Prensa. Diario El Nacional.
Las recientes medidas
económicas del gobierno revirtieron parcialmente la pérdida de popularidad del
presidente
ÁLEX VÁSQUEZ S.
A diferencia de otras
elecciones municipales, luego de una presidencial ajustada y cuestionada por la
oposición, el 8 de diciembre cobrará especial importancia el voto nacional. Los
dos principales grupos políticos han manifestado que uno de sus objetivos fundamentales,
más allá del número de alcaldías, es sacar más votos. Los directores de
encuestadoras como Datanálisis, Datin Corp y Delphos opinan que la votación
será reñida y determinante para el liderazgo de los dos dirigentes con más
perfil en este momento: Nicolás Maduro y Henrique Capriles.
Jesús Seguías, director de
Datin Corp, considera que varios factores pueden incidir para que se dé una
votación tan pareja como la del 14-A. Explica que desde que fue elegido
presidente, la popularidad de Maduro descendió debido a la situación económica
del país, lo cual le otorgó cierta ventaja a la oposición. Sin embargo, las
recientes medidas gubernamentales como la que ordenó bajar los precios en
varios productos generaron una simpatía en la sociedad que equilibró el
escenario electoral.
Asegura que los adversarios no
reaccionaron bien ante los anuncios de Maduro, lo que beneficia al jefe del
Estado y puede contribuir a que ocurra una votación pareja: “La reacción de la
oposición fue confusa, poco contundente, poco clara. Generó la percepción de
que los opositores defendían a los especuladores”.
Aclara que la recuperación del
mandatario podría ser efímera, pues sus medidas afectarán la economía. “Puede
incrementarse el desabastecimiento. Este ha sido el golpe al comercio más duro
de las últimas décadas. En enero puede empezar una situación delicada por la
incapacidad para remplazar el inventario en los comercios. Maduro puede perder
en pocos meses lo que ganó ahora”, añade.
El director de la encuestadora
Delphos, Félix Seijas (hijo), afirma que sus más recientes estudios muestran
una intención de voto pareja para las municipales, aunque admite que el
oficialismo ha ganado respaldo tras la orden de bajar los precios de varios
rubros.
Expresa que aunque esté pareja
la intención de voto, eso no define el resultado, pues todo depende de la
abstención. “Parece que la abstención será mayor en la oposición y las medidas
económicas animaron al oficialismo”, agrega.
Luis Vicente León, presidente
de Datanálisis, indica que nada garantiza que la recuperación de la popularidad
de Maduro será mayor que la merma de sus meses iniciales.
Aclara que no puede saberse
exactamente el efecto de sus medidas hasta después de noviembre. “Hay que
esperar un período prudencial para dejar
que se decanten las emociones y se requiere tiempo para ejecutar la encuesta”,
dice.
Liderazgos. Al tratar de
convertir la elección en una suerte de plebiscito, Maduro y Capriles pondrán a prueba su
influencia sobre los electores.
El estudio más reciente de
Datin Corp que midió ambos liderazgos indica que ninguno es confiable para la
mayoría de los venezolanos. La encuesta efectuada en septiembre entre electores
activos de 18 estados mostró que 65% de los consultados tenía una débil o nula
identidad con Maduro y 59% una débil o nula identidad con Capriles.
Eso no significa, explica Datin
Corp en su estudio, que sean rechazados sino que, ante la ausencia de un líder
tan fuerte como Hugo Chávez, “el país está desenfocado”.
Seguías opina que luego de la
muerte de Chávez comenzó un vacío de liderazgo, especialmente en el
oficialismo, que estuvo a punto de generar una conmoción interna en el PSUV
luego de los resultados ajustados del 14-A.
“Maduro enfrentará unas
municipales en las que el chavismo está inmerso en una situación de
desesperanza. Hay un estado de conmoción interna con perspectivas negativas.
Sus decretos han generado simpatía, pero sigue sin convertirse en un remplazo
de Chávez”, agrega.
Advierte que un escenario sin
liderazgo es peligroso porque se presta al “surgimiento de alternativas
políticas inesperadas”. Asegura que Hugo Chávez fue el resultado de un proceso
parecido al que vive el país ahora.
La victoria. León afirma que
Maduro –cuya victoria fue cuestionada por la oposición– no solo quiere, sino
que necesita sacar más votos, “aunque sea un voto más”; y también debe obtener
una contundente mayoría de alcaldías para reforzar su liderazgo.
Opina que la oposición no se
puede conformar con una victoria estrecha, sino que necesita más puntos a su
favor porque es “muy difícil” que gane en el número total de alcaldías.
“El presidente Maduro está
jugando duro para rescatar la popularidad perdida. Había tenido una baja
alrededor de la crisis y creo que las medidas recientes, más allá de lo
económico, tienen componentes políticos atractivos”, expresa.
Señala que esas decisiones
constituyen una estrategia de “relanzamiento” de su liderazgo, pues se muestra
tomando acciones, mostrando culpables e inundando las comunicaciones a través
de cadenas. “Presionar para que los productos se vendan más baratos es una
manera de tomar el toro por los cachos y mandar el mensaje de que tiene poder.
Busca refrescar su conexión popular”, agrega.
Seijas explica que las medidas
económicas detuvieron el desprendimiento de seguidores del oficialismo y
rescataron parte de esos electores que estaban desilusionados por el manejo
económico de Maduro.
“El socialismo ha rescatado la
imagen del hombre fuerte y decidido. Ha subido su apoyo y su intención de voto
en las municipales. La repercusión principal será en la votación total
nacional”, apunta.
León asegura que Capriles
también se adueña de la campaña recorriendo el país e invitando a votar, y
opina que una derrota en el número de votos sería muy costosa para el liderazgo
del gobernador de Miranda, pues ha sido el principal promotor de la idea del
plebiscito.
“Maduro siempre va a tener la
ventaja mediática que le permitiría reducir los costos de una derrota en el
pote nacional. Además, el oficialismo siempre podrá demostrar que ganó por el
número de alcaldías”, añade.
El abogado constitucionalista
Jesús Silva cree que, independientemente
del resultado, el perdedor y el ganador pueden sacar resultados positivos. “Una
derrota podría ser percibida como un retroceso para el perdedor y su gente,
pero no es un daño irreparable. Creo que significará un alerta para la
corrección de la forma de hacer política y eso es lo positivo, la posibilidad
de corregir e incluir a personas que simpatizan con una u otra fórmula y que
hasta ahora han sido tratadas como adversarias y no como aliadas”, expresa.
Decididos a participar
68% de los encuestados está
decidido a votar en las elecciones municipales, de acuerdo con la más reciente
“Tomografía política de Venezuela” que realizó Datin Corp en septiembre en 18
estados. Jesús Seguías, director de la encuestadora, explica que los números no
han variado en los últimos días, pero como se trata de estudios privados no
pueden publicarse.
La medición también arrojó que
59% de los consultados evalúa negativamente la gestión del presidente Maduro y
51% sostiene que el mandatario no ha tenido éxito en la solución de problemas
relevantes.
Datin Corp indica que 37% está decidido a votar por candidatos de la
oposición y 35% dice que lo hará por aspirantes del oficialismo. 6% de los
chavistas moderados votarían por el abanderado de la oposición en su municipio
y 6% de los opositores moderados lo harían por candidatos chavistas.
Los discursos
Los asuntos más abordados por
Nicolás Maduro a propósito de los comicios del 8-D son: gobierno de eficiencia,
Ley Habilitante, lucha contra la corrupción, guerra económica, lealtad a Hugo
Chávez y precios justos. Los de Henrique
Capriles son: las municipales como plebiscito, cambio de gobierno, corrupción,
inflación, inseguridad y escasez.
El abogado constitucionalista Jesús Silva encuentra
elementos diferenciados que cada dirigente trata de reforzar en su discurso:
“Capriles se quiere mostrar como un líder duro, categórico, que presiona y
desafía. Maduro intenta construirse una reputación a través de confrontaciones
internas y externas para demostrar que es un verdadero revolucionario,
antiimperialista y protector del pueblo”.