Internacionales. Washington – En el amplio, y a menudo problemático, debate sobre el cambio climático, han surgido muchas idea para reducir los gases de efecto invernadero y mitigar el cambio climático. En un informe publicado el 14 de junio, la Organización Mundial de la Salud (OMS) vaticina que la adopción de algunas de estas propuestas podría conllevar beneficios para la salud incluso antes de tener un impacto sustancial en lo que respecta al medio ambiente.
La OMS está elaborando una serie de informes que ha titulado La salud en la economía verde. El primero, centrado en la vivienda, fue dado a conocer en una reunión internacional de profesionales de la salud y formuladores de políticas en Washington. La construcción de viviendas y uso de técnicas de aislamiento no perjudiciales para el clima y que protejan mejor los hogares contra las temperaturas extremas ayudarían a las personas susceptibles a un ataque al corazón o a un derrame cerebral, y aliviarían los síntomas de asma y determinadas alergias, según el informe.
“Esta serie explica por qué la vivienda ecológica y la energía del hogar, el transporte y el entorno urbano pueden mejorar nuestra salud [...] y por qué el sector de la salud puede prevenir muchas enfermedades, a muy bajo costo, si defiende las inversiones más saludables en algunos sectores clave”, dijo el Dr. Carlos Dora, un epidemiólogo de la OMS y coordinador de la serie.
La salud en la economía verde presenta una serie de recomendaciones acerca de cómo las políticas de desarrollo sostenible podrían mejorar la salud pública. También sostiene que los científicos y los formuladores de políticas que han tenido en cuenta las políticas de cambio climático han hecho poco hincapié en los problemas de salud relacionados con el cambio climático.
Por ejemplo, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, el foro más experto del mundo en lo que respecta a este tema, indica que las emisiones de los vehículos son una fuente importante de los gases de efecto invernadero, ya que atrapan el calor de la Tierra y aumentan la temperatura del planeta. Según señala la OMS, el informe más reciente de este grupo se centra en mejores combustibles y motores para mitigar este problema. Pero Health in the Green Economy hace hincapié en que caminar, montar en bicicleta y utilizar el transporte público son maneras más accesibles y más saludables de eliminar las emisiones de los vehículos.
La contaminación del aire interior consecuencia del consumo de combustibles de carbono en la cocina causa casi dos millones de muertes al año, según los cálculos de la OMS. Los fogones de cocina limpios ofrecen una alternativa inmediata si las organizaciones internacionales pueden movilizar los recursos para comprarlos y distribuirlos más extensamente. Además, el 17 por ciento de muertes de niños por neumonía en África y América Latina se podrían evitar con los fogones que utilizan combustibles limpios, como el propano o el gas licuado del petróleo (GLP), o con estufas que usan energía solar o carbón vegetal.
En mayo, la secretaria de Estado Hillary Rodham Clinton respaldó la Alianza Mundial para Estufas Limpias, cuyo objetivo es lograr poner fogones de cocina limpios en 100 millones de hogares para el año 2020. “Alcanzar esta meta salvará vidas y reducirá la contaminación”, escribió en un comentario publicado en la edición del 6 de mayo del periódico USA Today. “También aportará una nueva herramienta, especialmente a mujeres y niñas, para crear nuevas oportunidades económicas para sí”. El gobierno de Estados Unidos, así como gobiernos europeos y de América del Sur, y socios del sector privado también son miembros de la iniciativa dirigida a reducir el peligro de cocinar directamente sobre el fuego, lo que causa daños de manera desproporcionada a mujeres y niños.
Los Centros de Estados Unidos para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) han lanzado una campaña destinada a ayudar a los departamentos de salud de estados y municipios en Estados Unidos a prepararse para los efectos en la salud relacionados con el cambio climático. El organismo, con sede en Atlanta, ha otorgado subvenciones a diez departamentos de salud en ciudades y estados para desarrollar maneras de anticipar las necesidades de la gente en un clima cambiante, prever los impactos en la salud y elaborar soluciones.
Los destinatarios de estas subvenciones examinarán estas cuestiones desde dos perspectivas. Un grupo examinará las capacidades actuales de sus comunidades para proporcionar alivio ante impactos a la salud causados por el cambio climático. El segundo grupo analizará los servicios de salud que precisarán ampliarse para ayudar a las personas afectadas por los impactos del cambio climático, según se produzcan en sus zonas geográficas particulares.