Prensa.
Diario Las Américas.
“El paro convocado para el
21 de noviembre [en Colombia] hace parte de la estrategia del Foro de Sao
Paulo, que intenta desestabilizar a las democracias de América Latina,
secundada por grupos opositores, cuyo propósito ha sido bloquear al Gobierno
del presidente Iván Duque”, denunció el expresidente colombiano Álvaro Uribe.
El también jefe del
Partido Centro Democrático, al que está adscrito el presidente Iván Duque,
aseguró que el “derecho a la protesta social” no puede estar al “servicio de
anarquistas internacionales ni de grupos violentos”, dado que algunos sectores
en Colombia temen que esa manifestación termine con un saldo violento, como ha
ocurrido recientemente en Chile.
Uribe pidió “a las
autoridades competentes la judicialización de los incitadores a la violencia y
en el caso de extranjeros que estos sean llevados a la cárcel o deportados”, al
tiempo que dijo a la comunidad universitaria que, “a pesar de la difícil
situación fiscal-financiera, el presupuesto aprobado para la educación es de
44,1 billones de pesos, [y que] hace dos años era de 38 billones”.
Los líderes de la protesta
están convocando a la sociedad civil colombiana para demandar un “mejor
gobierno” de parte del presidente Duque, y con el fin de rechazar la muerte de
líderes sociales e indígenas, además del cumplimiento de algunos acuerdos
pendientes con la comunidad estudiantil.
En Chile, ese país
sudamericano vive su tercera semana de protestas masivas que comenzaron como
rechazo a un alza en el pasaje del Metro De Santiago de Chile, y luego se
radicalizaron por un denunciado descontento frente al modelo económico y social
del Gobierno del presidente Sebastián Piñera.
Horas después del
pronunciamiento de Uribe, se conoció un video a través de las redes sociales en
el que una persona con parte del rostro cubierto anunciaba acciones violentas
en Bogotá y Medellín, el día del paro programado para el próximo 21 de
noviembre, lo que hizo prender las alarmas en Colombia.
En el más reciente
encuentro del Foro de Sao Paulo, en julio pasado en Caracas, durante una
alocución pública, el usurpador Nicolás Maduro aseguraba que en Venezuela eran
bienvenidos los cabecillas de las disueltas Fuerzas Armadas Revolucionarias de
Colombia, que se encontraban prófugos de la justicia colombiana.
En fecha más reciente, el
20 de octubre en otra presentación pública, después de que comenzaron a
producirse revueltas públicas en varios países de Suramérica, Maduro
manifestaba sonriente: “Al Foro de Sao Paulo le puedo decir, desde Venezuela:
estamos cumpliendo el plan, va como lo hicimos. Va perfecto, victorioso. Todas
las metas que nos hemos propuesto en el Foro de Sao Paulo, las estamos
cumpliendo una por una”.