Prensa. EFE.
Estados Unidos alertó a sus
ciudadanos del riesgo de viajar a Venezuela debido a las "altas tasas de
homicidios y secuestros", que hacen que el "crimen violento"
esté en todas partes en el país y sea una "amenaza grave" para los
funcionarios estadounidenses que trabajan en el país. El Departamento de Estado de
EE.UU. emitió una alerta de viaje para "informar sobre la situación de
seguridad" en Venezuela.
"El crimen violento en
Venezuela es ubicuo, tanto en la capital, Caracas, como en el interior del
país", indica el comunicado.Aunque "decenas de miles
de ciudadanos estadounidenses visitan de forma segura Venezuela cada año por
razones de estudios, turismo, negocios y voluntariado", la tasa de
homicidios en el país está "entre las más altas del mundo".
"De acuerdo con la
organización no gubernamental Observatorio de la Violencia en Venezuela, hubo
21.692 homicidios en Venezuela en 2012, lo que equivale a una tasa de 73
homicidios por cada 100.000 habitantes", señaló el Departamento de Estado.
En Caracas, la tasa de
homicidio es "aún más alta", con 122 homicidios por cada 100.000
habitantes, aseguró. Los secuestros son también "un motivo de preocupación
grave en todo el país", prosigue la nota, que recuerda que en 2012 se reportaron
"583 secuestros a las autoridades".
"Se estima que alrededor
del 80 % de los secuestros quedan sin reportar, lo que significa que el número
verdadero de secuestros en 2012 es probablemente mucho más alto", apuntó.
"Los criminales comunes se
involucran cada vez más en secuestros, sea negociando directamente con las
familias de las víctimas o vendiendo las víctimas a grupos terroristas",
agregó.
Según el Departamento de
Estado, hay además "violencia fronteriza, secuestros, narcotráfico y
contrabando a lo largo de la frontera occidental de Venezuela".
"Los incidentes de crimen
alrededor de las carreteras entre ciudades, incluidos los robos de vehículos y
los secuestros, son comunes en Venezuela", señala la alerta, por lo que
EE.UU. recomienda "evitar viajar de noche y manejar siempre con las
puertas bloqueadas".
En general, "los
ciudadanos estadounidenses deberían vigilar su entorno en todo momento y en
todas las localizaciones, especialmente al entrar o salir de sus hogares,
hoteles, coches, garajes, escuelas y lugares de trabajo".
"Cuando sea posible, los
estadounidenses deberían viajar en grupos de dos o más personas, evitar llevar
joyas y llevar grandes cantidades de dinero o mostrar billetes, tarjetas de
crédito, teléfonos celulares u otros objetos de valor; y evitar caminar de
noche en la mayoría de las áreas de Venezuela o andar solos en playas, ruinas
históricas o caminos", señaló.
En cuanto a los funcionarios
estadounidenses que residen en el país, el Departamento de Estado considera que
"la amenaza criminal" en su contra es "lo suficientemente seria
para requerir que vivan y trabajen bajo restricciones estrictas de
seguridad".
Todo el personal contratado por
EE.UU. y sus familias está sujeto a una "política de movimiento"
emitida por la embajada en Caracas y que divide la ciudad en tres zonas:
amarilla, naranja y roja, siendo ésta última considerada la más peligrosa.