"No queremos decir adiós a la Eurocopa", reconoció el seleccionador, tras ver recuperarse a su equipo, que había debutado con traspiés ante Rusia (4-1) y luego se recuperó frente a los griegos (2-1).
"Respetamos a nuestro adversario, pero no le tenemos miedo. Hemos mostrado calidad en el segundo partido", comentó Bilek.
"Intentaremos marcar así la presión será doble para Polonia", confió Bilek, quien destacó a "muy buenos jugadores como Robert Lewandowski y Jakub Blaszczykowski, entre los mejores de la Eurocopa" en el conjunto rival.
En su rueda de prensa también estuvo Tomas Rosicky, que está en duda por una lesión en el tendón de Aquiles y sobre el que se tomará una decisión definitiva el mismo sábado.
Rosicky dijo en una rueda de prensa que ha ido mejorando en los últimos días, pero que sólo se sabrá el sábado si está apto para jugar.
El miércoles, un día después de ser sustituido por lesión en la victoria 2-1 ante Grecia, se había sometido a una resonancia magnética que en principio había determinado que estaría recuperado para el partido ante los polacos.
Más allá de su estado físico, Rosicky afirmó que los checos no jugarán a empatar, pese a que en principio les basta para pasar de ronda, salvo que Grecia dé la gran sorpresa y derrote a Rusia en el otro partido.
"No podemos empezar el encuentro pensando que un empate es suficiente. Tenemos que ir a por la victoria, si no es así tendremos muchos problemas y motivos para preocuparnos", afirmó.
"No vamos a defendernos para conseguir un empate. Debemos llevar la iniciativa desde el principio. Vamos a jugar como lo hicimos en la primera parte contra los griegos, sin especular (con el resultado del otro partido). Vamos a jugar al cien por cien o podemos perder", avisó.