Prensa. Diario El Nacional.
Se espera que el lanzador venezolano esté fuera de la actividad por cerca
de 19 meses. Se desconoce su futuro
ENIS ESPINOZA
Johan Santana salió ileso de la operación
que le practicaron, ayer, en el Hospital para Cirugías Especiales, en
Manhattan. La organización Mets de Nueva York informó, a través de su cuenta
Twitter (@Mets), que la intervención fue un éxito; no se especificó la duración
de la operación. Se espera que el Gocho sea dado de alta hoy en horas de la
mañana, luego del procedimiento quirúrgico en la cápsula anterior del hombro
izquierdo, proceso comandado por el médico David Altcheck, el mismo que estuvo
en la primera cirugía del merideño por la misma lesión, el 14 de septiembre de
2010.
Aunque el parte médico no ha sido desglosado, se presume que Santana deberá
tomar descanso por cerca de 19 meses para volver al montículo. Es el primer
lanzador que se somete por segunda ocasión a esta intervención e intentará
retornar a la acción.
El desafío que asumió el venezolano va contra todo pronóstico: su primer rival
es la ciencia. “Hay que recordar que Santana se sometió a una cirugía
artroscópica para retirar astillas de hueso en el codo (2009) y cuando un
lanzador es operado en el codo, pierde un porcentaje importante de su potencia
(entre 15% y 20%). Si ese mismo pitcher es sometido a una intervención de
hombro, su capacidad se verá aún más disminuida. Es algo lógico. Otro
procedimiento pudiera ser un desastre y acelerar el fin de su carrera”, explicó
recientemente el traumatólogo Germán Medina, a El Nacional.
“A pesar de las circunstancias, su ánimo
está bien. Él va a volver a pitchar, estoy seguro”, dijo Peter Greenberg,
agente del orgullo de Tovar, el viernes en un correo electrónico a El Nacional.
En caso de retornar al beisbol de grandes ligas, el tovareño lo haría con otro
conjunto diferente a los metropolitanos; los de Queens aún le deben 31 millones
de dólares al siniestro, incluido 5,5 millones por la compra de la opción a
2014, del contrato que expira este año.
El pacto que firmó Santana con los Mets, en su momento, fue de 137 millones de
dólares por seis temporadas, entre las que tuvo tres pausas con estas dos
intervenciones en el hombro izquierdo y una en la rodilla derecha. Sólo pudo
abrir 109 encuentros para dejar marca de 46-34: cada victoria del merideño tuvo
un costo de 2.978.260 dólares al club. “Eso les dio duro a todos aquí”, dijo
David Wright, capitán y tercera base de Mets, al conocerse la noticia que
perderían por el resto de la campaña al dos veces ganador del Cy Young.
Luego de concluida la temporada 2009 en
grandes ligas, había un hecho que era irrefutable, y era que el mejor lanzador
del beisbol tenía nombre y apellido: Johan Santana. Para aquel año, el orgullo
de Tovar acumulaba dos Cy Young, incluido el de 2006 con la Triple Corona
(líder en ganados, ponches y efectividad). Entre 2002 y 2009 abanicó 1.549
bateadores, mientras que ningún otro pitcher fusiló a más de 1.366. Para ese
entonces, ya lo ubicaban como un posible Salón de la Fama… el camino ha quedado
corto con estas pausas con las visitas al quirófano.