El Acorazado se acercaba peligrosamente (60-56) faltando 6:10 minutos para al final, pero fue allí cuando apareció Centeno para darle a su equipo el aplomo necesario en la ejecución, y además anotó siete puntos, incluyendo un triple, para poner a los capitalinos 69-62 al frente con 1:49 por jugar. Esa diferencia fue inalcanzable para los anzoatiguenses.
“No tengo palabras para describir lo que ha hecho Jesús Centeno para nosotros. Sabemos que se está esforzando mucho con su lesión (pubalgia). Hoy (anoche) ordenó y controló”, dijo el entrenador de los saurios, Néstor Salazar.
La participación de Centeno anoche estaba en seria duda antes del partido, debido a que en la mañana no había entrenado por el fuerte dolor que siente, que incluso le impide pararse de la cama a veces.
“Es difícil manejar esta situación. Me preocupa ponerlo a jugar pero la decisión es de él. El médico Juan Letizia ha hecho un tremendo trabajo recuperándolo. Yo conozco a Jesús desde que tiene 15 años y siempre hemos hablado mucho”, añadió el coach.
La comunicación entre Salazar y Centeno anoche también fluyó: “Néstor me dijo que tenía que controlar el partido porque Carl Elliott estaba cansado. Él me había dosificado todo el juego para entrar en el último cuarto”, contó el aragüeño que vio acción durante solo 13 minutos. Eso le bastó para ser el héroe.
“Hago esto por el amor que le tengo al juego”, aseguró.