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Diario Líder.
LeBron James y el Heat de Miami siguen encabezando la NBA,
y ni siquiera un empujón de los Spurs de San Antonio pudo derribarlos. James condujo al Heat a su segundo título consecutivo al
anotar 37 puntos y capturar 12 rebotes para una victoria el jueves de 95-88 en
un tenso séptimo partido de la final que estuvo a la altura de las
expectativas.
James continuó su
recorrido estelar a través del mundo del básquetbol, con dos títulos de la liga
y una medalla olímpica en los últimos 12 meses. Metió cinco triples, marcó a
Tony Parker cuando tuvo que hacerlo, e hizo todo lo que podía esperarse del
mejor basquetbolista en el juego.
El Heat se
convirtió en el primer equipo que repite un campeonato en la NBA desde los
Lakers en 2009-10, y el primero en vencer a los Spurs en la final de la liga. Los jugadores y
entrenadores se abrazaron tras el partido. Los aficionados se pusieron de pie,
aplaudieron y bailaron en los últimos minutos, en que cada canasta era
respondida por otra, cada bloqueo con otro. El Heat adquirió una ventaja de
seis puntos algunas veces en el último período, pero los Spurs nunca se dieron
por vencidos.
San Antonio, que
apenas dos noches antes estuvo tan cerca de un quinto título, no pudieron
encontrar una forma de llevarse este partido, tal vez la última oportunidad que
Tim Duncan, Parker y el argentino Manu Ginóbili tendrán de intentarlo juntos. Trataban de
convertirse en el primer equipo en ganar un séptimo partido de una final como
visitante desde que Washington venció a Seattle en 1978, pero se les acabó el
combustible justo antes del final.