Suele
manifestarse entre los 30 y 50 años de edad, tanto en hombres como en mujeres.
Prensa.
Comstatrowland.
La
artritis psoriásica es una enfermedad inflamatoria de la piel y de las
articulaciones que aparece por lo general en personas con psoriasis, una
afección común que se caracteriza por la presencia de lesiones cutáneas descamativas,
eritematosas (rojas) en varias partes del cuerpo, suelen ser pequeñas y
periféricas o presentarse en el cuero cabelludo y en los pliegues cutáneos.
Según
el Colegio Americano de Reumatología, alrededor del 10% de los pacientes con
psoriasis presentan artritis. La Psoriasis suele preceder en varios años a la
artritis, aunque muchos pacientes se quejan de rigidez matutina. El pronóstico
es bueno y solo una cuarta parte de los pacientes desarrollan una enfermedad
destructiva y progresiva.
Esta
artritis se presenta tanto en hombres como en mujeres y suele manifestarse
entre los 30 y 50 años de edad, aunque hay casos pocos comunes en los que
comienza en la niñez.
Comúnmente,
afecta las articulaciones de las manos causando deformidad de los dedos (dedos
en salchicha), rodillas, caderas, tobillos y muñecas se afectan con menos
frecuencia. Suele cursar con afectación del esqueleto axial y de las uñas.
Existen datos que sugieren una etiología infecciosa (viral), alteración de la
inmunidad celular, así como la presencia de inmunocomplejos e influencia
genética.
Los
Internistas Reumatólogos son los especialistas en diagnosticarla y tratarla.
Realizando un interrogatorio y examen físico exhaustivo pasando por todos los diagnósticos
diferenciales.
También
se pueden solicitar exámenes complementarios de sangre buscando la presencia de
marcadores reumatológicos, radiografías, resonancia magnética, ecografía o
tomografía computarizada, para observar con más detalle el daño articular e
indicar el tratamiento correcto.
Terapia
para el alivio del dolor
El
tratamiento de la artritis psoriásica comienza con la educación del paciente y
la fisioterapia encaminadas a mantener la función muscular y articular. La
terapia farmacológica, va a depender del nivel del dolor, inflamación y grado
de afectación de la enfermedad. La
medida fundamental es el empleo de los antiinflamatorios no asteroideos
(AINES), estos reducen la inflamación y mejoran el dolor en la mayoría de los
casos.
Dentro
de este grupo de fármacos se encuentra el Etoricoxib, que alivia el dolor, la
rigidez y mejora la capacidad de movimiento. Su principio activo es un
inhibidor selectivo de la enzima cicloxigenasa-2 (COX-2) bloqueando así los
mecanismos pro inflamatorios y por ende mejorando el dolor,
la inflamación y la fiebre.
Está
indicado como alivio sintomático del dolor crónico como en el caso de la
enfermedad degenerativa articular y la artritis reumatoide, entre otros. Así
como en casos de traumatismos y dolor post operatorio agudo. Al no actuar sobre la Cicloxigenasa-1 (COX-1)
tiene menos efectos secundarios, sin embargo, se debe individualizar el
paciente y usarse con mayor precaución en pacientes con antecedentes
gastrointestinales, renales y cardiovasculares.