
Un millar de maestros
mexicanos que se oponen a la reforma educativa bloquearon hoy el principal
acceso al Aeropuerto Internacional de Ciudad de México, lo que está generando
caos vial y obligando a los pasajeros a caminar para llegar hasta la terminal o
salir de ella. Según pudo comprobar Efe, los dos sentidos de
Bulevar Puerto Aéreo están cerrados al paso vehicular por la presencia de los
miembros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE),
que rechaza la evaluación obligatoria de los maestros.
La Secretaría de la Seguridad Pública de la
capital indicó en un comunicado que unos 350 policías del cuerpo antimotines
formaron vallas para evitar la llegada de los profesores hasta las dos
terminales áreas. Los manifestantes, que llegaron en sus propios camiones a la
zona, "trataban de rodear las inmediaciones del Aeropuerto Internacional
de la Ciudad de México (AICM)", apuntó. Su presencia ha provocado cortes
al tráfico en las principales vías de acceso a la terminal aérea.
Por su parte, el director del Aeropuerto, Alfonso
Sarabia, informó en entrevista con Radio Fórmula que la terminal aérea está
resguardada por 1.300 elementos de la Policía federal y 800 de la Policía
Auxiliar del Distrito Federal encargados de evitar que los maestros tomen las
instalaciones. "Estamos
ayudando, igual que la vez pasada, a través de camionetas pick-up, con
vehículos del aeropuerto, con vehículos de la policía para poder acercar a los
pasajeros aquí a estas terminales", afirmó Sarabia.
Respecto a la salida de
los viajeros que llegan al país, afirmó que se cuenta con suficientes taxis
para transportarlos a su destino.
El aeropuerto ya fue objetivo de los maestros el 23 de agosto pasado,
cuando cerraron durante más de nueve horas el acceso a las terminales y
afectaron a miles de pasajeros, que tuvieron que llegar caminando hasta el AICM
o tomar camionetas proporcionadas por los cuerpos de seguridad para el
traslado.
El jefe de Gobierno de
Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, declaró hoy a los periodistas que
asumirá el costo político de las decisiones que tome en relación a los bloqueos
y manifestaciones de los maestros. Tras
admitir que "ha habido afectaciones" por las protestas, aseguró que
cumplirá con su obligación de "cuidar la ciudad en todo lo que tiene que
ver con su funcionamiento, su desarrollo, y obviamente con el día a día".
Ante las acusaciones de que ha sido omiso ante las
manifestaciones y faltado a su responsabilidad de garantizar el funcionamiento
de la urbe, el político izquierdista dijo que no entrará en polémicas. Los maestros de la CNTE, que
en las últimas semanas han llegado a la capital procedentes de varios estados
del país, han aumentado sus protestas tras la aprobación en el Parlamento de la
Ley del Servicio Profesional Docente.
La ley incluye un sistema de evaluación de
profesores que prevé la expulsión de docentes de nuevo ingreso si no superan
los exámenes en tres oportunidades y el cambio de área de desempeño para
quienes tienen contrato definitivo en caso de que reprueben. Esta norma era la última de las
tres leyes secundarias a la reforma educativa promulgada en febrero pasado por
el presidente Enrique Peña Nieto que estaba pendiente de aval legislativo.
Las protestas de la capital se han replicado en
varios estados del país, entre ellos Veracruz, Oaxaca, Baja California Sur y
Jalisco. Francisco Bravo,
uno de los líderes de la CNTE, ha advertido que mantendrán las protestas hasta
que las autoridades revoquen la Ley del Servicio Docente, que establece la
evaluación como el principal instrumento para el ingreso, permanencia y
promoción laboral de los maestros.
En tanto, el Gobierno mexicano ha insistido en que
no dará marcha atrás, que en septiembre de 2014 comenzará la evaluación de los
maestros y que en julio se llevará a cabo el primer concurso de oposición para
quienes aspiren a ocupar las plazas disponibles.