Prensa. AFP.
Cuando
se declare la sede vacante y los cardenales estén en Roma se anunciará la fecha
de reunión de los prelados
VATICANO AFP
El papa Benedicto XVI autorizó el
posible adelanto del cónclave que elegirá a su sucesor a fin de acortar una
transición sacudida por su renuncia, que se materializará el próximo jueves, y
por los escándalos e intrigas que atormentan a la Iglesia católica.
El agitado periodo de la
milenaria institución tuvo un nuevo sobresalto ayer con el anuncio de la
renuncia del cardenal Keith O'Brien. También existen fuertes presiones para
tratar de impedir que otro prelado, el cardenal retirado de Los Angeles Roger
Mahony, participe en el cónclave debido a su papel en la protección de
sacerdotes que abusaron sexualmente de otros.
El decreto ("motu
proprio") concede a los cardenales la facultad de anticipar el
inicio del cónclave en caso de estar todos presentes en Roma. "Dejo al
Colegio de Cardenales la facultad de anticipar el inicio del cónclave si se
constata la presencia de todos los cardenales electores en el Vaticano”, dice
el texto del decreto papal, escrito en latín.
Normalmente, el cónclave debe
empezar entre 15 y 20 días después de que sea declarada la sede vacante, que en
este caso se iniciará el jueves. Los purpurados tienen tiempo para llegar a
Roma aunque hay quienes creen que la asamblea podría aplazarse hasta el límite
máximo de manera que las discusiones se inicien en un clima menos tenso.
En el cónclave 115 purpurados,
con derecho de voto, designarán al sucesor de Benedicto XVI, el primer
pontífice en renunciar en seis siglos alegando falta de fuerzas.
Secreto para el sucesor. El Papa decidió, además, informar exclusivamente a su
sucesor sobre el escándalo de Vatileaks, sobre filtraciones de documentos
secretos que llevaron a la condena, en octubre pasado, a 18 meses de cárcel de
su mayordomo Paolo Gabriele, a quien indultó al cabo de cuatro meses.
Benedicto XVI se reunió con los
cardenales de la comisión que investigó esas filtraciones, formada por el
español Julián Herranz, el eslovaco Josef Tomko y el italiano Salvatore de
Giorgi.
Sus conclusiones, según dos
diarios italianos, destaparon una supuesta trama de corrupción, sexo y tráfico
de influencias en el Vaticano, que rechazó esas primicias, tildándolas de
falsas informaciones.
De acuerdo con el diario La
Repubblica y la revista Panorama, el Papa decidió abandonar el cargo luego de
recibir el informe de 300 páginas realizado por los tres purpurados.
Las publicaciones revelan que en
la Curia Romana reina un sistema de chantajes internos basados en debilidades
sexuales lo que fue negado por la secretaría de Estado del Vaticano.
O'Brien queda fuera
El cardenal Keith O'Brien, jefe
de la Iglesia Católica de Escocia, acusado de conducta inapropiada por varios
religiosos, renunció como arzobispo y no participará en el cónclave que elegirá
al próximo Papa.
Keith O'Brien presentó en
noviembre su renuncia al cargo de arzobispo de Saint Andrews y Edimburgo, que debía
ser efectiva en marzo, cuando cumplirá la edad canónica, 75 años pero el papa
Benedicto XVI, ha decidido que su dimisión sea efectiva desde ayer.
Precisó que no participará en el
cónclave. "No quiero que la prensa se centre en mí, en Roma, sino más bien
en el papa Benedicto XVI y en su sucesor", dijo en un comunicado Keith
O'Brien, el único eclesiástico de Gran Bretaña que podía votar en el cónclave.
El cardenal dijo que da gracias a
Dios por todo lo bueno que ha podido hacer y por sus fracasos pidió
perdón a todos a los que ofendió.
O'Brien conocido por sus
posiciones contra los homosexuales, está acusado de haber tenido, a partir de
los años 1980, comportamientos indecentes con tres sacerdotes y un ex cura,
según la edición dominical de The Observer.
Un portavoz de O'Brien desmintió
las acusaciones pero la Santa Sede indicó que el Papa había sido informado del
problema.
Los cuatro denunciantes, todos de
la diócesis de Saint Andrews y Edimburgo, señalaron los hechos al nuncio
apostólico en Gran Bretaña, Antonio Mennini, la semana previa al anuncio, el 11
de febrero, de la dimisión de Benedicto XVI.