El presidente de
la empresa AboutMyBrain para Europa, y socio-director de IDEO Business, dictó
la conferencia virtual “La felicidad lleva al éxito, y no al revés”, para la firma Mazars-Venezuela, a propósito del 20 aniversario de esta organización
internacional. Destacó la importancia de esta empresa en el propósito de
asegurar el talento con felicidad.
Prensa. Leonisia Cusati.
La terca
presencia del coronavirus Covid-19 en el mundo,no solo está replanteando los
modos de vida, sino también instalando en las organizaciones la nueva era del
talento por encima del capital, yotras maneras de focalizar los objetivos y las
relaciones laborales: ser felices para
alcanzar el éxito, y resetear el
capitalismo. Aunque parezca imposible.
Lo aseguró Juan
Carlos Cubeiro, especialista internacional en liderazgo, transformación y
gestión de talento, durante la conferencia virtual “La felicidad lleva al
éxito, y no al revés”, que realizó para Venezuela y en la cual participaron más
de 100 espectadores interesados en el nuevo liderazgo organizacional.
El presidente de
la empresa AboutMyBrain para Europa, y socio-director de IDEO Business, fue
invitado especial de la organización
internacional Mazars Venezuela, especializada en auditoría, asesoramiento legal
y fiscal, contabilidad y outsourcing,
quien celebró su vigésimo aniversario con esta interesante conferencia,
que contó con la participación de dos de sus socios, Mercedes Rodríguez y
Ricardo Adrianza.
“Feliz de
celebrar el cumpleaños, aunque sea
virtualmente con este país que adoro. Estos 20 años de dificultades, también lo
han sido de la guerra por el talento, y creo que lo mejor estar por llegar”,
expresó el invitado.
Señaló que el “talentismo”
llegó definitivamente al mundo empresarial, y la felicidad tiene mucho que ver
en esto. “Especialmente en Mazars lo han desarrollado, tanto en el compromiso del personal
profesional, como en la relación con los clientes y casi un centenar de personas
que estamos aquí”, destacó.
Para Cubeiro, “en
este momento, el gran riesgo es que las
compañías queden congeladas, con problemas de liquidez, en tecnología, en ventas y no hagamos nada”. Y, una manera de evitarlo, es apelar
justamente a la felicidad y al éxito.
Luego de
desmitificar la especie de que el éxito lleva a la felicidad, definió a esta
última como una experiencia de vida que debe hallar su equilibrio entre el
placer y el perfeccionismo, y ponerla al servicio de las organizaciones ansiosas de talento.
Se centró en la
felicidad voluntaria, “Muchas veces hablamos de la felicidad pero no actuamos
para conseguirla; por ejemplo, podemos saber que el ejercicio físico nos da
felicidad, pero eso no significa que lo hagamos”.
“Debemos ser
felices, porque es así como tendremos éxito”, afirmó Cubeiro, al tiempo que mencionó varios aspectos que conducen a esa
vivencia, relacionadas con la importancia de los vínculos, de soportar las adversidades, cuidar los objetivos y valores,
fundamentales para el desarrollo organizacional de los nuevos tiempos.
En primer lugar, cuidar del amor y nuestras relaciones con
otros. “Cuando la empresa, por tratar de maximizar el beneficio, descuida el
ámbito de las relaciones, de líderes entrenadores, no tendremos gente feliz; es
el poder del amor más que el amor al poder”. Dos, encontrarle sentido a la
vida: “Es el para qué, son objetivos emocionantes que nos llenan de entusiasmo
al lograr la meta que queremos y las victorias de la vida”.
Tres, disfrutar
del empleo: “En los próximos años, 50% de los profesionales libres o
semilibres, los nómadas del conocimiento, tendrán relaciones más flexibles con
las compañías; lo que se lleva el coronavirus son los dos grandes protagonistas
de los últimos años: la jerarquía y la burocracia. La gran limitación para tele
trabajar es la desconfianza de algunos jefes que no se fían de que se puedan cumplir
las tareas por vía remota; y luego la
burocracia es un coste que en la globalización 4.0 no va a existir.
Cuatro,
establecerse retos: “tenemos que disfrutar de nuestro empleo y que las personas
disfruten de lo que hacen. Las personas felices son triplemente creativas. Y, finalmente, mantenerse conectados, reencontrarse.
Destacó la
importancia de cuidar las relaciones, una buena conversación con personas
tónicas y no tóxicas. El zoom, por ejemplo, en tres meses ha pasado de ser
usado por 20 millones de personas a 800 millones de personas, para cuidar las
relaciones, comentó el especialista.
“Esta idea de
cuidar el amor al trabajo, al reto, a la vida, a lo que podemos llegar a ser es
esencial. Hemos pasado del capitalismo al talentismo, a un punto de no retorno,
donde el talento es lo que marca la diferencia. No sabemos cuántas
transacciones electrónicas se hacen en el mundo, pero si sabemos que, como en Marzas,
no solo hay que encontrar personas con
talento, sino también atraerlas y desarrollarlas, porque las empresas
necesitan mentalidad de crecimiento,
generar una cultura de la mejor versión de sí mismos, tratar bien a los
empleados para que traten bien a los clientes. Por eso estamos reseteando el
capitalismo y centrarnos en la nueva idea del talentismo”.
Al finalizar la
conferencia, representantes de la firma auditora, agradecierona Cubeiro por su
participación, sobre todo en estos momentos de grandes desafíos. “Quisimos
regalar a nuestros clientes y allegados un tema fresco que nos ayude a mantenernos
longánimos. La “Longanimidad” es la perseverancia, constancia y fuerza de ánimo
que lleva a superar situaciones
reiteradas de adversidad. Es la resiliencia sostenida en el tiempo, pero
involucra, además, la nobleza, la benignidad, la clemencia y la generosidad y,
por esto, es mucho más que la resiliencia misma”, apuntó Mercedes Rodríguez,
socia director de la firma Mazars.
Acerca de Mazars
Con 20 años en el
mercado, Mazars ha logrado posicionarse en el mercado, gracias al compromiso y
experiencia profesional de un equipo, siempre cercano a sus clientes, y más en
momentos de grandes retos y desafíos como los que se viven en la actualidad.
“Sabemos que el
contexto actual nos exige la práctica real y sincera de un enfoque de “excelencia por la excelencia” y no “excelencia solo por beneficio”. Actuar
bajo este principio es en definitiva una inversión, cuyo beneficio es una
consecuencia y se retribuye no solo a nuestra firma sino a todos aquellos que
confían en nuestra capacidad de servicio”, señaló Rodríguez.
De esta manera, Mazars sigue trabajando para posicionarse en el mercado como la mejor firma del país, y para ello se sustenta no solo en el conocimiento y experiencia, sino también en los valores que rigen a la marca, en la búsqueda del éxito colectivo.