Prensa.
EFE.
El día después de la llamada “Pelea del
Siglo”, que la pasada noche protagonizaron Floyd Mayweather Jr. y Manny
Pacquiao en el MGM Grand Garden Arena, de Las Vegas, se convirtió en una
jornada llena de críticas, frustración y sobre todo decepción por la imagen que
volvió a dar el boxeo.
Al margen del apartado económico, del
que ya se ha hablado hasta la saciedad, al haberse batido todas las marcas de
recaudación y haber establecido un precedente de por primera vez cobrar para
ver una simple ceremonia de pesaje, que dura minutos, la realidad deportiva que
dejó la pelea fue de una completa decepción.
Acentuada al conocerse por boca del
promotor Bob Arum y el preparador de Pacquiao que el excampeón filipino salió a
pelear con una lesión en el hombro derecho que le impidió tirar todos los
golpes que habían previsto de cara a superar a Mayweather Jr.
Arum admitió que el personal de Top
Rank, que representa a Pacquiao, hizo el papeleo incorrecto referente a la
lesión, por lo que la Comisión de Nevada no autorizó que le pusieran una
inyección de antinflamatorios antes de la pelea.
Una versión que ha sorprendido, pero que
ya ha dejado abierta la puerta para que la revancha esté en camino, y lo único
que falta por conocer es si se dará este mismo año o el próximo, cuando
Pacquiao, de acuerdo a Arum se haya recuperado de la lesión sufrida el pasado
marzo y que es “la misma que tuvo Kobe Bryant”.
La estrella de Los Ángeles Lakers se
desgarró el manguito rotador en enero, poniendo fin a su temporada con el
equipo, y Arum no esclareció si hablaba de esa misma lesión, pero el boxeador
filipino consultó al mismo médico que atendió a Bryant.
El presidente de la Comisión Atlética de
Nevada, Francisco Aguilar, afirmó que rechazó la solicitud de Pacquiao para
recibir una inyección antes del combate.
Aguilar culpó a Pacquiao de la decisión
al no notificar la lesión con anterioridad, acción que ha abierto todo tipo de
interrogantes sobre el trasfondo de la pelea.
El máximo responsable de la comisión
dijo que el equipo de Pacquiao no reveló la lesión sino hasta la noche del
sábado, por lo que se rechazó el permiso para recibir la inyección y tener al
médico personal del filipino en su esquina.
“No estábamos enterados de la lesión
hasta horas antes de la pelea”, explicó Aguilar, responsable de la decisión.
“Los medicamentos que estaba tomando fueron revelados en su cuestionario
médico, pero no la lesión. Esta no es nuestra primera pelea. Esto es lo que
hacemos siempre y existe un proceso. Si intentas alterarlo, las cosas no te
saldrán bien”.
La gran interrogante que ha surgido en
Las Vegas es cómo un promotor de la experiencia de Arum puede permitir que su
personal cometa un error de efectos tan negativos para su boxeador. La
respuesta se podrá conocer cuando los representantes de Mayweather Jr. y
Pacquiao anuncien la revancha en los próximos meses.
De momento, el gran triunfador fue
Mayweather Jr. que siguió invicto, gracias a su técnica defensiva, correr sin
descanso por el cuadrilátero y llevarse 200 millones de dólares, único objetivo
que tenía en su duelo con Pacquiao.
“Mi última meta era ganar nueve números
en una sola noche, y lo acabo de hacer”, comentó Mayweather.
Luego no quiso hablar en serio ni de sus
planes de la posible retirada en septiembre con lo que puede ser su despedida,
ni mucho menos del rival, aunque lo que sí está asegurado es que lo elegirá él
mismo para que pueda seguir disfrutando de su propio espectáculo que lo ha
convertido en el deportista mejor pagado del mundo.
De ahí que para nada quiere mantener los
tres títulos mundiales del peso welter que ahora posee y adelantó que en los
próximos días estudiará con su equipo la renuncia a los mismos para darles
oportunidad a los jóvenes que llegan al boxeo.
Mayweather Jr. puede ostentar su
condición de mejor boxeador de la presente era, pero la imagen que dio en los
dos últimos asaltos frente a Pacquiao, correr siempre, no le alcanza ni para
estar entre los 15 mejores de todos los tiempos.
Los excampeones del mundo del peso
pesado, los estadounidenses Mike Tyson y Evander Holyfield, fueron muy críticos
a la hora de analizar lo que había sido la pelea entre Mayweather Jr. y
Pacquiao.
Tyson dijo que no tenía sentido haber
esperado cinco años para presenciar el pobre espectáculo que ofrecieron ambos
púgiles y Holyfield fue más lejos y criticó como los jueces vieron la pelea, al
decir que para él, el único que quiso boxear fue Pacquiao y se merecía la
victoria.
Ambos también criticaron que se
denominara la “Pelea del Siglo” y admitieron que el gran derrotado fue el
boxeo, que perdió una oportunidad de oro de recuperar el protagonismo de hace
dos décadas cuando ellos estuvieron en activo junto a otros grandes campeones.