Prensa. Vía eju.tv.
Glenda
Umaña se puso feliz el 2008, cuando dio la noticia sobre la liberación de la
colombiana Ingrid Betancourt después de siete años de haber estado secuestrada
por las Farc. Entonces tuvo ganas de llorar y de gritar de felicidad, porque
humana como es, una periodista de televisión no deja de sentir mariposas en la
piel cuando emite una noticia positiva, o culebras en la panza cuando un hecho
noticioso la golpea. Y a Glenda Umaña, natural de San José de Costa Rica, la
noticia que le partió el alma fue la muerte del papa Juan Pablo II el 2005.
De
todo ello se acuerda ahora, cuando ya no forma parte de la cadena televisiva
CNN, donde trabajó 18 años. Desde un hotel de Miami, donde estaba alojada
cuando dio esta entrevista, habla con una pasión tal que uno puede percatarse
que su alejamiento de la poderosa cadena norteamericana no es el fin de una
carrera, sino del comienzo de algo que ella está gestando y que aún no lo sabe.
¿Cómo
era trabajar en CNN?
Era
un trabajo apasionante. Al ser parte de la mejor cadena del mundo, tenés acceso
constante a muchas fuentes, pero una de las cosas más especiales que me dio más
satisfacción fue reportar la noticia de última hora. Había un respaldo ético
sumamente sólido. Eso para mencionarte una pincelada sobre lo que fue una
escuela constante, un acercamiento a la gente, conocer los distintos pueblos y
culturas, reflejar el abanico de opiniones en distintos temas.
¿Existe
algún tipo de presión en la cadena?
Yo
me sentí siempre muy identificada en trabajar en una cadena como CNN, por ese
requisito de dejar de un lado lo que es tu opinión. El rol de uno está en no
reflejar tu ideología sino los distintos puntos de la noticia y que sea el
televidente el que elija.
¿Existen
bolivianos trabajando en CNN?, ¿usted se ha topado con ellos?
Claro
que sí. Te voy a contar en especial de dos personas. Yo, cuando comencé en CNN,
la primera persona con la que me tocó trabajar fue con la boliviana, Deisy
Parejas, una excelente periodista.
Tenemos
una linda amistad. También está Tatiana Heredia, que en la sala de redacción es
uno de los puntos de referencia, de consulta constante, por su conocimiento,
objetividad, claridad, por su manera de escribir. Realmente son dos periodistas
muy destacadas.
Y
en Bolivia, Gloria Carrasco, nuestra corresponsal, que es excelente.
¿Cómo
ocurrió su alejamiento de CNN?
Semanas
antes de que me den la noticia se había anunciado de que iba a haber despido de
personal. Pero había compañeros preocupados. Yo no suelo preocuparme antes de
tiempo y más bien estaba como dando ánimos, consolando a algunos mayores de 55
años a los que les habían dado la opción de retirarse.
¿Esperaba
esa noticia?
No
me la esperaba; cuando me llamaron y me informaron, te soy sincera, lo tomé con
mucha tranquilidad, paz, comprensión y agradecimiento. Es lo primero que les
dije: me llevo conocimientos, el haber compartido con personas y lugares, como
fue el caso de Santa Cruz y transmitir desde esa ciudad. Lo he tomado así. Por
supuesto que los días fueron un poco traumáticos. Después de que me dieron la
noticia, me quedé tres semanas más y hubo un momento en que se hizo difícil,
porque es como un novio que quieres mucho y terminas con él y lo sigues viendo.
Fue un poco difícil , pero a la vez bonito, porque pude cerrar capítulo con mis
compañeros, despedirme de casi todos y agradecer a tanta gente.
¿Alguna
vez se vio fuera de CNN?
Sí,
claro. Aunque me voy en un momento en que estaba bastante contenta con lo que
estaba haciendo. Tenía un año en Café CNN y eso fue un reto y a mí me gustan
los retos.
¿Hay
vida después de CNN?
Claro
que sí. Mira, eso es lo bonito de esto, la experiencia, y que tú creces como
persona, espiritual y profesionalmente. Hay gente que cree que porque sales en
la televisión no le pasa cosas como al resto. Algunos que también despidieron y
me los topé, me dijeron que se sienten muy mal, que sienten hasta vergüenza,
como si hubieran hecho algo muy malo. Es importante que a la gente a la que le
pasó algo similar, que no lo tome así, que es importante hablar con claridad,
con la verdad, ser sincero con uno mismo y con la gente. Eso te hace crecer.
¿Es
consciente de que su nombre es una marca?
De
cierta manera, sí, como un honor y responsabilidad, no como qué bárbara soy yo.
Estoy muy agradecida y contenta con la gente.
Usted
se aleja en una etapa en la que tiene mucho para dar.
No
quiero entrar en aspectos negativos. Creo que todavía no es mi momento de
retirarme. Esta es una profesión de servicio. Considero que ya mi servicio a
través de CNN ha concluido y voy a ver cuál es la siguiente etapa. Estoy en el
tiempo de explorar lo que vendrá. Después de tanto tiempo en CNN es importante
tomarse su tiempo, no tomar decisiones apresuradas.
¿Cómo
se fijó CNN en usted?
Es
muy importante el contacto que puedas hacer. Tuve la oportunidad de conocer a
un productor de CNN que fue a Costa Rica para dar un taller. La clave fue que
pude darle mis datos, y que él los entregue a la persona indicada.
¿Qué
le dice a los jóvenes que quieren vivir del periodismo?
Es
importante que tengan conciencia por qué están estudiando esta carrera y por
qué quieren ser periodistas. A todos nos puede gustar ver nuestros nombres
publicados en el periódico o vernos en la televisión, pero esa no debería ser
la razón, sino que hay que pensar en es una profesión de servicio. Luego hay
que tener en cuenta que se debe hacer más periodismo de calle, ir a averiguar,
recorrer testimonios, y tratar complementar con una segunda carrera, tener una
doble preparación.
¿Cómo
recibió la noticia sobre el acercamiento histórico entre EEUU Y Cuba?
Me
encantó el tema, me apasiona totalmente, siempre he sentido una gran afinidad
con la lucha del pueblo cubano desde todo punto de vista de cómo se daban las
separaciones de familias. Lo veo como algo estratégico para el presidente Obama
desde que no tiene nada que perder porque está a medio periodo de su último
mandato. Me parece excelente cómo el papa Francisco ha logrado esa victoria,
que fue el mediador con negociaciones de 18 meses.
¿Cuál
es la mejor noticia que ha dado en CNN?
La
noticia sobre la liberación de Ingrid Betancourt fue linda, positiva. Y también
sobre el papel de la selección de fútbol de Costa Rica en el último Mundial de
fútbol. Cómo un equipo centroamericano de un país tan pequeñito le ganó a
Italia, por ejemplo y llegó tan lejos.
Algo
precioso fue la cobertura del cambio del (año 2000). Fue algo espectacular.
Nosotros estábamos en CNN transmitiendo desde distintas partes del mundo. Vi un
mundo unido y con esperanzas.
¿Le
gusta el fútbol?
Me
gusta, seguí el Mundial y lo hago cuando hay un equipo que me gusta. Ahora soy
seguidora del Real Madrid porque contrató al arquero Navas.
¿Cuál
es noticia que le ha dolido dar?
De
las que hemos transmitido en vivo me dolió el anunciar la muerte del papa Juan
Pablo II, aunque por supuesto que ese desenlace todos lo vamos a tener algún
día. Soy católica. Tuve que portarme profesionalmente.
No
me tocó dar en vivo sobre el terremoto en Haití, pero fue de lo más difícil,
desde todo punto de vista. Los ataques del 11 de Septiembre a los EEUU el 2001
también desencadenaron días intensos, demasiado dolorosos, ver a la gente con
fotos buscando a sus familiares, fue muy cruel.
También
fue muy difícil la cobertura sobre el terremoto en Chile porque un familiar
estaba en ese país y no me había comunicado con él, se cruzaba lo profesional y
lo familiar. Eso fue bastante duro.
Cuando
usted veía y escuchaba a los corresponsales de CNN transmitir desde el lugar de
los hechos, ¿no tenía ganas de dejar el set y de marcharse a hacer trabajo de
campo?
Todo
el tiempo, todo el tiempo.
Tengo
alma de reportera. Cuando ocurrió el terremoto en Haití el 2010 yo estaba allá;
cuando regresé, dije: ¿Qué hago en el set?, quiero estar en el terreno, en el
lugar de los hechos, cubriendo especialmente las historias humanas. Pero a la
vez uno tiene que ser agradecido y decir, ¿cuántas personas quieren estar en el
lugar donde estás y aprovechar y valorar lo que uno tiene?
Pero
usted puede aún convertirse en reportera
Claro,
estoy en etapa de exploración, eso no lo descarto, de entrar en la calle para
hacer ese tipo de reporterismo. Pero vamos a ver qué va saliendo, ahora, muchas
cosas me apasionan y quiero ir despacio y con buena letra.
¿Cuáles
son las diferencias entre CNN en español con CNN en inglés?
La
diferencia más importante es que tienen distintas audiencias, aunque a veces
hay fusión en las transmisiones. Nosotros estamos más enfocados en América
Latina. Los recursos de ellos (CNN en inglés), son mucho mayores, pero también
es cierto que se comparten recursos.
¿Cómo
se mueve en CNN el interés por realizar las coberturas periodísticas?
Tú
sabes que como periodistas siempre queremos hacer más, ir a las coberturas,
estamos luchando por eso. Este año me tocó cubrir algo muy especial, por
primera vez estuve en las elecciones presidenciales de Costa Rica. Pero
obviamente no es que uno siempre esté haciendo los trabajos que más quiere
hacer. Aún en los medios grandes ocurre eso. No es que tú quieres ir a ciertos
lugares y que te mandan. Eso tiene un proceso, hay presupuesto para todo
Publicado
por: Luz Mendoza