La implementación de la Televisión Digital Abierta implica que próximamente, en un plazo que decidirá discrecionalmente el Gobierno de Venezuela, se decretará la extinción definitiva de la emisión en señal analógica, por medio de la cual han transmitido hasta ahora Globovisión y las demás estaciones de TV en señal abierta. Esto significa que Globovisión se verá obligada a interrumpir su transmisión en señal abierta tan pronto como el gobierno decrete la extinción de la emisión analógica y Globovisión no esté en capacidad de transmitir en señal digital, por haber sido discriminada y excluida del proceso oficial.
Al no poder transmitir en señal abierta por causa de una limitación técnica impuesta por la Comisión Nacional de Telecomunicaciones, el Gobierno podría decretar la extinción anticipada de su concesión y, consecuencialmente, podría también excluir a Globovisión de las operadoras de televisión satelital y por cable, al no contar Globovisión con una concesión de señal abierta.
Esta política oficial evidencia que el propósito último del Gobierno de Venezuela consiste en discriminar (aún más) a Globovisión, menoscabar gravemente las condiciones técnicas de su operación (en desventaja con el resto de los medios), preparar los “argumentos” que justifiquen la revocatoria prematura y anticipada de su concesión, y cancelar definitivamente la transmisión de la señal de Globovisión (incluso en los operadores de televisión satelital y por cable).
Esta nueva acción del Gobierno de Venezuela es parte de su política sistemática de hostigamiento en contra de Globovisión y sus periodistas, por causa de su línea editorial independiente, y busca incitar a su autocensura y provocar su cierre definitivo. A pesar de ello, Globovisión seguirá informando de manera ética, veraz y responsable sobre los asuntos que son de interés público, y seguirá siendo la principal ventana de información, auténticamente libre, independiente y al servicio de toda la sociedad, sin discriminación alguna.