Prensa. EFE.
Los alemanes al
final supieron exorcizar al espanto que los asediaba
PABLO A. GARCÍA
ESCORIHUELA | PGARCIA@EL-NACIONAL.COM |
Alemania
tenía que quitarse de encima un fantasma. El equipo que tiene un aura de
invencible e intratable tenía guardado su esqueleto dentro del closet, un
espanto que lo asedió durante 90 minutos ayer en Porto Alegre, pero al que al
final supo exorcizar. Su victoria 2-1 sobre Argelia le permitió hacer olvidar
un espíritu que causaba miedo. Era un rival que en sus únicos dos encuentros lo
había derrotado.
Un
gol de Andres Schürle en el inicio de la prórroga sirvió para darle a los
germanos una ventaja que buscaron durante todo el compromiso. Los africanos, un
equipo guerrero que encarnaba el espíritu del “partido de la vergüenza de 1982”
(aquel pacto entre teutones y austríacos que dejó fuera a los argelinos del
ecuménico de España), buscaban revancha y salieron a enredarle el juego a los
favoritos.
Y
vaya que lo hicieron. Los argelinos presionaron durante buena parte de los
primeros 90 minutos a Alemania, dejando sin ideas a Tony Kroos, Sebastian
Schweinsteiger y Phillip Lahm. El esfuerzo de sus volantes ofensivos Feghouli,
Slimani y Taider, así como el despliegue del volante central Mhedi Lacen,
desarticularon la telaraña teutona de pases y comenzaron a gestar contragolpes
con juego directo y vertical.
En
este ámbito, los alemanes extrañaron a su zaguero central titular Mats Hummels,
ausente por una gripe. En su lugar estuvo un temeroso Jerome Boateng, al que
siempre le cayeron balones largos que fueron difíciles de controlar para él. La
lentitud además de sus regresos no podía compensar la torpeza de Per
Mertesacker, el otro zaguero central, por lo que la línea del fondo germana
tenía muchos inconvenientes.
No
obstante, la presión argelina fue cediendo y en el inicio de la prórroga,
cuando sus piernas fallaron, Alemania golpeó con la autoridad que lo
caracteriza. Thomas Müller coronó una escapada por la banda izquierda y tiró un
centro rasante que Schürle remató de taco, con la zurda, para batir al
guardameta Rais M’Bholi.
Argelia
se apagó. Se quedó sin ideas y buscó con más corazón que brillo el empate
durante el resto de la prórroga. Alemania lo esperó y liquidó el partido en un
contragolpe, en el que Mezut Özil aprovechó un rebote de M’Bolhi tras un remate
suyo.
El
2-0, a los 120 minutos, parecía definitivo, pero el aguerrido conjunto africano
se guardaba un susto más, haciéndole honor a su fama. Abdelmoumene Djabou anotó
el descuento a los 121 minutos del partido, en un cabezazo producto de un
inusual descuido alemán. Sin embargo, el reloj había pasado y no daba tiempo
para una nueva épica en Brasil. Alemania se sacudió un fantasma al vencer por
primera vez en su historia a Argelia, aunque antes de hacerlo pasó un susto
enorme.
Ficha
técnica
Alemania
(2): Neuer, Mustafi (Khedira, 70’), Mertesacker, Boateng, Höwdes; Lahm,
Schweinsteiger (Kramer, 109’), Kroos; Özil, Götze (Schürle, 46’), Müller. DT:
Joachim Löw.
Argelia
(1): M’Bolhi, Belkalem, Hallice (Boughera, 97’), Mostefa; Ghoulam, Mandi;
Lacen, Slimani, Feghouli, Taider (Brahimi, 78’); Soudani (Djabou, 100’). DT:
Vahid Halildhozick.
Goles:
1-0, Schürle, 92’; 2-0, Özil, 120’; 2-1, Djabou, 120+1’.
Árbitro:
Sandro Ricci (Brasil).
Amonestados:
Lahm, Halliche.
Estadio:
Beira Río (Porto Alegre, Brasil).