Prensa. EFE.
Los líderes del G20 se comprometieron
este domingo a impulsar un paquete de 800 medidas para lograr un crecimiento
del 2,1% por encima de las previsiones hasta 2018 e inyectar unos 2 billones de
dólares a la economía. Las acciones acordadas fueron incluidas en el Plan de
Acción de Brisbane y su implementación y resultados serán controlados tanto por
el G20 como por el Fondo Monetario Internacional (FMI) que, junto a la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), fijaron la
estimación de crecimiento.
"El plan de acción contiene 800
propuestas de reforma distintas y, si hacemos todo a lo que nos hemos
comprometido, el FMI y la OCDE nos dicen que nuestro PIB será un 2,1% más
alto", dijo el primer ministro australiano, Tony Abbott, al cierre de la
cumbre. Según el comunicado final de la cumbre, alcanzar este objetivo
supondría inyectar más de 2 billones de dólares (1,6 billones de euros) a la
economía global y crear millones de puestos de trabajo.
Este crecimiento eleva el objetivo del
2% fijado en febrero por los ministros de Finanzas y que fue rebajado al 1,8%
en la reunión ministerial en septiembre, al tener en cuenta que la economía
mundial se ralentizaba. Entre las medidas acordadas para impulsar la economía
destaca la creación del Núcleo Global de Infraestructuras, que tendrá un mandato
de cuatro años para mejorar la calidad de las inversiones en infraestructuras
en todo el mundo.
El organismo, que tendrá sede en Sidney,
"contribuirá a desarrollar plataformas de intercambio de conocimiento
entre gobiernos, sector privado, bancos de desarrollo y organismos
internacionales", según el comunicado. Otras medidas acordadas persiguen
hacer una economía más resistente, reforzar los sistemas financieros y promover
un sistema tributario más justo que obligue a las empresas multinacionales a
pagar impuestos en los países donde generan ingresos, además de luchar contra
la corrupción.
Las acciones acordadas persiguen
incrementar la inversión, el comercio y la competitividad, según el G20, que
vinculó el éxito de las propuestas con la creación de puestos de trabajo de
calidad. En este ámbito del empleo, el G20 se fijó como objetivo reducir la
brecha de participación en el trabajo entre hombres y mujeres en un 25% para
2025, lo que supondría la incorporación de 100 millones de mujeres al mercado
laboral.
Los líderes del G20 también enfatizaron
la necesidad de una mayor colaboración en asuntos energéticos para mejorar la
eficiencia en su uso, incluida la eliminación de subsidios a los combustibles.
La declaración final de 21 puntos también incluyó una mención al cambio
climático pese a que Australia había excluido este asunto de la agenda.
El grupo mostró su apoyo a
"acciones fuertes y efectivas" para afrontar el calentamiento global
y se comprometió a trabajar "para adoptar un protocolo, otro instrumento
legal o acordar medidas con fuerza legal" en la conferencia de París del
año próximo. Durante el encuentro, el presidente estadounidense, Barack Obama,
anunció una contribución de 3.000 millones de dólares al Fondo Verde para el
Clima, mientras que Japón se comprometió a aportar 1.500 millones.
El G20 también mostró su preocupación
por el "impacto humanitario y económico" del ébola en Guinea-Conakri,
Liberia y Sierra Leona, y declaró su apoyo a una respuesta "urgente y
coordinada". El Fondo Monetario Internacional presentó ayer al grupo un
plan de 300 millones de dólares de ayuda a los tres países basado en préstamos,
subvenciones y condonación de deuda, y hoy su directora gerente, Christine
Lagarde, anunció que pedirá la "participación activa" a los líderes
de estos países.
Asimismo, el comunicado instó a tomar
más medidas para evitar los problemas derivados de los procesos de
reestructuración de deuda, una mención que fue celebrada por la delegación
argentina que considera que comienza a ponerse límites a los acreedores
"buitres". Fuera de la agenda y de la declaración final quedaron las
críticas del bloque occidental y sus advertencias de más sanciones a Rusia por
la injerencia de Moscú en Ucrania, que ensombrecieron el debate sobre el
crecimiento económico en el inicio de la cumbre.
Los países miembros del G20 representan
el 85% del PIB mundial, el 80% del comercio global y tienen dos tercios de la
población total. El G20 cuenta entre sus miembros a la Unión Europea, el G7
(EEUU, Canadá, Japón, Alemania, Reino Unido, Italia y Francia), además de Corea
del Sur, Argentina, Australia, Brasil, China, India, Indonesia, México, Arabia
Saudí, Suráfrica, Turquía y Rusia.
Además, Australia ha invitado a su vecino Nueva Zelanda a estas
reuniones, mientras que España acude como invitado permanente desde 2010.