Prensa.
Alpargata Viajera.
Para
una latina que apenas entiende inglés en un nivel muy básico, estar en Londres
es como ver en cine 3D una película, pero sin las letras correspondientes para
la traducción al español. Así me pasó muchas veces me preguntaba ¿y los subtítulos?
Viajar
a Londres es como estar en una película, en Trafalgar Square pude recordar la
escena de la película 101 Dálmatas, en donde Anita andaba en bicicleta paseando
a su perrita Perdida, ahí se encontró con Roger y su perro Pongo, que
prácticamente por iniciativa de pongo se cruzan en el camino. Pero más allá de
las memorias de película, es importante acotar que Trafalgar Square es una
plaza del centro de Londres construida para conmemorar la batalla de Trafalgar
(21 de octubre del año 1805). Además, es un sitio turístico famoso por sus
palomas.
También
es memorable el Big Ben, muy famoso en las películas. Se trata de la gran
campana del reloj situado en el lado noroeste del Palacio de Westminster, sede
del Parlamento del Reino Unido, en Londres, pero su verdadero nombre era Clock
Tower hasta que, en el año 2012, pasó a llamarse Elizabeth Tower. Tuve la
oportunidad de subir al London Eye y ver desde las alturas al río Támesis y al
famoso Big Ben. La sensación de subir lentamente en el London Eye, un viaje a la
luna gigante. Luego entré al acuario Sea Life, que queda muy cerca, ambas
sensaciones de movimiento lento me produjeron un leve mareo.
Por
otro lado, la calle Baker Street sin duda me hizo recordar a Sherlock Holmes,
uno de mis personajes de ficción favoritos, que habitaba en la dirección
ficticia 221B Baker Street. En la zona hay un restaurant llamado el café de
Sherlock Holmes, una estatua del famoso detective y muchas cosas alusivas al
personaje. Algo que me causó varias veces confusión fue la manejada por el lado
contrario de los londinenses, en primer lugar, vi a un niño del lado izquierdo
en el carro que me hizo pensar ¡está muy chiquillo para conducir! Pero ya en
media hora te acostumbras.
El
Palacio de Buckingham es otro lugar muy emblemático de Londres. Visité la
residencia oficial de la monarquía británica con la ilusión de ver al príncipe
Williams y saludar a la Reina Isabel pero solo vi a los custodios del palacio y
a muchos turistas. Es muy lindo el lugar, también recordé cuando murió la princesa
Diana y miles de personas acudieron al palacio a llevar flores.
Me
gustó mucho Londres por su impecable organización y sus emblemáticos lugares.
Algo que me agradó bastante fueron las flores ornamentales en los postes.
Anduve en el segundo piso de un bus (city tour) y a esa altura veía las flores.
El verano es fresco en Londres. Siempre había escuchado que los ingleses son
personas frías, pero tuve otra imagen de la gente porque me encontré con
personas amables.
Kaiser Solano.
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