Artículo de Opinión. Por Vito Vinceslao. Si nos ponemos a detallar uno y cada uno de los problemas de inseguridad que se presentan todos los días en nuestra sociedad, y efectuamos un análisis de la causa raíz en estos, llegamos a la conclusión de que el flagelo que causa más estragos es la CORRUPCION. Veamos varios ejemplos:
1. Delincuencia organizada en nuestros centros penitenciarios = Corrupción del sistema penitenciario, Corrupción del Sistema Judicial y Corrupción cuerpos de seguridad del estado.
2. Impunidad en delitos de corrupción administrativa = Corrupción del Sistema Judicial.
3. Bandas delictivas de menores organizadas por adultos = Corrupción cuerpos de seguridad del estado.
4. Extorsión, secuestros y robo de vehículos = Corrupción cuerpos de seguridad del estado.
5. Lavado de dinero ilícito = Corrupción del Sistema Judicial, Corrupción de organismos administrativos.
6. Trafico de drogas y estupefacientes = Corrupción cuerpos de seguridad del estado.
7. Tráfico y prostitución de menores = Corrupción cuerpos de seguridad del estado.
Ahora, si revisamos las penas sentenciadas a los imputados por los delitos generados en el territorio nacional, y las facilidades para cumplir las mismas, se convierten en un incentivo para los delincuentes, debido a que la relación “condena/delito” es muy baja.
La solución no es seguir dotando a nuestras policías con nuevos armamentos y equipos, que luego terminan llegando a las bandas delictivas organizadas, ya que tardan más en atrapar a un delincuente, que lo que tarda en salir de la cárcel.
Cuando uno se consigue a algún ciudadano de a pie, en cualquier lugar, y se trata sobre el tema de la seguridad, siempre habrán recomendaciones como estas:
Ø Eliminar los vidrios ahumados de los vehículos.
Ø Mostrar los rostros de los delincuentes en los medios de comunicación.
Ø Rotar los organismos de seguridad de las cárceles.
Ø Eliminar los teléfonos celulares y privilegios en las cárceles.
Ø Eliminar el COPP.
Ø Eliminar la LOPNA.
Ø Rotar los organismos de seguridad en las alcabalas.
Ø Crear sistemas de seguridad propios por parroquia.
Ø
Yo no hablaría de eliminar, más bien de revisar a fondo y corregir, si es posible empezar de nuevo desde cero, lo que se ha hecho hasta ahora no funciona, pareciera que faltara voluntad política, como si les gustara mucho lo que tenemos, o es que el COPP le hace la vida más fácil tanto a los delincuentes comunes como a los de cuello blanco, el único que no la soporta es el ciudadano honesto que paga sus impuestos y vota siempre con la fe de que ahora si se solucionaran todos los problemas.
Para el poder Legislativo que no haga algo con respecto a estas leyes, aplica ese viejo refrán tan sabio: “No lavan ni prestan la batea”.
No más Sangre - No más Violencia – No más Impunidad.
* Vito Vinceslao; Abogado, Presidente de la Cámara de Comercio del Estado Apure y Candidato al Consejo Legislativo.