Prensa.
Infobae.
Las tiendas de campaña
situadas al pie del Everest están atestadas de montañeros, anunciando un año de
actividad récord y problemas de seguridad en la montaña más alta del mundo.
Desde que Edmund Hillary y
Tenzing Norgay lograran la primera ascensión en 1953, más de 4.000 montañistas
han llegado a la cumbre del Everest, según el Himalayan Database.
En los recientes años la
tendencia se ha acelerado, con cada vez más grupos organizando expediciones a
la mítica montaña, lo que también ayuda a reducir su coste. Pero ello
incrementa el riesgo de verdaderos 'embotellamientos' en las sendas hacia la
cumbre, y aumentan los accidentes, los riesgos de congelación o incluso de
muerte.
La foto de un inmenso
'atasco' al pie de la cumbre en 2012 provocó un movimiento en favor de una
mejor gestión de los permisos, incluso de poner a éstos un tope anual.
Nepal otorga unos permisos,
que cuestan 11.000 dólares, para escalar la cumbre de 8.848 metros. Este año
concedió 378 permisos, según su departamento de turismo. Con ello, se supera el
anterior récord, que era de 373 permisos en 2017.
Muchos de los montañistas
requieren la ayuda de guías nepalíes, con lo que son en total unas 750 personas
las que intentarán llegar a la cumbre en las próximas semanas, cuando se espera
que las condiciones climatológicas sean más favorables.
Y al menos otros 140
alpinistas están preparando la ascensión del Everest usando la vía norte desde
Tíbet. Con ello, se debería superar el récord de montañistas que escalan cada
año la montaña, que quedó fijado en 807 en 2018, año en el que murieron cinco
de ellos.
La primavera boreal es la
mejor temporada para subir el Everest, cuando son un poco más clementes las
gélidas temperaturas y los vientos helados. Pero, pese a ello, la temporada de
ascensiones es corta: se inicia cada año en estos días y termina a fines de
mayo o en la primera semana de junio.
El bloguero sobre montañismo
Alan Arnette afirma que los problemas se pueden plantear al final de la corta
temporada, debido a un exceso de montañistas que intentan coronar la cumbre
antes de que empeoren las condiciones climáticas.