Mayra
Linares, colega que labora en el Diario de Los Andes, fue víctima del intento
de intimidarla y amedrentarla que tanto estilan aplicar los uniformados del
Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sabin). Para ella plena solidaridad
y apoyo de la Seccional Trujillo del Colegio Nacional de Periodistas.
JESÚS
SEGOVIA (*)
CNP
7.635
jesus63segovia@yahoo.es
Aunque afortunadamente, Venezuela no
atraviesa por una guerra civil, ni ha sido intervenida militarmente por
ejércitos extranjeros, pese a eso, los periodistas venezolanos trabajan bajo
fuego.
Sí, bajo fuego. Sí, porque los periodistas,
reporteros gráficos, camarógrafos y hasta locutores tienen que protegerse de
los gatillos alegres llamados “colectivos”, que en realidad son malandros
tarifados o mercenarios que reciben y cumplen órdenes del régimen de Nicolás
Maduro, y también deben resguardarse de los atropellos, amedrentamiento e
intimidación de los uniformados de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), la
Guardia Nacional (GN) y el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (el
tenebroso Sebin).
A estos acosos e intentos por imponer la
censura y la autocensura también le hacen frente los comunicadores sociales del
estado Trujillo. El caso más reciente ocurrió con la colega Mayra Linares,
quien labora para el Diario de Los Andes, y
mientras cubría un evento político de calle, fue abordada por
funcionarios del Sebin, quienes de manera abusiva e ilegal la obligaron a
mostrar sus documentos de identidad personal y el carnet de la empresa
editorial donde trabaja, procediendo de inmediato tales esbirros a fotografiar
los documentos aquí mencionados.
Vulgar intento de amedrentar e intimidar que
repudia y rechaza la Seccional Trujillo del Colegio Nacional de Periodistas,
porque informar no delito. No, no es delito, todo lo contrario, es un derecho y
una garantía consagrada en los artículos 57 y 58 de la Constitución Nacional;
esa que el pueblo aprobó en el referendo del domingo 15 de diciembre de 1999.
Estos fichajes ilegales y arbitrarios de los
funcionarios del Sebin contra los comunicadores sociales del país, una vez más
los pone al descubierto y ratifican lo que son: verdugos que pisotean la Carta
Magna y vulneran los derechos humanos para cumplir las instrucciones de quienes
hoy desgobiernan a la patria que parió a héroes y heroínas.
Olvidan que los periodistas, reporteros
gráficos, camarógrafos y locutores tienen una obligación ética y moral de
mantener informado al pueblo -de modo oportuno, veraz e imparcial- de cuanto
acontece en estos tiempos cuando el régimen a cada rato y todos los días atenta
y arremete contra la libertad de prensa, y la poca que todavía existe, es
gracias a colegas valientes como Mayra Linares.
Reiteramos la solidaridad y el respaldo del
CNP Seccional Trujillo para ella y otros colegas de estas tierras andinas que
están bajo la mira de los esbirros del régimen; esos que son alérgicos a la
libertad de expresión, de pensamiento y de opinión. ¡Hemos dicho!
(*)
Secretario General del Colegio Nacional de Periodistas, Seccional Trujillo.