mi viaje a Moscú y siempre había dicho “tengo que escribirlo”. En mi viaje a
la capital rusa sentí muchas emociones, debido a que sostuve un encuentro con
una cultura totalmente diferente a la mía; no tengo ni la menor idea de su
idioma, el alfabeto es diferente y la gente también.
La
llegada al aeropuerto… Москва-Домодедово
Cuando
llegué al Aeropuerto Internacional de Moscú-Domodédovo me encontré con un mundo
totalmente diferente. En las taquillas de información no hablan español, ¡nada
absolutamente nada! En este viaje anduve con dos mochileras Adriana y Paola,
que estuvimos dispuestas a conocer la cultura rusa, aunque no conocemos el
idioma y contábamos con un dominio muy básico de inglés.
Al
llegar lo primero que hicimos fue cambiar dinero, teníamos euros y debíamos
cambiar a rublos (la moneda rusa). Recuerdo que Paola se acercó a la taquilla
de cambio y con señas le dijo a la señora que necesitaba cambiar dinero, y así
pudo cambiar. Pero yo no tuve la misma suerte de Paola, cuando me acerqué la
señora cerró la ventanilla, siempre tendré la duda si fue que se estresó porque
no hablábamos su idioma o quizás fue por lo que en el mundo llaman “racismo”.
En fin.. Fui a otra taquilla (ahí mismo en el aeropuerto) y me cambiaron el
dinero, Adri también cambió.
En
segunda instancia Pao se acerco a la taquilla de información a preguntar por la
dirección de nuestro hospedaje, como dirían coloquialmente en Venezuela “no le
entendieron ni papa”. Luego me acerque yo, hablando despacito con mi inglés
“very very basic”, al menos el agente de viajes me entendió un poquito y
viceversa, me dio una hoja del mapa del metro de Moscú, indicándome donde tenía
que bajar para llegar al hospedaje.
Moscú
y su metro… Московский метрополитен
Al
salir del aeropuerto emprendimos nuestra aventura en Moscú. Tomamos un bus
hasta la estación de metro Kiyevskaya, la hoja que me habían regalado con el
mapa estaba escrita en alfabeto occidental, pero obviamente en el metro todo
estaba escrito con el alfabeto ruso.
Tverskaya…
Jamás te olvidaré
La
ubicación del hotel Versal na Tverskaya aparentemente era sencilla. Cuando
llegamos a la estación Trveskaya nos bajamos, salimos del metro y nos
encontramos con un día nublado, con una ligera llovizna, y eso que era pleno
verano (2013). Caminamos buscando el edificio, entonces lo encontramos. ¡Aquí
esta!. Pero… La puerta estaba cerrada, tocamos y nadie abría, ahí estuvimos un
rato esperando hasta que salió alguien, y así pudimos entrar.
Cuando
pasamos la puerta resultó que el edificio era como una fachada y salimos de
nuevo a otra calle. En esa búsqueda de nuestro hospedaje, tardamos como 2 horas
y media, caminamos por todas partes buscando la dirección, que constaba de dos
números, y no lo encontrábamos. Vimos a unos señores que amablemente querían
ayudarnos pero no entendíamos lo que decían. Habían dos hoteles cerca, en uno
que se veía muy lujoso, pregunté el precio “how much cost a room three night?”
y la persona que me atendió me dijo muchas cosas de las que resaltó que “it is
very expensive”, sacamos la cuenta y realmente si era muy caro.
Paola
se quedó en la acera cuidando las 6 maletas que cargábamos, mientras que
Adriana y yo fuimos a averiguar el precio de la habitación en un hotel que
vimos llamado “Lovely Place”, estaba escrito en inglés pero parecía uno esos
lugares donde crees que te pueden raptar.
Lágrimas
de viajeras
Cuando
regresamos Paola estaba llorando, es que como les dije, fueron 2 horas dando
vueltas en el mismo lugar sin encontrar el hospedaje. Pero milagrosamente
encontramos el edificio con el número de la dirección, solo que la puerta
estaba cerrada, el timbre no funcionaba y tuvimos que esperar que alguien
saliera. Cuando subimos nos dimos cuenta que fue que el edificio estaba recién
pintado y por eso no estaba la información del hotel visible.
Nos
recibieron unas señoras rusas muy amables, que evidentemente están
acostumbradas a relacionarse con turistas de todas partes del mundo. No fue
difícil comunicarnos con ellas porque usamos el google traductor. El hotel es
muy bonito, lo que más me llamó la atención fue la preciosa lámpara de nuestra
habitación.
Después
de relajarnos un poco, salimos a comer hamburguesas en el restaurant Beverly
Hills Diner al estilo americano ubicado en el corazón de Moscú. El menú estaba
en inglés y en ruso, por fortuna pedí una hamburguesa deliciosa y luego comí un
helado.
Continuará…
Si
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¿Qué conoces de Moscú? (Parte II)
Kaiser
Solano contacto@alpargataviajera.com