Opiniòn. Luis
Borges / @borgesluis
Expreso
mi absoluto respeto por Henrique Capriles Radonski y Leopoldo Lopez así como
por sus respectivas organizaciones políticas. Sumar alguna descalificación a la
verborrea de improperios contra cualquiera de ellos, restaría credibilidad a
nuestra imagen, discurso y contenido como opositores, acercaría nuestra
mentalidad al ideal precario que en nada se distinguiría del más fanático y
reaccionario oficialista, cultivando el concepto de que >>>no hay nada
más parecido al más ruin opositor que el más miserable del oficialismo
En
este último año los polos opuestos de la política venezolana se han erosionado,
como el deshielo de los casquetes polares, esta erosión ha hecho que suba el
nivel de independientes, quienes ya inevitablemente “no volverán” al
oficialismo y quienes siendo opositores no militan en ninguna organización de
la opositora coalición, el desafío se presta para que en el andar de la
política, surja algún liderazgo paralelo (outsider) cuyo leit motiv cale en el
consciente del elector y capitalice una peligrosa nueva etapa de la política en
la historia de Venezuela, esa peligrosa etapa de ausencia de liderazgos
naturales y el advenimiento de nuevos modelos políticos que elevarían ese nivel
de aceptación impredecible, cosa que no estaría del todo mal pero es peligroso.
No estaría del todo mal porque si el liderazgo que necesita el país nacional,
se atomizara en torno a una figura que represente la unidad delos venezolanos,
entonces necesario sería renovar. Peligrosa a la vez esta aventura pues nuestra
historia está plagada de advenimientos, surgimientos inesperados, ascensos
meteóricos como entre 1992 y 1998, cosa que puede lanzar a la gente a los
brazos de cualquier falso profeta como el que describe Rómulo Gallegos en
Cantaclaro, un personaje parecido al que hemos visto blandear la espada de
Bolívar y el barril de crudo venezolano en la la misma mano.
Esta
descapitalización de los grandes polos en la política venezolana aumenta la
incertidumbre. ¿Qué pasará? ¿Quién tendrá las bolas o los ovarios? (Disculpen
ese tipo de comentarios) ¿Cuándo tocaremos fondo? ¿Hasta cuándo esto durará?
Pero más escalofriante es la expresión que se oye por doquier “ojalá surgiera
un líder nuevo, el que estamos necesitando”. Qué peligro entraña tal expresión,
no por el miedo a nuevas representaciones de liderazgo y poder, si no por la
incapacidad de la gente de no distinguir entre lo real y lo irreal y perderse
en la vorágine de pasiones sociales, políticas e históricas. Como dijera un
pensamiento muy mentado "Quién no conoce la historia corre el riesgode
repetirla".
Cierto
tipo de venezolano es experto en hacer uso del plural en primera persona cuando
se obtiene una victoria y exclama un sonoro ¡ganamos! pero cierto tipo de
venezolano es pusilánime muchas veces al excusarse de los reveces y expresar un
quejumbroso ¡perdieron! refiriéndose a los reveces de sus propios conciudadanos
pero sin sentirse ya parte de ellos, oportunismo le llamo. Desde el beisbol
hasta en la política nos vemos en este escenario. ¿Pero qué ganamos con la
pidarnos nosotros mismos, los que compartimos afinidad en el ideario? Cuando
observamos esta pugna estéril e infantil (con el respeto de los infantes) entre
el caprilismo y el leopoldismo, cada vez más se acrecienta esa franja de la
sencuestas que refleja a los independientes como el grupo de posición política
que supera ya a ambos lados de los polos que dominan el escenario. Si hurgamos
en los aciertos y desaciertos de Henrique y Leopoldo, hallaremos argumentos
válidos en cada lado para considerar que de una u otra forma han errado en
algo. ¿Cómo arrancamos del corazón de los afectos de Capriles a ese que ellos
llaman El flaco? ¿Cómo arrancamos del corazón de los afectos a Leopoldo a ese
que ellos llaman héroe por haberse entregado? Un grave error cometido por la
mente deHugo Chávez Frías ha sido irrespetar los símbolos culturales,
costumbristas, sentimentales y liderazgos del opositor que durante 15 años
jamás se sintió respetado ni representado por el absolutismo de ese ideal.
Cuando un militante, dirigente o activista, ya sea afecto a Capriles o afecto a
Leopoldo, enfila susarmas en una pugna fratricida, cuando el seguidor de
Henrique se siente aludido por su hermano de Voluntad Popular, cuando el afecto
a Leopoldo se siente aludido por quien viste de amarillo y negro, se cultiva
esa cultura del odio del siglo XXI, único legado eterno del comandante, basado
en el desconocimieto del contrario, regla poco democrática, poco ética e
inmoral, más en un segmentoque se jacta de creerse superior al chavismo y
encarnar una supuesta inclusión que entre sí, no son capaces de practicar.
Atacar los símbolos que identifican un pensamiento, una cultura, un ideal y un
liderazgo, es sólo comprensible cuando se quiere erradicar a una corriente
social o de pensamiento del escenario. Véase pues que la historia está cargada
de estrategias en las que era preferible respetar los valores ajenos para poder
persuadirlos y ganar espacio. ¿Por qué celebramos en diciembre la navidad,
porque Jesús nació el 24? Esta fue una estrategia de la Iglesia católica para
conquistar a los nórdicos de la antigüedad que durante el solsticio de verano
celebraban y agradecían la venida de un nuevo período en el que las siembras
debía ser prósperas ese año. El solsticio de verano se produce en un tiempo de
entre el 20 y 23 de diciembre de cada año. Era más fácil sacrificar la
verdadera fecha del nacimiento de Jesús para ganar afectos, que aplastar una
tradición y ahuyentar a millones de conversos y perder ese espacio. Unir
costumbres hizo la diferencia entre la supervivencia del credo católico y la
desaparición de antiguas religiones que apostaron por imponerse y mancharon su
legado.
Aquellos
actos que juzgan como inverosímiles e imprudentes por parte de Henrique
Capriles son los mismos actos que sus afectos alaban y consideran apropiados.
Llamarle traidor, vendido y cobarde, es un estrepitoso error de Voluntad
Popular y sus dirigentes como Luís Florido que cometió el mismo error por el
cual ese partido exigió la renuncia del Subsecretario de la MUD en meses
pasados. Llamar a Leopoldo torpe por entregarse, asegurar que lo traicionó
Diosdado porque antes habían pactado, discutir la contradicción de desconocer
al régimen y llamar a la calle sin dialogo pero validar al Poder Judicial
entregándose y siendo trasladado al Palacio de Justicia guiado por Diosdado, es
aludir al sentir de sus seguidores y dirigentes. Un debate estéril que nos
distrae del objetivo real y principal.
Expreso
mi absoluto respeto por Henrique Capriles Radonski y Leopoldo Lopez, así como
por sus respectivas organizaciones políticas, sumarme a la cobardía de las
acusaciones infundadas me convertiría en eso contra lo cual durante 15 años he
luchado.
Me
permito recordarles una anécdota durante la celebración de los 70 años del
partido blanco. Estando en el presidio de Acción Democrática, muy cerca de
Henry Ramos, acto al cual asistimos todos los integrantes de la Mesa de la
Unidad por solidaridad con un partido hermano, lo oí decir un término que no
logre asociar fácilmente con la realidad en ese momento. Él se refería a
ciertos venezolanos como asexuales políticos, ese tipo de gente que dice no
estar de uno u otro lado, como el que dice que no gusta de hombres ni de
mujeres, entonces qué sentido tiene estar en ese estado, preguntaba Ramos. Casi
tres años después me parece más vigente que nunca esa definición. Esta lucha
entre los que se definen como opositores anti-Capriles u opositores anti-Leopoldo,
es propio de un asexual de la política, un indefinido que ni es hombre, ni
mujer ni se define como homosexual, es un punto muerto, un vacío, la ausencia
de un por qué. Nada más estéril en esta lucha que un ciudadano que desconoce a
su semejante pero quiere ganarlo para que se sume de su lado. Nadie abandona su
identidad por otro punto de vista. Caprilista, Leopoldista, quieres sumar?
empieza respetando y recuerda, el chavismo te está observando.
@borgesluis
luisalbertoborgescarrillo@gmail.com