De la maravillosa coincidencia entre una comunidad de personas con necesidades especiales y el saber hacer de 30 años de unos fabricantes venezolanos de textiles, nació un emprendimiento con propósito que lleva por nombre Livet, más que una marca de ropa, una obra que es una celebración de la vida plena y feliz más allá de las diferencias
Prensa. Alego Comunicaciones
Son distintos. Nacieron con una carga genética extra. Allí, en el par 21 de su cariotipo, en vez de un par, hay un trío de cromosomas y esa generosa existencia los determina. Suelen ser seres cariñosos y sensibles, colaboradores y comprometidos, definitivamente especiales. Lo son también por su fisionomía. De ojos achinados, extremidades cortas, manos pequeñas, no tan altos, tampoco tan delgados. Vestirse ha sido siempre un asunto complejo para ellos porque el común de la ropa, tanto de niños, como la de adultos, es confeccionada para otro tipo de cuerpos.
“Ellos casi siempre están en un limbo a la hora de vestirse. La ropa que les queda de largo, no les cierra de ancho y la que les sirve de ancho, les queda extremadamente larga, siempre sobra muchísima tela. Además, estas personas son enemigos de los botones, de los cierres, de las etiquetas. La ropa es, definitivamente, un asunto difícil para ellos y para la familia”, dice con propiedad María Susana Padrón de Grasso, madre de María Andreína, quien nació hace 32 años con la condición de Síndrome de Down.
Como le sucede a tantas madres de niños con necesidades especiales, María Susana volcó su vida a apoyar la causa y trabaja incansablemente para que las personas con trisomía 21 y otras dificultades cognitivas, logren desarrollar su máximo potencial y logren integrarse activamente en la sociedad. Desde 1993 preside Avesid.
La vida une en algún momento a María Susana y a Maigualida Díaz, una publicista experta en mercadeo que una vez que se retira del mundo corporativo, entra de lleno a apoyar el negocio familiar, una fábrica de ropa de mujer y niños que le da empleo a 25 personas de manera directa y a 200, de forma indirecta. De esta factoría, ubicada en el corazón de Prado de María, en Caracas, salen piezas de varias marcas y colecciones enteras que se venden en una afamada tienda por departamentos.
En 2018, en medio de una conversación con Floralicia Anzola madre de crianza de Bárbara Rondón -una joven Síndrome de Down de 34 años- surgió la idea de crear una línea de ropa especial para estos niños especiales, que no solo tuviera unas dimensiones particulares, sino que además utilizara telas frescas, confortables y elásticas, que además prescindiera de cualquier elemento que agregue complejidad al proceso de ponérsela o quitársela o que produjera molestia o escozor, tal como suele suceder con las etiquetas.
LIVET, el encuentro entre una necesidad no atendida, con un saber satisfacerla
Con la seguridad de haber encontrado un nicho en el cual trabajar con muchas posibilidades de éxito y con la seguridad de mejorar la calidad de vida de este grupo humano, María Susana y Maigualida crearon Livet, una línea de ropa especial, confeccionada para personas con necesidades especiales, una propuesta para ofrecer diseños a su medida, cómodos, resistentes, alegres y frescos, sin limitaciones. Pero más que una marca, las creadoras prefieren referirse a Livet como “una obra con propósito”.
Livet, que es una traducción del noruego de la palabra “vida”, es una ropa que ayuda a las personas Síndrome de Down a ser más independientes, a estar más cómodos, a sentirse mejor con sus cuerpos...y como un detalle adicional, ha considerado una línea espejo para las mamás de estos seres especiales, cuenta Maigualida.
Luego de meses de producción, las piezas de la primera colección están listas y se dan los últimos toques para su comercialización on line. Su página web es www.livet-group.com y en Instagram se les encuentra por @Livetgroup.
El 5% del valor de cada pieza que se venda, será donado a Avesid. De esta manera, los familiares de las personas con Síndrome de Down con mayores posibilidades económicas, estarán contribuyendo junto a LIVET, con los de menores recursos.
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