El
encuentro, este sábado, será el primer cara a cara de ambos mandatarios tras
anunciar el 17 de diciembre pasado el proceso de normalización de relaciones
entre Estados Unidos y Cuba, rotas dos años después de que Fidel Castro llegó
al poder en 1959.
Prensa.
Diario Universal.
Ciudad de Panamá.- Llegó el histórico
día en que Barack Obama y Raúl Castro se verán las caras y probablemente
dialogarán durante la VII Cumbre de las Américas en Panamá, tras más de cinco
décadas de conflicto entre sus dos países. El encuentro, este sábado, será el
primer cara a cara de ambos mandatarios tras anunciar el 17 de diciembre pasado
el proceso de normalización de relaciones entre Estados Unidos y Cuba, rotas
dos años después de que Fidel Castro llegó al poder en 1959, destacó AFP.
"Claro que nosotros prevemos que
haya una oportunidad para que se vean durante la cumbre mañana... que tengan
una reunión", dijo en Panamá este viernes Ben Rhodes, asesor de Obama,
horas antes de que inaugure el foro hemisférico. Como preámbulo, Obama conversó
teléfonicamente con Castro este miércoles desde Washington antes de partir a
Panamá, según una fuente de la Casa Blanca, en lo que fue su segunda
conversación telefónica luego de la que sostuvieron poco antes del histórico
anuncio en diciembre.
La imagen de un apretón de manos
inmortalizaría el momento que refrenda esa histórica decisión, lo que la hace
muy diferente al breve saludo de 2013 en el funeral de Nelson Mandela en
Suráfrica. Obama y Raúl Castro se sentarán en la
mesa de diálogo del foro que abrirá a las 7:00 pm hora local. Será el primer
encuentro de un gobernante estadounidense y uno cubano desde que en 1956 Dwight
Eisenhower y Fulgencio Batista también se vieron en esta ciudad.
Como señal de acercamiento, en lo que
hasta ahora fue la reunión de mayor nivel en medio siglo, el secretario de
Estado John F. Kerry y el canciller cubano Bruno Rodríguez conversaron el
jueves en Panamá, durante tres horas. Ambos hablaron de "la apertura de
embajadas", en un "clima respetuoso y constructivo", según la
cancillería cubana. Acordaron seguir conversando de temas pendientes, agregó la
Casa Blanca.
Allanan el camino
Raúl Castro entra por la puerta grande a
un foro del que la isla comunista estuvo excluida desde la primera Cumbre de
las Américas de 1994. A esta cita con la historia el presidente estadounidense
no llega con las manos vacías. "Lo que hace histórica a esta
Cumbre es la participación de Cuba. Pero nadie hubiera asegurado que el estreno
cubano tuviera lugar en medio de intensas negociaciones bilaterales para
reabrir embajadas y restablecer plenamente las relaciones", afirmó Carlos
Malamud, investigador de América Latina del Real Instituto Elcano de Madrid.
Obama informó que el Departamento de
Estado terminó de revisar la presencia de Cuba en la lista de países
patrocinadores de terrorismo. Pero aún no ha tomado una decisión sobre ese
asunto, indicó Rhodes. Aunque el retiro de esa lista allanaría
el camino para la reanudación de nexos diplomáticos, queda mucho por andar.
Respaldada por América Latina, Cuba reclama el territorio de Guantánamo que
ocupa la base naval estadounidense y el fin del embargo impuesto en 1962.
Estados Unidos pide avances en derechos humanos.
"Nunca predije que todo se pueda
transformar de la noche a la mañana", manifestó Obama, en una escala en
Kingston antes de llegar a Panamá. En la capital panameña, el presidente
colombiano, Juan Manuel Santos, consideró que el deshielo entre Washington y La
Habana "mejora sustancialmente las relaciones con el resto de las
Américas, porque el problema con Cuba era una especie de ampolla".
Distensión con Venezuela
Las tensiones entre Caracas y Washington,
que aumentaron luego de que Obama declaró en marzo a Venezuela como una
"amenaza" para Estados Unidos, podrían empañar la celebración del
acercamiento con Cuba. "Venezuela está en Panamá de pie y
con dignidad", dijo el mandatario venezolano, Nicolás Maduro, quien llegó
con la promesa de entregar a Obama 13,4 millones de firmas que asegura reunió
contra ese decreto.
Maduro, quien visitó el populoso barrio
El Chorrillo -bombardeado durante la invasión estadounidense en 1989-, anunció
que los presidentes de los gobiernos de la Alianza Bolivariana para los Pueblos
de Nuestra América, ALBA -Cuba, Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua- se
reunirán en el marco de la Cumbre. Pero esta semana los dos países bajaron
su retórica de confrontación. Obama reconoció que Venezuela realmente no es una
amenaza, y Maduro dijo estar dispuesto "al diálogo". Hasta ahora no
ha hablado en Panamá del decreto.
"Nuestro principal forma de
comunicación con Venezuela será un diálogo directo, aunque sabemos que habrá
diferencias entre nuestros dos gobiernos sobre una variedad de temas",
comentó Rhodes. Una mejor relación con América Latina, será el mejor legado que
puede dejar Obama, antes de finalizar su mandato.