El reactor que Corea del Norte pretende reiniciar fue clausurado como parte de un acuerdo alcanzado en el marco de las conversaciones a seis bandas, diálogo estancado desde 2008, orientado a la desnuclearización del hermético régimen de Kim Jong-un y en el que participan las dos Coreas, EEUU, China, Japón y Rusia.
Al margen de suponer una grave preocupación para el archipiélago nipón, Suga confirmó que Japón trabajará junto con el resto de países del grupo del diálogo a seis bandas para poder analizar la última amenaza realizada por Pyongyang. El ministro portavoz además instó a Corea del Norte a "mantener su promesa" y a desistir de su idea de reanudar las instalaciones nucleares. El reactor de la planta, dotado de 5 megawatios de potencia y situado a unos 90 kilómetros al norte de Pyongyang, era la única unidad que Corea del Norte utilizaba para enriquecer plutonio para su programa nuclear militar.