
Lamentablemente en
las elecciones presidenciales del pasado 14 de Abril se perdió la oportunidad
de rescatar nuestro País del caos político, social y económico en el cual lo ha
sumergido un grupo de personas, que de acuerdo a sus actitudes y aptitudes
carecen de valores democráticos y de los conocimientos necesarios para
dirigirlo. Del lado oficialista encontramos líderes y dirigentes cuya formación
ideológica no les permite reconocer la existencia del adversario, sino que por
el contrario busca desaparecerlo, aplastarlo y amedrentarlo por medio de la
violencia y la persecución judicial, utilizando para ello el poder del Estado,
sin embargo del lado de la oposición observamos el secuestro de los espacios de
participación por parte de las organizaciones partidistas, quienes aún cuando
integran la llamada Mesa de la Unidad Democrática (MUD) denotan serios y graves
problemas al conformar la plataforma unitaria para enfrentar al oficialismo en
los comicios electorales, producto del sectarismo de aquellos personajes que
durante muchos años gobernaron y que no han querido entender que no gozan del
cariño y del respaldo popular, pero que logran imponer candidaturas por tener
corpulencia económica, en muchos casos mal habida, dejando a un lado la
sociedad civil y a los nuevos liderazgos que emergen en las regiones, los
municipios y las comunidades.
Pienso que en el
corto y mediano plazo la situación política que vivimos con respecto al
gobierno nacional y los gobiernos regionales recién electos no va a cambiar,
sin que esto signifique abandonar la lucha por la verdad y la legalidad en las
distintas instancias nacionales e internacionales. Los actores políticos
debemos tomar conciencia y aprender de los errores, más allá de la militancia
partidista tiene que prevalecer el interés supremo de la nación, y en este
sentido, tenemos que insistir en que se restablezca el estado de derecho, la
autonomía y respeto de los poderes públicos, y sobre todo la imparcialidad y
transparencia del árbitro electoral para garantizar el pleno funcionamiento del
sistema democrático y el régimen de libertades, nuestro País hoy más que nunca
se encuentra altamente polarizado pero la mayoría absoluta de los ciudadanos y
ciudadanas inequívocamente desean un nuevo proceso de cambio que signifique ir
hacia el futuro sin volver al pasado.
Hoy doy el primer
paso y me declaro INDEPENDIENTE DE CUALQUIER MILITANCIA PARTIDISTA,
colocando así mi nombre al servicio de un colectivo que cree en una
transformación profunda del sistema político que logre mejorar la calidad de
vida de todos los venezolanos, donde no exista la discriminación y se trabaje
por el bien común, con sentido de justicia y equidad en la distribución de los
recursos. Por lo que a través de este mensaje lleno de fe, optimismo, respeto y
cariño les extiendo la más cordial invitación para que nos unamos en la
construcción de un plan de desarrollo integral, honesto y eficiente para la
planificación y ejecución de las políticas públicas, lo que seguramente nos
llevará a ocupar espacios de poder por obtener la preferencia del electorado en
las venideras elecciones municipales. Abog. Endryk Polanco.
COMPROMISO,
CAPACIDAD Y VOLUNTAD DE TRABAJO…!