Columna. Orlando
Nieves.
Amo
esa vida, /fraguada en el aroma divino/
que fue ceniza en mí/ y verdor en la corteza milenaria./ Se encantará la luna/
con los ritos que hicimos:/ yo, desde la casa que esconde mi bruma/ tú, en la
semilla que tienta al crepúsculo/ bañado de dolor./ Amo la nostalgia de ese
camino/ que resbala en tus espaldas/ y te hizo
bosque/ río/ luna/ espíritu, a imagen de la vida./ Se encantarán los
peces sobre la pradera/ en las sombras que consumimos:/ yo, desde un retrato que
desata mi corazón/ tu (como los otros)/
polvo mágico que huye del espanto. Yanomami es el nombre de esta hermosa pieza
de la educadora y poetisa sanfernandina Lucía Salerno.
En
sus Anagrafías, Ana Berta López la describe como… “una increíble combinación de
italiana y llanera venezolana, que escribe poesía y que por sobre todo es un
ser libre que va y viene por este mundo de Dios… encontramos una interesante
combinación de racionalidad y gran sensualidad. Lo primero se precisa cuando
describe en los siguientes términos el amor: “Amor: se exterioriza en
conductas. Es un problema de calidad. Hay que reubicarlo en el estadio racional
(hacia arriba) y más lejos de la omnipotencia sentimentalista. Para mí es la
convivencia basada en el respeto, la lealtad y la pasión”.
Para
ella la musa inspiradora se fabrica a partir de una circunstancia y el drama de
quedarse a solas con el lenguaje, la inspiración se crea en ese espacio entre
el silencio y el lenguaje. Lucía también pertenece al Círculo de Escritores de
Apure, desempeñándose como difusora del arte poético en diferentes recitales
organizados por el Consejo Nacional de la Cultura, además, tiene dos poemarios
editados, Las cosas íntimas del cielo, con el cual obtuvo el Premio Municipal
de Poesía Bicentenario de la Ciudad de San Fernando de Apure en 1988, y
Herbívoro, Premio Nacional con Mención Honorífica de la Bienal Francisco Lazo
Martí, en Calabozo Estado Guárico en el año 1988.
Sus
trabajos han aparecido en el Papel Literario del diario El Nacional, el
Suplemento Cultural del diario Últimas Noticias, en la revista Caminos de la
Lengua del Ministerio de Educación y Cultura y en periódicos locales de los
estados Aragua, Barinas y Apure. Se desempeñó como Docente Rural y de grupos
escolares urbanos, Profesora de varios liceos de San Fernando en el área de
Castellano y Literatura y de la Escuela Técnica Industrial “San Fernando”,
donde fue Coordinadora y Directora… “Vengo del río Apure, Isla de Elba, casa de
Juan Salerno. De la mano de mi madre al primer año de mi vida conocí el mar.
Atravesé el océano. El barco “Marco Polo” me llevaría a Italia.
Terranova
de Pollino (el sur), pueblo de piedra. El monte Pollino, mis abuelos y mi
madre. A los seis años me llevaron a la ciudad de Torino (el norte) allí
internaron mi niñez y adolescencia en un colegio. Monjas férreas, rebeldía iría
de la mano; con todas sus consecuencias. A los doce años regreso a Venezuela,
estado Guárico, Puerto Miranda. Vaqueras de Juan Salerno. La soledad y la
impresión arropan mi existencia… La poesía entró en mi casa, una noche de los años
ochenta. Ella silenció mi grito y despertó las voces de mis años de existencia.
Entro para permanecer en mí y sentir la necesidad de descubrir y reaccionar, a
través de la palabra.” Lucía Salerno definitivamente es una de los más hermosos
personajes de mi pueblo. Fuente de información: Ateneo de San Fernando,
Anagrafías de Ana Berta López, Poesía a la carta por Alberto José Pérez.